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               Era miércoles, un tranquilo y bonito miércoles en el Orange. Los miércoles solían ser las jornadas más aburridas de toda la semana y, para intentar compensar un poco la pesadez de esas noches, música pop sonaba en el bar.

El talento vocal de Michael Jackson le daba un toque más alegre al ambiente, sin embargo, Minji odiaba los malditos miércoles. Suspiró cansada incluso antes de empezar la noche y, luego de dejar listos todos sus utensilios, se sentó en una banqueta detrás de la barra y se dignó a esperar a que la gente comenzara a llegar prácticamente a cuenta gotas. Su mejilla se abultaba en la curvatura de su mano cuando otro suspiro escapó de sus labios, de solo pensar en que —probablemente— solo prepararía algunas margaritas para mujeres estiradas y poco educadas o uno que otro gin-tonic para cincuentones trajeados que no tenían mejor cosa que hacer luego de salir de sus oficinas que intentar coquetear con ella le daban ganas de cerrar el bar y recostarse en su sofá con una cerveza fría o una taza de café.

Smooth Operator sonaba en el bar cuando el primer cliente se acercó a la barra, la música tenía el volumen ideal y la melodía calmada de la canción relajó bastante a Minji que atendió al amigable hombre con una sonrisa gentil. Para su fortuna, la primera bebida de la noche no había sido tan aburrida como las margaritas. El hombre había pedido una piña colada y la barista fue feliz con aquello, era uno de esos cocteles que disfrutaba preparar, no demoró demasiado en entregarle su trago al hombre que le dejó muy buena propina y ella, ahora con su humor un poco mejorado, volvió a su posición inicial y, poco a poco, se dejó llevar por las alegres melodías que sonaban una tras otra.

El flujo de clientes fue moviéndose cada vez más, llegaban uno o dos cada pocas canciones. Minji comenzó a disfrutar la noche fresca y tranquila en el bar, pronto estuvo moviendo su cabeza al ritmo de la música y sus labios comenzaron a tararear en automático:

Oh, the night is my world... —cantaba en voz baja— City light painted girl...

El tipo de la piña colada levantó su trago y le sonrió, asintió y comenzó a cantar a todo pulmón.

Oh-oh-oh! —coreó desafinado— Oh-oh-oh!

La barista rio mientras quitaba la chapa de una coca- cola, miró a la puerta, impaciente por ver a Yoohyeon llegar, aunque sabía que aún era temprano para eso. Habían pasado ya unos cuantos días siendo oficialmente una pareja y se sentía bastante raro, nada había cambiado realmente entre ellas, pero sabía que las cosas iban a tener que cambiar tarde o temprano, no es como si eso la incomodara, pero si sentía raro, bastante raro.

Open fire! —gritó de nuevo el tipo que ahora usaba su vaso como micrófono.

Minji fijó su atención en él volviendo a reír, a veces le sorprendía la poca cantidad de alcohol que necesitaban las personas para desinhibirse, ella era una persona difícil de engañar, sabía muy bien que aquel tipo no estaba ni un poco ebrio, le daba curiosidad saber qué pasaba por su cabeza en ese momento, pero se alegró mucho de tenerlo ahí y hacer su aburrida noche de miércoles más llevadera.

Send me an ángel! —continuó con su concierto y Dil salió rápidamente desde el cuarto trasero, le dedicó una corta mirada a la barista y una enorme sonrisa asomó en medio de su barba.

—Send me an ángel! —coreó Dil acercándose al tipo que levantó sus brazos dándole la bienvenida al vip de su concierto improvisado.

RIGHT NOW! —cantaron a dúo.

Minji se carcajeó al oírlos, el bar entero tenía la mirada puesta en ambos y, aunque algunos miraban un poco asqueados, la mayoría se reía de la simpática escena.

NO! (JiYoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora