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El dolor de cabeza hizo que me despierte del sueño de todas las noches, las estúpida cara de Charmaine, riéndose en mi puta cara e insultándome y mi madre dándole toda la razón a ella, mi madre también es una de las personas a las que le debería dar su merecido. Me refregué mi ojo derecho, molesto por la luz del sol que entraba, mientras que estiraba mi otro brazo para deslizar mi dedo sobre el símbolo verde de mi teléfono que ya sonaba hace minutos. No tengo ni puta idea de quien era. 

-Dime - Hable con voz ronca. 

-Sonny estará aquí hasta mas tardar el jueves por la noche, tenemos que apurarnos si quieres seguir con el plan, Scarlett - Dijo Johana del otro lado de la linea. 

-Bien, primero debemos contactarnos con el tipo que nos debe un favor-.

- Le avisare a Jonathan que lo busque y ¿Tu iras por él?-.

- No, solo le diremos que vaya hacia la chosa y le diremos el tema... es un favor que nos debe, no lo obligare-.

- Nos vemos luego- y Johana corto la llamada. 

Deje mi teléfono en donde estaba anteriormente e hice un ademan para levantarme de la cama, cuando la sabana cae sobre mis piernas estiradas caigo en la cuenta de que estaba sin ropa y por el rabillo de mi ojo veo la espalda desnuda de Alex, ¿Que carajo hice anoche? Con el seño fruncido tomo las sabanas del lado en donde se encontraba mi amiga y tiro de ella para quitarme la duda de una puta vez por todas, y sin mas logro ver su cuerpo tatuado y desnudo. Me acosté con Alex... muy bien Scarlett, siempre tomando decisiones con los efectos de las patillas. Agradezco no haberme acostado con un hombre por mis adentros e ignoro por completo el hecho de que no recuerdo nada de lo que paso, solo que estuve a punto de que Sonny nos vea y luego... todo negro, como si me hubiese dado un golpe en la cabeza. 

Con los ojos pesados, me levanto de mi cama tomando mis prendas tiradas, es decir, el vestido que Alex me había prestado, lo hago una bola y tiro la prenda de ropa a el cesto de ropa sucia, Nana luego se encara de eso, no quiero que la señora que vio como crecí en esta mansión, se entere de las cosas que hago en el cuarto de mi difunto padre. Ya en el baño, me doy una ducha rápida de agua fría y luego de eso me dispongo a ir a la chosa con mis compañeros. 


Subía las escaleras como podía, entre trompiesos y resbalones, maldiciendo a las pastillas de éxtasis y el alcohol que había consumido y a Sonny por no dejarme pasar un momento en paz con mis compañeros y con mi mente en absoluto silencio. Abro la puerta de mi habitación como pude, baje el picaporte y la tabla de madera de pino salio disparada hacia el lado derecho chocando contra la pared que tenia a su lado, supongo que eso dejara un hueco en la pared por el golpe del mismo picaporte. Agarrándome de los muebles, llego al baño. Mi imagen borrosa del espejo delata que no estoy en buenas condiciones ni para dormir, si me tiro a la cama podría ahogarme con mi propio vomito y morir de una puta vez por todas. Abro la pequeña puerta del espejo y tomo las primeras pastillas que encuentro, todas son iguales, para la migraña, para las nauseas, para la resaca, lo que sea, tire un par en mi mano temblorosa y las trague sin mas. 

Apoye mis brazos sobre la encimera con la cabeza bajo e intentado calmarme un poco. En eso escucho mi puerta cerrarse. Molesta por la interrupción, salgo del baño y me percato que estaba todo a oscuras. Sin entender lo que sucedía intento buscar una pared para poder encender las luces, pero unos finos brazos me toman de la cintura y me empujan haciéndome caer en mi cama. Unos labios atacan mi cuello y los brazos de la persona desconocida bajan el cierre de mi vestido dejándome en ropa interior. Las mojados besos en mi cuello se detienen y siento una presión en mis labios y empieza a besarme, me dejo llevar por la excitación y al abrir mis ojos logro visualizar los azules ojos de Alex y su rubia cabellera. 


Largo una leve risa al recordar lo que paso anoche luego de llegar a casa y me bajo de la moto. El deportivo de Ruben ya estaba ahí, la motocicleta de Dominick y una Sanchez. Abro la puerta de la chosa recibiendo la mirada de mis compañeros como si ellos también supieran lo que había pasado anoche. Fue solo un polvo, ¿Por qué le dan tanta importancia? Debo continuar con lo que empece. Es como si fuese una puta novela, señores la vida no es así de dramática, ya todos quisieran que fuese así, no me puto jodan. Cerré la puerta detrás de mi y me quede en la puerta mirándolos con una ceja levantada. 

- Son unos putos dramáticos de mierda - Digo sin realizar ninguna expresión. - ¿Donde esta el tipo que no debe un favor?... ¿Cual era su puto nombre? - Pregunto mientras me introducía mas a la chosa. Doy un ojeo a donde se encontraba Charmaine. Sigue inconsciente con la cara llena de sangre seca por mis golpes de aquella vez. Me siento en una de las sillas al lado de mi compañera esperando respuesta de alguno. 

- Es el señor Dixon, quiere que lo tratemos por su apellido. No nos ha dicho su nombre y ... esta afuera - Dijo Jonathan apuntando la puerta que daba hacia la parte de atrás donde siempre me siento a fumar. Me levanto de un golpe al recibir esa respuesta. Dixon era un conocido de mi padre, él siempre hablaba de este tipo pero nunca he llegado a ver su rostro. Por primera vez en mi vida, me muero de intriga. 

Esta dándome la espalda, tiene pelo castaño oscuro y parece llevar un traje, es medio alto, diría un metro ochenta. Carraspeo la  garganta para que se de vuelta y así lo hace. Mierda, ojos celestes, barba casi larga con un par de canas y con el cigarro en la boca, lleva puesto un saco negro con una camisa blanca con los tres botones de arriba desabotonados dejando ver un poco su pecho. Mi padre debió de estar enamorado de este hombre. Extiendo mi mano con la cara seria y me presento. - Soy Scarlett, la hija de Robert - digo casi nerviosa, ¿Que mierda me pasa en la voz? ¿Es solo porque es un amigo de mi padre y me traen recuerdos o es porque es atractivo? 

Él sonríe amable, se quita el cigarro de la boca soltando el humo por las fosas nasales y dice. - Se quien eres Scarlett, tu padre siempre me hablaba de la traviesa que eras de pequeña, dime Dixon -  Asiento y me ofrece un cigarro, lo acepto con gusto y voy al grano. 

- Supongo que sabe porque he hecho que venga hasta aquí - Dixon asiente con la cabeza mirando hacia el campo. 

- Si, tus compañeros me hablaron de un secuestro, pero no hay lugar para dos personas ahí adentro. Tendrás que desacerté de la chica que esta en aquella habitación -  Suelta sin mas. 

- Si, lo tengo claro. El secuestro no sera ahora mismo, lo haremos en unos días. Esa es la razón por la cual pedí que vengas, quiero que estas al tanto de todo lo que estamos organizando, si llegamos a tener un plan "B" - hago comillas con mis dedos y continuo - Nos harás muy buena ayuda - Digo evitando mirar tan directamente a su cara. 

- Agradezco que hallas pedido mi ayuda en ves de los demás ... Lamento lo de tu padre, fue un gran amigo y compañero para mi -. 

- No fue tu culpa, es algo que él se había guardado hace tiempo - Digo mirando hacia otro lado para secar las lagrimas que estaban por salir.  

- Bien ... supongo que es hora de empezar con esto, ¿No? - Dice con una leve sonrisa, dio la ultima pitada al cigarro, tiro la colilla y me tira en el humo en la cara para luego irse adentro con los demás, dejándome malditamente confundida. 



Secuestrado [Skrillex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora