DORIAN
Viernes.
Día de Brujas.
El día en donde Cecil llevará a cabo su macabro plan. Donde nosotros ya tenemos nuestro propio plan.
Un plan que no me gusta nada.
—No me pasará nada —me repite Brooke.
—Eso no puedes saberlo. Pueden pasar muchas cosas.
—Seré rápida —insiste Brooke. —En serio, no tienes que preocuparte por mí.
Exploto de furia.
Primero lo hago con mi padre y ahora con Brooke. Sin embargo, el simple hecho de poner a Brooke en peligro me enfurece. Puede que me haya dicho que esto, revivir a Cecil, sea culpa de ambos, pero no puedo dejar de pensar que solo yo la tengo.
—¡Pero lo hago! ¿Es que no lo ves? Yo... —No termino la frase, mi voz se quiebra por la emoción.
Lo que da igual, porque en ese preciso momento llega Erick a rodearme los hombros con su brazo.
—Qué tal chicos —dice, sonriendo—. ¿Irán hoy al centro?
Al centro de Salem, donde la mayoría de las personas estarían disfrazadas y disfrutando de este 31 de octubre. Aunque mi mejor amigo sepa la existencia de Cecil, luego de lo sucedido en el Museo de Brujas con Norah, he decidido que lo mejor será mantenerlo al margen. Por lo que no sabe lo que pasará hoy. Además, Norah irá a pedir dulces y eso es un peligro, pero sé que estará en todo momento con sus padres, tal como me lo mencionó ayer cuando les pregunté de camino a sus casas.
—Sí —le dice Brooke. —Allí estaremos.
☆ ☆ ☆
—Y eso es todo por hoy. Disfruten de Halloween. Nos vemos la próxima semana y no olviden traer el libro. Trabajaremos con el capítulo dos —dice la profesora.
—Me alegra ser un gato —sale una voz de la mochila de Brooke.
La profesora se confunde y alza su cabeza del libro de clases.
—¿Qué? —pregunta, volviéndose hacia nosotros.
—Que esta noche seré un gato —responde Brooke al instante con una sonrisa forzada.
Sacude su mochila fuertemente mientras se la pone sobre el hombro. Me parece escuchar un quejido lamentoso.
—Feliz Halloween, profesora —Brooke sacude su mano antes de salir del aula.
—¿Tenías que sacudirme así? —Cinnamon saca su cabeza por la cremallera de la mochila de Brooke.
—Pues si no hubieses hablado no lo habría hecho —responde Brooke. Se acomoda la mochila para que quede hacia adelante y no en la espalda como de costumbre—. Andando. Primero a comer, luego a la acción.
☆ ☆ ☆
—¿Lo llevas contigo? —Cinnamon vuelve a asomar su cabeza de la mochila de Brooke.
—Sí. Lo llevo conmigo —responde Brooke.
Cinnamon espera a que pase la gente cerca de nosotros antes de volver a hablar.
—Genial —dice. —Pensé que tendríamos que pensar en el plan B.
—No me gusta el plan A —le digo, todavía refunfuñando.
—Ya lo sé —Cinnamon gira su cabeza para mirarme. Sus ojos felinos se estrechan. —Por algo te dije que no te gustaría.
—Te odio —le digo.
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TRUCO, TRATO, AMOR Y MALDICIONES
Teen FictionBROOKE Se supone que los dieciséis años debería ser normal para una chica. Salvo que, esta chica, no es nada normal. Mi familia y yo somos brujos. Solo tengo que decir aquella palabra para dar por confirmado que mi vida es... mágica. Y también anorm...