La primera vez que supe que tenía magia fue cuando, por accidente, me pinté el cabello de color rosa. Odiaba mi pelo naranja y lo quería cambiar a mi color favorito. Cerré los ojos y deseé con todas mis fuerzas tener un cabello de princesa. Sentí una luz y un calor irradiando en mí, entonces, abrí los ojos y veo a mamá mirándome boquiabierta. Me agarró de la mano y me suplicó que lo cambiara a como estaba antes.
Recuerdo hacer un puchero y decirle:
—Pero no me gusta ser pelirroja. Los niños me molestan.
—Cariño —mi madre se arrodilló frente a mí para quedar a mi altura—, tu cabello es precioso y único. Lo que pasa es que esos niños son envidiosos —susurró esto último en un tono cómplice.
Volvió a pedirme que me cambiara el cabello porque papá llegaría pronto a casa.
—¿A él también le gusta mi cabello?
—Mucho.
Decidida y con muchas fuerzas, deseé que mi pelo natural volviera.
Esa fue la primera vez que probé la magia. Sabía que existía, pues cada vez que me iba a quedar con mis tías ellas me mostraban cosas mágicas a escondidas. Esperaba que no hubiera una discusión por eso. Me gustaba estar con ellas y aprender cosas que en la escuela no me enseñaban.
—Brooke, prométeme que no volverás a hacer eso ni algo parecido.
—¿Por qué odias la magia?
—Porque la magia es algo desconocido. Muchos le temen. ¿Sabías que antes quemaban a las mujeres por ser brujas?
Yo asentí. Sabía esas historias no solo porque provenimos de una estirpe de brujas, sino porque todo el mundo sabe que en Salem fue en donde más se acusaron a mujeres por hacer brujería.
—Tu padre no puede saberlo.
—¿Es de los que le temen a la magia?
Ella asintió.
—¿Trato hecho?
Asentí.
¿Si mi padre se enteraba sería capaz de quemar a su propia hija? Nunca supe esa respuesta pues, cuando por fin se enteró que teníamos magia, murió.
Fue en un accidente de auto. De lo único que me acuerdo de ese día es que yo iba atrás y que mamá intentó hacer una burbuja protectora para protegernos del choque. No funcionó. Esa era magia poderosa, solo funciona si más de un brujo lo conjuran. Ambos murieron y, desde entonces, vivo con mis tías y mi primo practicando la magia. Si en algún momento quisiera protegerme quería saber cómo hacerlo. Y con protegerme no me refiero a un accidente automovilístico o a un Voldemort, sino para protegerme de Dorian Jones, mi vecino que también es brujo. Odiaba que fuese tan guapo y odiaba que fuese tan bueno en la magia. Así que aprendí todo lo necesario como para lanzarle hechizos (pequeños eso sí) solo para cabrearlo. Pero luego se volvió una guerra. Un día llegué a casa con una nube sobre mi cabeza, otro día él llegó sin poder hablar, un día llegué con miles de animales siguiéndome, otro día él llegó con un olor a desagüe y azufre y... en fin, la lista sigue.
Nuestra guerra llega a su fin cuando Salem se ve en peligro y todo provocado por un accidente que Dorian ocasionó. No obstante, nos vemos obligados a trabajar codo con codo para salvar nuestro pellejo. De pronto, lo que empezó con nuestra guerra termina convirtiéndose en... algo más cálido.
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TRUCO, TRATO, AMOR Y MALDICIONES
Fiksi RemajaBROOKE Se supone que los dieciséis años debería ser normal para una chica. Salvo que, esta chica, no es nada normal. Mi familia y yo somos brujos. Solo tengo que decir aquella palabra para dar por confirmado que mi vida es... mágica. Y también anorm...