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"Chico Malo: Kaulitz".

Corrí entre la multitud, mis ojos derramaban lágrimas rebeldes y aún no sabía el: "Porqué".

Llegué al jardín trasero de la preparatoria, para ser específica, a un árbol verdaderamente hermoso, sus hojas verdosas brillaban a la luz del sol.

Rendida, caí al suelo con mi espalda unida a aquel árbol, continuaba llorando y ocultaba mis ojos con mi extremidad izquierda.

-¡Emma!. -oí a lo lejos. -¡Sé que estás aquí!.

Una vez más volvió a gritar, reconocía su voz:

Maggie.

Su paso acelerado me dió a entender que ya sabía donde me encontraba.

-¿Qué ha ocurrido antes?.

Maggie me preguntó una vez a mi lado.

-No lo sé... -sollozé.

-Te has ido dejando a todos confundidos, como rocas.

-¿Por qué esos imbéciles no se ocupan de sus asuntos y sí de alguien ajeno?, no tenían nada que presenciar.

Maggie rió levemente, mientras que yo, no le encontraba la gracia.

-Fué una escena bastante extraña en realidad... -hizo una pausa. -Maddy Stevens, la perra más perra de las perras. -reí para mis adentros. -Haya besado a Tom, ­"Chico Malo" Kaulitz, supongo que quería recuperar a su ex novio.

Me quedé congelada.

¿A qué se refería Maggie con que Maddy quería recuperar a su Ex novio?.

-¿Re... -Recuperar a su ex novio?.

Le dije entre lágrimas.

-Oh Emma...

Me rodeó con sus brazos.

-Olvidaba que fuiste trasladada hace poco tiempo.

Me sequé mis lágrimas con delicadeza.

-Tom y Maddy fueron novios un año.

Y esa fué la gota que derramó el vaso.

Ahora lo comprendía todo, las palabras de Maddy antes de besar los rosados labios de Tom:

"Sé que aún me amas Tom", "Veamos si es verdad".

Mi pecho dolía, mis ojos se encontraban rojos e inchados, me sentía horrible.

-¿Quieres ir al baño para arreglar tu apariencia?. -sonrió comprensiba. -Luces horrorosa.

-También te quiero. -dije sarcástica­. -Está bien...

Le sollozé con una curva en mis labios.

Maggie ayudó a que me levantara, con tranquilidad nos dirigimos al baño evitando miradas.

Y al entrar me espanté con mi propio reflejo, si no fuera porque sé quien soy, me confundiría con un zombie.

Lavé mi rostro y fuí a mi casillero mientras Maggie retocaba su maquillaje.

Retiraba mis libros de texto cuando su voz lo interrumpió todo, aquella voz que no quería si quiera oír.

-Yo... disculpa. -dijo.

𝘀𝗶𝗰𝗸𝗹𝘆 𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora