2/2
Semanas después…
Lanzo el bolígrafo al escritorio y abren la puerta de mi oficina, miro a Rogelio que alza un pañuelo blanco, lo miro confundida y sonriendo entra a la oficina, camina lentamente hasta sentarse frente a mí y sonrío sin entender.
- La paz, por favor – dice y sigo sin entender –
- ¿Paz de qué? – pregunto y suspira –
- Helen has estado muy histérica y todos están aterrados, incluso tu mamá – responde y asiento –
- Perdón – susurro y niega –
- ¿Qué tienes? – pregunta y suspiro pesadamente –
- Nada – susurro y Rogelio asiente sin creerme –Odio sentirme de este modo, no sé cómo seguir sin pensar en Saura Silva, me la tropiezo, la pienso y la sueño, lo odio y no sé que hacer, cuando la veo se me acelera el corazón y siento unas inmensas ganas de, no Helen, tú estás comprometida, resoplo y decido seguir aparentando aunque no me está funcionando del todo.
Después de hablar con Rogelio y mantenerlo tranquilo, se va y me quedo otra vez trabajando o intentando trabajar porque llevo dos semanas que no puedo hacer nada por mi misma, con algunas excepciones claro. Veo el reloj y ya van a ser las 7 de la tarde así que decido guardar todo y ponerme el abrigo para irme a casa.
- ¿Quieres cenar? – pregunta Carlota cuando salgo de mi oficina y sonrío –
- Vamos – respondo y toma mi mano para irnos hasta el ascensor –En el camino vamos hablando y nos despedimos de Cristina, nos acercamos al ascensor y toco el botón para esperar a que baje, apoyo mi cabeza en su hombro mientras hablamos de nuestro día y la dejo hablar a ella de un juicio mediático que tuvo durante unos meses y que hoy terminó.
Unos minutos después salimos del edificio y nos despedimos del vigilante, cada una se sube a su coche y vamos al restaurante, en el camino enciendo la radio y va sonando Simplemente gracias de Calibre 50, voy tarareando mientras le presto atención a la letra y sonrío pensando en Carlota.
- Es hermoso – digo al entrar –
- Sí, ven – dice Carlota y toma mi mano para seguirla hasta una mesa –Nos sentamos y comienzo a detallar el lugar, le voy diciendo lo que me parece y se ríe, amo su risa así que me quedo mirándola y sonrío porque Carlota riendo le da mil vidas a este mundo, me muerdo el labio inferior mientras la rubia se sonroja y me termino riendo.
- ¿Carlota? ¿Helen? – preguntan y me volteo para ver a Eugenia –
- Amiga – chillo y me levanto para abrazarla –
- Ya llegamos – veo a David con Saura y me alejo de mi amiga –
- Hola Eugenia – saluda mi novia y la morena sonríe para abrazarla –
- Hola Carlota – saluda la rubia –
- Siempre es bueno verlas – dice David y asentimos –Los tres se van y les sigo con la mirada, Saura va con una falda de cuerina, unas botas largas con tacón alto y una blusa de tirante a juego, su cabello negro suelto, es hermosa maldita sea, suspiro y reacciono para voltear a ver a mi prometida, le guiño un ojo y nos sentamos para buscar un mesero.
Un rato después estamos entre risas Carlota y yo mientras cenamos, cuando volteo la cara ella me mira y cuando no es ella, soy yo quien la mira a ella y todo esto lo odio. Una hora después Carlota paga y vamos hasta la mesa de los chicos para despedirnos. Al salir del restaurante nos despedimos como siempre entre abrazos y risas, no quiero que nada cambie porque realmente quiero hacer todo bien con Carlota.
Camino hasta mi coche donde me subo y enciendo para irme a casa, en el camino enciendo la radio y va sonando Contactos de Micro tdh, le subo volumen y comienzo a cantarla a todo pulmón mientras mi fallida relación con Saura pasa por mi mente. Un rato después llego a casa y apago el coche, agarro mis cosas y me bajo, camino hasta entrar al edificio y me acerco al ascensor, toco el botón y espero a que abra sus puertas.
ESTÁS LEYENDO
Causa y Efecto part II
RomanceHelen Cáceres, una chica que a sus 26 años ya está estable tanto en lo laboral como en lo personal, una novia "Perfecta" todo iba bien y con una boda en puerta. Saura Silva, una mujer que casi todo lo había logrado en la vida, a sus 25 años ya tení...