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Con un nudo en la garganta, no podía sacar mis ojos de los de Moore ¿Qué mierda le pasa a esté? Él estaba justo igual que yo, no sé si igual de nervioso que yo, pero no me quitaba la mirada de encima. Esto me pone mas incomoda que nerviosa, ya no sé como reaccionar a situaciones "así", desde que termine con él, nunca mas estuve con otra persona, solo por el simple hecho de que me causaba repulsión tener contacto con otra persona. 

Luego de un año de haber terminado con Sonny, lo intente una vez, con un chico llamado Johnny, solo recuerdo que era skater o algo asi, de unos brillantes ojos verdes. Era un ángel, pero lamentablemente me tuve que alejar de él, no quería ni que me tocara, ni siquiera un puto beso, el mínimo contacto que teníamos me daba asco y nauseas. 

El silencio que se había armado entre nosotros dos fue irrumpido por un tono de llamada de un teléfono. Busque entre mis bolsillos y el mio no era, ¿Qué carajo? Es el teléfono de Sonny el que suena. Con un dedo entre los labios, le hice señal de que haga silencio y deslice mi dedo indice por el icono verde. 

- ¿Hola? - Dije intentando cambiar mi tono de voz. 

- Sonny, ¿Donde mierda estas?, con los chicos estamos buscándote hace como dos días, no atiendes el teléfono, no respondes mensajes, ¿Estas bien, hermano?  - Se escucho a un Thomas preocupado por su amigo desde el otro lado de la linea. Rodee mis ojos. Mire a Moore con cara de pocos amigos, coloque la llamada en altavoz y le hice señal para que responda. Separo un poco sus labios secos, soltó un suspiro y logro sacar algunas palabras de su boca. 

- Hey, Thomas tranquilo, estoy bien. Un viejo amigo me presto su cabaña bastante lejos de la cuidad. Necesito despejarme un poco y aclara mi mente por un tiempo por todo esto que me esta sucediendo, no quiero estresarme mucho, ¿sabes? - Luego de eso me miro con una pequeña sonrisa entre sus labios. Con la misma reacción en mi cara y un poco sorprendida decido cortar la llamada. 

-Muy bien Moore, ahora a dormir que mañana será un día movido - Digo guardando su teléfono en mi bolsillo, levantando mi culo del suelo y antes de subir las escaleras le doy una ultima a su rostro un poco alegre y cansado. 

Mierda, tengo que dejar de ser tan amable con este imbécil, no tengo que mostrarme tan "dulce" con él. Supongo que se dará cuenta o ya se dio cuenta de que todavía hay un poco... muy pocos sentimientos hacia él que no se fueron del todo. Presiento que si me muestro muy "simpática" con Moore, se aprovechara de eso y me meta una estaca por la espalda. Estúpido Sonny y su estúpida cara de ángel. 

Saque un pesado suspiro de mi pecho y me deje caer en mi cama por unos segundos hasta que la puerta se abre. ¿Nunca van a dejarme sola un momento? 

- ¿Qué quieres? - Suelto volviendo a poner mi brazo sobre mis ojos luego de saber quien había entrado. Dominick. 

-Nada, lo siento si te moleste... Buenas noches - Y sin mas se fue. 

Bien creo que ya me dejaran en paz por hoy. Con la poca fuerza que me queda en el cuerpo, me quito la remera quedando solo en corpiño y me dirijo hacia el baño. De la puerta del espejo tomo una bolsa ziploc que dentro de ella se encontraban diez gramos de cristal. Últimamente me he estado yendo hacia el otro mundo con estos cristales, y debo de admitir que es la mejor decisión que he tomado. Tomo también un mechero y una pipa de vidrio con forma de una mujer. Me siento en el retrete, dejo la pipa y el encendedor por un lado y me encargo de abrir la bolsa ziploc sacando de ella un par de pequeños cristales. La semana pasada me entere que mi padre, ademas de cocaína, vendía metanfetamina. Y me di el gusto de volver al vicio luego de dos años limpia. 

Con cuidado de que ningún cristal se caiga, metí todos por el orificio de la pipa... estoy metiendo cristales en la cabeza de una mujer pequeña de vidrio que luego tendré que quemarla con el encendedor para luego absorber el humo por su trasero. Esto es tan retorcido. Reí por mis adentro y decidida, metí el humo por mis pulmones para luego de unos segundos soltarlo. Sentía mis ojos pesados y de un momento a otro sentí como mi cuerpo no me perteneciera. Los muebles se movían un poco y como si un demonio apareciera de la nada, siento una bofetada de adrenalina.

Deje caer mi cabeza soltando lo ultimo que quedaba del cristal quemado, guardo todo en su debido lugar y voy con paso lento hacia mi cama dispuesta a dormir. Mis ojos todavía los sentía pesados, prácticamente no los podía abrir, me acomode como pude en la cama y por fin me voy a dormir.  

Sus manos, acariciaban cada parte de mi cuerpo y sus besos mojados iban de mis labios a mis cuello. Su lengua con la mía bailan de una manera que nunca creí que iba a ser. Su barba raspa en mi cuello, pero me encanta, al igual que escuchar sus gruñidos al ritmo de sus emboscadas lentas pero duras, una tras otra. Su pelo que cae en un costado hace cosquillas mi rostro todo sudado. Sus labios hacen que mi cuerpo este a punto de salir de si, y como por arte de magia, me de vuelta, con la mano derecha me sostiene de mi hombro y con la izquierda me sostiene de la cintura y comienza a penetrarme cada vez mas fuerte y rápido.  

Mis ojos se abre de golpe como si de una pesadilla se tratase. No puede estar pasándome esto. Nunca más consumo meta antes de dormir. Suspire entre las sabanas, apague la alarma antes de tirar mi móvil contra la pared. Con paso firme me fui a la ducha, sin tomarme el tiempo de regular el agua, me lave el cuerpo y el pelo con agua fría, me siento sucia, no puedo permitirme tener sueños de esa manera con alguien que tengo en el sótano de mi casa. Me cambie y salí de la habitación. Yendo directo al sótano. 

- Bien Moore, es hora - Dije bajando las escaleras. Sonny me miro con un ojo cerrado, lo había despertado. - Escucha, iras conmigo a la casa de un tipo... eso no importa, lo que haremos es reventarle el auto hasta que salga de su casa y luego nos ingeniamos como traerlo - Dije tomando un bate y entregándoselo al igual que una botella de cloroformo... es la misma que habían usado con él. Sin rodeos él solo asintió a todo lo que decía y me siguió hasta la salida. 

Nos bajamos del deportivo, Jonathan se había ofrecido a llevarnos. No debemos ir con autos nuestros cuando esta cerca de mi propiedad. Con el bate en mis manos, empece a los golpes en todo el auto, sigo en odio hacia mi misma por lo de hoy y esta era la única manera que tengo para descargarme. Los vidrios saltaban por todos lados, hasta que la puerta se abrió y nos dejo ver al hombre que tenia que venir con nosotros. Mire a Moore que fue directo hacia mi, gritándome miles de insultos, me quede ahí esperando a que Sonny se acerque del todo y tomándolo de la cabeza, coloco el pañuelo con cloroformo por unos segundos hasta que el tipo cayo al suelo completamente dormido. 

Secuestrado [Skrillex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora