28

156 11 2
                                    

Dos días llevamos en este puto auto y en cualquier momento podría tirarme por la ventana; estoy cansada de ver arboles, campo, vacas, la cara de Sonny durmiendo, arboles, campo y vacas. No he hecho absolutamente nada y ya estoy estresada, necesito un baño de agua fría, un cigarro y quien sabe... un buen polvo con Sonny. No tengo ni puta idea hacia donde estamos yendo, habíamos quedado en San Francisco, pero Jonathan esta eligiendo rutas diferentes y eso me asusta.

- ¡Hey! ¿No tenias que tomar la de la izquierda? ¿Hacia dónde mierda vamos, Jonathan? - Suelto golpeando el hombro de Jonathan desde el asiento de atrás.

- Déjame esto a mi, Scarlett. Cuando lleguemos me lo vas a agradecer.

- ¿De qué mierdas hablas?

- Jonathan tiene razón Scarlett, deberías escucharlo una vez en tu vida - Se mete Ruben en la conversación. Miro a Sonny sobre el rabillo de mi ojo para confirmar que sigue durmiendo.

- Miren pedazos de idiotas, habíamos acordado entre todos en ir a un solo lugar. No quiero ir dando vueltas por todo el puto país sabiendo que nos pueden encontrar en cualquier momento - Suelto, ya enojada, estar cansada y sin nada que hacer hace que mis nervios aumenten el doble de rápido de lo normal y más cuando estos dos cabezas huecas se ponen en mi contra. Largo un bufido, cruzo mis brazos acomodándome sobre la puerta del auto y caigo en un profundo sueño.

***

- Jonathan... ¿No es muy arriesgado preguntar? - La voz de Sonny me despierta y al escuchar su pregunta los ojos se me abren de un golpe. 

- ¿Qué mierda haces? - La voz me sale como su fuera un camionero de cincuenta años. 

Jonathan pasa por alto mi pregunta, maneja a un ritmo lento, se coloca los lentes de sol y empieza a ver hacia todos lados, ¡¿Qué hace?! El auto deja de moverse, Moore y yo estamos al tanto de cada movimiento que hace, Ruben ni se inmuta de la estupidez que esta por hacer. Jonathan baja la ventanilla hasta la mitad, saca un poco la cabeza y le habla a una señora que pasaba por ahí. 

- Disculpe señora, ¿Dónde esta la estación de barcos? - ¿Qué? La señora se acerca al auto dando indicaciones al mismo tiempo que Jonathan mete su cabeza un poco más hacia el auto, si no se movía, juro por mi propio padre que le metía un tiro en la cabeza. 

Jonathan se despide de la señora con un "Muchas gracias" y avanza por donde la vieja le indicó. El viaje continuo por unos treinta minutos, creo. Hasta que cada vez que nos acercábamos al supuesto destino, las calles me resultan familiares, las tiendas, el olor a mar y el sonidos de las olas. No me jodas, por favor que siga vivo. 

Llegamos al supuesto lugar, una estación de barcos pesqueros, pero obviamente no todos eran de pesca, la mayoría pertenecían a gente que trabaja o trabajaba con mi padre o simplemente son personas con trabajos ilegales y los barcos de ellos los guardan aquí; como Dixon, logro ver el nombre de su yate desde aquí, solo dice Dixon, que original. 

- Llegamos. ¿No me merezco un gracias, Scarlett? - Habla burlista, Jonathan al ver mi rostro de sorpresa por el espejo retrovisor. 

- Si si, lo que digas imbécil - Le doy un golpe en el hombro, me suelto el cinturón y hago un ademan para bajarme del auto apenas apaga el motor del auto. 

- Espera, Penny ¿Y si te reconoce alguien? - Sonny me toma de la muñeca antes de que abra la puerta. Su rostro muestra total preocupación, me mata de la ternura, carajo. No tiene ni la mínima idea de cuantas veces he venido aquí con mi padre, la ultima vez fue un mes antes de que me escape de casa con Moore. 

- Tranquilo, preguntare por el barco de mi padre. Cuando les haga una señal ya pueden bajar - Le acaricio la mano, le sonrió y me coloco la capucha del buzo de Sonny que llevo puesto hace unas horas. 

Me bajo del auto, me acomodo un poco la ropa mientras camino hacia la pequeña casa donde supongo que esta Raúl y el primo de Enrique... no recuerdo su nombre, mierda. Una vez dentro, observo cada detalle de aquella casa, la convirtieron en un tipo de restaurante pero de esos que solo puedes comer pescado; el olor a pescado frito penetra mi nariz y unas ganas de vomitar inundan todo mi cuerpo, nunca pude tolerar el olor a pescado. 

- ¡Pero mira quien ha llegado John, la pequeña Scarlett! - Se me acerca un viejo y gordo Raúl con una enorme sonrisa estirando sus dos brazos y me agarra entre ellos estrechándome en un gran abrazo. Mierda esto me trae tantos recuerdos. Le correspondo el abrazo y un nudo nostálgico se asoma en mi garganta, mierda extraño a mi padre. - Estas enorme, niña. - Dice alejándose un poco de mi mirándome de pies a cabeza. Seguro luzco como la mierda. 

- ¡Scarlett! - Se escucha un grito desde la cocina. Muevo mi cabeza para poder reconocer al primo de Enrique, John, parecen hermanos. Sonrió por su apariencia, un delantal blanco no tan blanco, guantes amarillos que hacen resaltar su tono de piel bronceada, tiene una maraña de pelos negros mojados. Me saluda con dos besos y... ya mucho cariño, necesito irme de aquí. 

- No quiero molestarlos mucho señores, pero he venido por el barco de mi padre - Hablo mirando hacia todos lados en busca de alguien que pueda reconocerme. Los dos hombres se miran entre ellos y el rostro de Raúl se transforma en uno completamente serio. 

- Has tenido suerte, niña, sígueme. - Camino detrás de él hacia donde me indica - Tu madre ha venido hace un tiempo buscando exactamente lo mismo, pero no le he dado las llaves porque... Antes de que tu padre muera, he dejado perfectamente en claro que el barco es todo tuyo y cualquier persona que no seas tu, teníamos prohibido entregarle las llaves - Llegamos a la caja, entro por una puerta de madera, se escucha un revoltijo de cosas y vuelve por la ventana de al lado de la puerta y me entrega las llaves. - Tu madre insistió miles de veces, hasta le ha dicho a John que vendría con un tal... ¡Oye John, ¿Jeff era el tipo que nombro Diane?! - Pregunta levantado la voz. Mierda, mi madre esta con Jeffrey otra vez. John le responde que si con el mismo tono de Raúl.

- Mierda, bien creo que debo irme cagando de aquí - Le agradezco a los dos y con un abrazo me despidió de cada uno y salgo de aquel lugar.  

Me acerco a la parte de adelante del auto, los miro desde el palabrisas, les hago una señal con la cabeza para que salgan y los tres salen al mismo tiempo. Poso mi vista en Sonny, mientras se coloca una gorra blanca, tiene cara de cansado, las ojeras nunca se le fueron y la barba de hace un par de días hace su aparición en su barbilla, mierda Moore, me matas. 

- Vámonos a la puta mierda. Mi madre ha venido hace un tiempo y esta con Jeffrey otra vez - Hablo para mis acompañantes que caminan detrás de mi por el largo muelle hasta donde se encontraba el precioso barco de mi padre, llamado Scarlett. P. 






Secuestrado [Skrillex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora