TRUCO, TRATO, AMOR Y MALDICIONES

28. TRUCO O TRATO

BROOKE

Las llantas del auto chirrían en el momento en que Dorian frena, quedando a solo unos metros de distancia del monstruo.

Repentinamente los cuatro nos quedamos en silencio al ver lo que hay frente a nosotros. Un muñeco vudú gigante, es lo primero que se me viene a la cabeza. Su cuerpo parece estar hecho de tela, la cual es de un color tan naranja como las calabazas del huerto de la señora Mullins. Además, da la impresión de que está relleno de heno, al igual que su cabeza que es básicamente un saco de papas con dos botones gigantes de color negro como ojos. Lo único que lo mantenía unido al cuerpo es un pedazo grande de cordel. Y su boca... una boca espeluznante cosida con hilo.

Él está esperando cualquier movimiento por parte de nosotros.

Owen es el primero en hablar cuando menciono que tenemos frente a nosotros un Truco o Trato, el monstruo creado y mencionado en el libro de las Hermanas Extrañas.

—¿Qué es eso? —su voz suena temerosa.

No es el único.

Todos estamos congelados por el miedo. Lo único que se oía era el viento y nuestras respiraciones agitadas. Alguien traga.

Los nudillos de Dorian se vuelven blancos por aferrarse con fuerza al volante. En cualquier segundo saldríamos pitando de aquí, intentando salvar nuestras vidas de algo antinatural. Una vez más la bruja está siendo de la suyas sin mostrarse a ella misma. Al estar en debilidad su único recurso es usar títeres.

—La persona que lo crea puede mandarle tareas —menciono en un susurro, como si el monstruo nos fuese a escuchar desde su distancia.

Está tan quieto que incluso me hace dudar si tiene vida propia. No obstante, sé que no es así. La esperanza es lo último que se pierde.

—Supongo que no lo mandaron para hacer amigos —añade Vicky.

—No —Owen niega en rotundo.

—Nos quiere matar —Dorian dice de golpe.

Abro los ojos y le doy un pellizco en el costado. Éste salta asustado.

—No lo sueltes así como así —le reprendo.

—Pero es verdad —se defiende él.

—Les asustas —señalo a los asientos de atrás.

—Tienen que aprender que la vida a veces es dura.

—Pero no metiéndoles miedo.

—Estamos aquí —Owen sacude su mano por entre los dos asientos.

—Y hablan como si fuesen nuestros padres —dice Vicky.

Dorian y yo nos echamos un vistazo antes de decir al unísono:

—No es cierto.

—¿Y por qué estamos tan quietos? —pregunto molesta.

¿Y por qué de repente estoy tan molesta?

—Porque la cosa no se mueve —me responde Owen.

—Pues alguien tendrá que moverse primero —respondo.

—Está bien —Dorian suelta una maldición y con su mano derecha agarra la palanca de cambio—. Voy a retroceder para tomar otro camino.

Lo miro atentamente. Se ve tan decidido consigo mismo que me armo de valor también. Si el Truco o Trato se nos acerca, verá lo qué es defenderse con magia.

—No nos lleves de vuelta. Estará repleto de gente al otro lado del pueblo.

—Me iré por otro camino —sus ojos me miran por una fracción de segundo. Ninguno de nosotros quería dejar de mirar el monstruo, con miedo a que desaparezca y que nos sorprenda por las espaldas.