Secuestrado [Skrillex]

18

Moore, desde el suelo con el tipo tirado en su regazo, me mira y niega con la cabeza dándome a saber que no tiene nada en los bolsillos. Mierda tenemos que entrar a la casa. Con mi cabeza y con los labios apretados hice un ademan para que me siguiera hacia dentro, asintió y dejo al tipo ahí. 

La puerta estaba completamente abierta, sin nadie al rededor, la casa por fuera parecía normal, pero una vez dentro es igual de amplia que la mansión. Una sala enorme, con sofás como para tres personas, alfombras y todo eso, su casa esta bastante limpia a diferencia de la mía. Encontramos la cocina y en silencio nos sentamos uno del lado del otro en frente de una señora rubia media regordeta de espaldas a nosotros. Carraspee mi garganta y se dio vuelta de golpe pegando un leve grito. Sus ojos fueron directo a el arma que Sonny había dejado sobre la isla en forma de amenaza ¿Porqué lo hizo? Ni puta idea. 

- Tranquila, sólo tendré a su esposo por unos día y nada más, sólo dígame donde se encuentran las llaves de su auto - apuntó con la mano temblorosa hacia un porta llaves en la pared. Asentí. -Muchas gracias - Le sonreí y salí con Moore detrás mía. 

Moore tomo al tipo de los brazos y yo de los pies, como pudimos los metimos en el baúl, subimos al mismo auto que había hecho trisas hace unos minutos y arranque directo a la mansión con Moore. 

  - Bien, ¿Recuerdas lo que te dije sobre este hombre verdad? - Lo mire por unos segundos y luego seguí mirando el camino. 

-¿Tu crees que estaría mal si hagamos que viole a Charmaine porque si no morirá?- De lo sorprendida de lo que salio de su boca casi freno de golpe y me hecho a reír. Fue lo menos inesperado y mas de este ser. 

- Mierda Sonny, ¿Estas bien? - Dije entre risas. 

-¿Podré llenarlo de mierda en la cabeza? o ¿Podemos colgarlo en algún lado? No lo se, lo vi en una serie - Lo volví a mirar con una sonrisa y solté una carcajada. Mierda Sonny. 

- Luego veremos, primero, bajemos a esa bolsa de mierda y llevemoslo a donde estabas tu - Asintió bajando del auto al mismo tiempo que yo. 

Con ayuda de Jonathan, metimos al tipo inconsciente en el sótano, le tapamos los ojos, atamos sus manos, pies y lo dejamos ahí tirado. Por experiencia con lo de Sonny y que el cloroformo que yo tengo, por alguna razón alguna, la persona que lo inhalase tarda como dos días en despertar, es como si estuviese muerto. 

Luego de poner mas de cinco trabas en la puerta del sótano, decidí tomarme un pequeño tiempo de descanso para fumar y pensar un poco en la parte trasera de mi casa. Sentada en el pasto húmedo, con un cigarro entre mis dedos, en silencio y con la cara de Moore en mi puta cabeza. Mierda Sonny, no es fácil ignorar el pequeño brillo que tiene en los ojos cuando me mira, la sonrisa que de vez en cuando tiene. Es tierno hasta con barba y con ojeras este hombre. No pensé que esto iba a pasar, lamentablemente tengo que aceptar que los sentimientos que estuvieron revolviendo mi estomago, no son ganas de cagar ni nada por el estilo, no es nada más y nada menos que el cariño que no se había ido del todo hacia él volvió, y el doble de fuerte que hace un par de años tenia, mierda, mierda y mas mierda. 

- Carajo - Dije para mis adentros mirando el pasto verde. 

- ¿Penny, estas bien? - No me jodas. Levante mi cabeza para comprobar que no estaba loca y como si fuese magia, lo atraje hacia mi con la mente. 

- Si, solo que... tengo mucha mierda en la cabeza y esto es demasiado para mi. - Solté una pequeña risa - No te preocupes - Volví a bajar mi mirada al suelo y apague lo que quedaba del cigarro en la tierra. 

- ¿Te molesta si me siento contigo? - Dice suave, tan suave que hace que mi piel se erice y mi corazón bombee como si fuese a cien kilómetros por hora. Niego evitado mirarlo y en eso siento como su rodilla roza con la mía, esta demasiado cerca y mis nervios aumentan cada vez mas. Scarlett, no tienes quince años, carajo. Escucho como suspira y se vuelve a acomodar unos centímetros más separado de mi. - Se que es un poco incomodo preguntar sobre esto pero... ¿Fue hace mucho lo de tu padre? - Pregunta sin más. La persona menos indicada quiere hablar del tema menos indicado, muy bien Sonny. 

- Hace un año se entero que tenia cáncer, nunca se cuido ni nada por el estilo y hace... tres meses que murió - Suelto mirando hacia el cielo que esta completamente gris, no quiero llorar en frente de él. 

- Penny... - Dice tocando mi rodilla haciendo que mis ojos se junten con los suyos. Mierda - Sé que no he sido la mejor persona contigo cuando estuvimos juntos, ademas siempre hay momentos en los que los recuerdos me consumen la mente y me siento una mierda. Sé que te debo una disculpa y mucho más que eso, por eso quiero que sepas que estaré contigo en todo momento y que me disculpes por todo lo malo que te hice pasar. Es algo de lo que me arrepiento muchísimo de verdad -. ¿Qué? 

- Creo que es un poco tarde para arrepentirse Moore... cuatro o cinco años tarde - Me levanto con furia de ahí, casi huyendo de él, sabia que no iba a terminar bien esta "charla". Carajo esta situación me recuerda a todas las veces que pelee con él. ¿Porqué el parque es tan grande justo ahora? Quiero salir de aquí, necesito estar lejos de Moore.  

Ya a metros de la doble puerta de madera que me lleva a la libertad de esta situación horrible que Moore había creado, me jalan de mi mano izquierda, y como si el tiempo se parará, los labios de Sonny y los míos chocan, formando un beso que no pensé que seria posible. Mierda Moore, no puedo negarme. Extrañe demasiado esto. Las labios secos de Sonny se mueven con los míos, en un puto beso necesitado por los dos, me abraza por la cintura con una mano y con la otro me sostiene la espalda pegándome mucho mas a él y me mete de lengua de forma desesperada haciendo que las dos empiecen a bailar como nunca lo habíamos hecho antes, tira de mi labio inferior, recupera un poco el aire y vuelve a besarme. Mierda Sonny me estas calentando. Tiro de su cabellera negra continuando con el beso tan desesperado que estamos teniendo y me ataca el cuello haciendo que suelte un gemido con su nombre. Y ahí es cuando me percato de que ésto esta mal, muy mal. Me encanta pero esta mal. Me suelto de su agarre, lo miro a los ojos una vez más acariciando sus mejillas rasposas por la barba de unos días y me voy.