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"Charlotte y Tom White".
El toque de timbre indicó que todos los estudiantes debían abandonar la escuela, mi única conversación en el día había sido con aquel chico del corredor.
Cuando me informó, escasamente lo que ocurría con los chicos.
Tomé mis libros y me dirigí al casillero para guardarlos.
-Emma.
Oí a mis espaldas, lo ignoré, no quería hablar con él.
-¡Puta madre Emma te estoy hablando!.
Me exclamó furioso.
-¿Qué demonios quieres?. -pregunté a gritos. -¡No quiero hablar con ninguno de ustedes!.
-Creeme que nosotros tampoco queremos hablar contigo luego de lo que dijiste a nuestras espaldas.
¿De qué hablaba?.
-¿Qué mierda dije ahora?.
-Claro, haste la tonta. -dijo con fastidio. -Sabes muy bien lo que dijiste Emma Parker.
-¡Mierda!. -se unió una tercera voz. -¡Estás formando un escándalo!. -gritó, reconocería aquella voz dulce donde fuera, pero ahora, se encontraba cargada de odio. -Tom vámonos. -Los chicos nos esperan fuera.
-No iré a ningún lugar sin que antes me diga al rostro aquellas horribles e hirientes palabras que musitó a nuestras espaldas.
-Escucha To... -Kaulitz.
Yo mordí mi lengua para que su nombre no se fugara de mis labios.
-No tengo ni la menor idea de que hablas y Maggie, ¿Qué diablos sucedió contigo?.
-Cosas que no deberían de importarte... después de todo, ¿Qué importamos nosotros?, somos una carga.
Ella rió irónica.
¿Qué?, no, ellos no eran una carga para mí...
Es más, amaba poseerlos a mi lado, pero ahora estaba cabreada, aún, por lo de Tom Kaulitz rápido, quedarme en el mismísimo lugar donde se encuentra una:
"Traidora a la que odio", no es muy cómodo.
-Ustedes no son...
Alto.
Dijo: "¿Traidora a la que odio?".
-Llegaremos tarde.
Me completó Maggie tomando de la camisa a Tom.
Me quedé allí observando como ambos se retiraban y a los otros estudiantes dejar el lugar, dejándome sola.
Lágrimas resbalaron por mis mejillas, había logrado contenerlas, pero ahora, ¿Cómo?.
Maggie me había dicho que ella y los chicos eran una carga para mí...