María José Franco
Me estaciono y apago el coche, me quito el cinturón de seguridad y agarro mi celular para bajarme, camino hasta entrar a la policía Nacional, miro hacía ambos lados del lugar y me acerco a un oficial.
- Buenas, soy la abogada María José de Cáceres ¿me podría decir donde se encuentra Saura Silva? - pregunto y el oficial voltea a verme -
- Soy el oficial Pasqueale, llevo el caso de la señorita Silva puede seguirme - responde y asiento para seguirlo -El oficial me pregunta algunas cosas y le respondo, al llegar al cuarto de interrogatorio abre la puerta y me deja entrar, volteo a ver hacía Saura y al notar mi presencia se pone de pie junto a Helen.
- Oficial Pasqueale aquí hay un error y no puede tener más tiempo aquí a mi clienta - digo seria y el oficial resopla cansado mientras me mira serio -
- Salgamos un momento - me pide y asiento para seguirlo - le voy a ser sincero, este caso me parece algo dramático - dice y asiento - primero preguntamos a algunas personas de la revista y todas nos dicen lo mismo "la presidenta jamás ha sobrepasado límite con ninguno" ahora, el problema es que la modelo primero denunció y luego lo hizo público en las redes sociales - finaliza y asiento -
- Que enemigo tan grande son las redes sociales oficial, claro cuando las usas para mal - respondo y asiente -El oficial Pasqueale y yo hablamos durante un rato, también se nos unió otro oficial quien se presentó como el oficial Fernández, los tres llegamos a una conclusión así que le pedí que tomarán la mejor decisión en estos momentos, sabemos que el acoso laboral es real pero no es este el caso, al menos no de parte de la acusada Silva, el oficial Pasqueale quedó tan seguro como Fernández y ambos se voltearon a ver, asistieron y me pidieron que los siguieran, asentí y volvimos al cuarto de interrogatorio.
Llaman al oficial Fernández y se disculpa para irse corriendo, en cambio el oficial Pasqueale y yo seguimos hasta llegar al cuarto de interrogatorio. Al llegar abre la puerta y ambos entramos al cuarto, las chicas están sentadas esperando alguna respuesta.
- Saura Silva, puede irse a casa - dice el oficial y volteo a ver a Saura, se encuentra asombrada - eso sí, no puede salir del país y debe estar atenta para cualquier cosa que necesite la policía - termina el oficial y Saura asiente rápidamente -
- Muchas gracias oficial Pasqueale - le agradezco y niega, estrechamos nuestras manos -Las chicas se ponen de pie y se despiden del oficial, las tres salimos del cuarto de interrogatorio y entre Helen y yo llevamos a una cansada Saura pero más allá del cansancio, una Saura pasmada ante tanta barbarie en su contra, muchas veces he visto este tipo de casos, unos si son reales, otros puro inventos pero vivirlo con la prometida de mi hija no es algo muy agradable que pueda decir.
Salimos finalmente de la policía y caminamos hacía los coches, Helen me avisa que se lleva a Saura y asiento para despedirme e ir a mi coche, al llegar me subo y boto todo el aire, miro hacía al frente y recuerdo a Amanda, agarro mi celular y lo desbloqueo para llamarla.
Llamada
- María José dime que ya viste a mi hija, yo voy en camino con Edward - dice rápidamente -
- Tranquila, ya Saura va a casa con Helen - digo y la escucho avisarle a Edward -
- Gracias Marijo, te lo juro que te debo la vida - dice abrumada por la situación -
- Tranquila, tú dale tiempo a Saura para que pueda asimilar esta situación - digo y nos despedimos para colgar -
Finalizada LlamadaResoplo y dejo el celular encima de mi cartera, me pongo el cinturón de seguridad y finalmente enciendo el coche, mientras Helen y yo vamos saliendo vemos como van llegando los medios parecen hormigas reuniéndose frente a la policía nacional, lo más seguro que para saber del caso de Saura, niego y voy detrás de mi hija.
ESTÁS LEYENDO
Causa y Efecto part II
RomansaHelen Cáceres, una chica que a sus 26 años ya está estable tanto en lo laboral como en lo personal, una novia "Perfecta" todo iba bien y con una boda en puerta. Saura Silva, una mujer que casi todo lo había logrado en la vida, a sus 25 años ya tení...