2.5K 186 8
                                    

━━━━━━━━ ⇜ ━━━━━━━━

"Los buenos recuerdos nunca se olvidan".

Tres semanas.

Tres estúpidas semanas en las que no he dirigido la palabra a Tom, Maggie, Lily, Austin, Bill, Gustav, Tyler, nadie.

Mi familia no era la excepción, Georg incluido.

Me encontraba enfadada conmigo misma por algo que si quiera yo había realizado, me había vuelto una antisocial en éstos días por él, por aquel acto que me dejó marcada: "de por vida".

Las tardes se volvían aburridas si no entablaba una conversación con alguna de mis amigas o con el divertido de Bill.

Ahora me encontraba en el hospital, al cuidado de niños pequeños con cáncer entre otras enfermedades mortales.

-Srta. Emma.

Me llamó una de las niñas.

-¿Sí?.

Le respondí con una sonrisa forzada.

-¿Me leerías este cuento, porfavor?.

Me pidió con una sonrisa muy tierna.

-Claro Ruby.

Le articulé tiernamente mientras tomaba aquel librito de breves páginas.

La chica peliroja se acomodó en la camilla y con sus ambos lindos ojos verdes, observó atenta a como le leía.

Reía con sus muecas de asco cuando musitaba una frase como: "¡La caca podrida!" y otras más.

-Los buenos recuerdos... nunca se olvidan.

Al terminar aquel lindo cuento, Ruby ya hacía dormida tapada con sábanas blancas y yo tenía lágrimas en los ojos, aquella historia me había llegado al corazón.

-Buenas noches Ruby.

Sonreí mientras acomodaba la obscura frazada y las sábanas blancas.

-Tu turno termi... -¿Qué ocurre?.

Me cuestionó Sarah corriendo hacia mi.

-Nada... -sonreí limpiando mis lágrimas. -Una simple historia.

-¿Estás segura?. -insistió. -¿No es por el Tom ese?.

Me preguntó haciendo una mueca de desagrado.

-No.

Le contesté cortante, recordarlo no me agradaba mucho.

-Vale. -sonrió. -Tu turno terminó, cuídate Emma.

Ella se despidió mientras quitaba de mi bata blanca.

-Adiós Sarah.

Marqué el botón para que el elevador llegara donde me encontraba y en menos de la mitad de un segundo, llegó.

Me adentré en éste y oprimí el número: "1", fué entonces cuando recordé una de las líneas que decía aquel texto:

"No olvides nada de lo que has pasado, tu primer beso con él, tu sonrisa y el efecto que causas en los demás al hacerlo, cuando Tyler te dijo todo lo que sentía por tí, los lindos días que pasamos juntos, porque recuerda, los buenos recuerdos nunca se olvidan."
-Bill.

Las puertas del elevador se abrieron en señal que debía bajar, llamaría a Mark, mi chofer para que viniese por mi y al llegar, me tiraría sobre la cama como en estas últimas tres semanas.

𝘀𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora