3.5K 247 38
                                    

━━━━━━━━ ⇜ ━━━━━━━━

¡Quítatela de la cabeza!, ¡Es tu hermanastra!.

Observaba atentamente hacia el pizarrón, cuando Emma se levantó del asiento.

Llamando la atención de todos los presentes y en segundos cayó al suelo.

Rápidamente atendí y la tomé entre mis brazos, observé hacia el profesor que estaba como un verdadero imbécil contemplando la situación.

-¿No hará nada?.

Grité furioso con Emma en mis brazos.

Él muy inútil no emitió palabra alguna, un verdadero cobarde, alguien cae desmayado en su clase.

¿Y qué hace?.

Nada.

Se queda allí parado como un completo idiota.

Apresuré mi paso hacia la enfermería y observé a Emma de reojo, se veía tan delicada y linda...

-¿Qué ocurrió con Emma?.

Una desconocida voz masculina interrumpió mis pensamientos.

-No te importa.

-Claro que me importa, ¿Por qué preguntaría entonces?.

Me elevó la voz.

-Escucha Tom. -volteé. -No estoy para tus: ''Miedos''.

Fruncí el ceño.

-Solo quiero saber como está...

Suavizó la voz.

-No tiene nada, solo se desmayó.

Pausé cuando se acercó a ella y comenzó a acariciar su cabello delicadamente.

Nunca creí que alguien como Tom haría algo como eso.

-¿Qué te traes?. -interrogué.

-Nada.

-Entonces, iré a enfermería. -dije volteando, menos de diez pasos y ya estaría donde debía ir. -Permiso.

-Claro. -dijo frío.

Casi corriendo entré por la puerta de enfermería.

-¿Qué ocurrió?. -cuestionó la enfermera.

-No sé la historia completa, pero...

De un momento a otro se levantó del asiento, para segundos caer hacia el suelo.

-Ok, recuéstala allí.

Me indicó una camilla.

-Claro.

La dejé caer suavemente sobre esta.

Dios...

Emma se observaba hermosa y tierna dormida.

¡Georg!, ¡Quítatela de la cabeza!, ¡Es tu hermanastra!.

Sacudí levemente mi cabeza, intentando quitar aquellos pensamientos de mi mente.

-Disculpa. -habló la enfermera. -Necesito que me acompañes.

-Claro. -respondí. -¿Se quedará sola?. -pregunté confundido.

-Es necesario que esté un tiempo sola.

-Oh, comprendo.

━━━━━━━━ ⇜ ━━━━━━━━

Luego de que Georg se adentrara a enfermería, sentí como una punzada me daba en el pecho, pero desconocía el por qué de ésta.

Me colé tras los casilleros y llevé mis manos a al rostro.

Algo extraño sucedía conmigo desde el día anterior.

Últimamente Emma no salía de mi cabeza, día y noche se mantenía en ella.

Logré visualizar a Georg y la enfermera saliendo de enfermería, cuando ya no hubo rastro de ambos, me dirigí sigilosamente al lugar donde antes se ubicaban.

-¿Emma?.

Le musité, no hubo respuesta.

Volteé mi mirada y allí estaba ella, sobre una camilla.

Se observaba dulce y delicada como si de una muñeca de porcelana se tratase.

Me acerqué y comencé a acariciar su cabello, nunca antes había hecho esto por ninguna chica, era la primera vez.

-¿Tom?.

Se le oía indefensa.

-¿Qué ocurre?.

Le miré directamente a los ojos, sus hermosos globos oculares color café que me hipnotizaban por completo.

-¿Qué... -¿Qué haces aquí?. -¿Dónde estoy?.

-Yo... -dije incómodo. -Georg solo dijo que te habías desmayado en clase.

-¿Georg?... -¿Georg me trajo aquí?.

Entonces ví como sus mejillas comenzaban a tomar color.

-¿Pero qué diablos?.

-Sí.

Le dije más frío que un hielo.

-¿Y dónde está ahora?.

-Salió con la enfermera... -realizé una pausa. -Escucha, si no quieres que esté aquí, me iré.

Le dije algo enfadado mientras daba la media vuelta.

-No. -tomó mi camisa. -Yo... -Lo lamento... -pausó. -Tom...

-¿Hmm?.

-¿Qué hacías con Lily ésta mañana?.

━━━━━━━━ ⇜ ━━━━━━━━

𝘀𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora