Capítulo 8 parte II. Claro que la quiero

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- Hola Cristina - saludamos al unísono Helen y yo -
- Me encanta que vuelvan a ser las mismas de siempre - dice Cristina y volteo a ver a Helen -
- ¿Las mismas de siempre? - pregunta mi novia y Cristina se ríe -
- Sí, las que parecen almas gemelas - responde y sonrío anchamente -
- Viste, lo somos - le susurro a Helen y le dejo un beso en la mejilla -
- Yo no he dicho nada - se queja y me rio -

Entramos al pasillo para ir hasta nuestras oficinas y en el camino Helen sigue quejándose mientras me rio, terminamos entre risas hasta que llegamos a nuestras oficinas, volteo a verla y me pierdo entre esos ojos avellanas que me llevan enamorada desde hace más de tres años, sólo que al principio no quería darme cuenta. Me acerco cautelosa y pego mi frente a la de ella, nuestras miradas se mantienen fija la una a la otra y sonreímos, le doy un corto beso y finalmente me alejo para que cada una entre a su oficina.

Camino hasta el sofá donde dejo mis cosas y me quito el abrigo, lo dejo también y salgo hasta la terraza, sonrío de lo hermoso que está el día hoy y respiro profundo llenando mis pulmones de este ambiente fresco, me doy la vuelta y camino hasta la cafetera para prepararme un café y así comenzar mi día.

Cristina llega al rato para avisarme de la reunión y asiento, agarro mi taza de café y la libreta junto al bolígrafo para entonces salir de la oficina, camino lentamente hasta la sala y al llegar saludo a todos, me siento como siempre al lado de Fernando y a los minutos comienza la reunión.





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- Todos de pie - pide el asistente del juez y le hacemos caso -
- Este día estamos aquí por el divorcio de los señores Espinoza y también para darle la potestad total a alguno de los dos - dice el Juez y volteo a ver a mi clienta, asiento y sonríe - después de revisar todas las pruebas, escuchar ambas partes, he llegado a la conclusión que - alza la mirada y ve a ambas partes - que María Sánchez tiene la custodia total de sus hijos, por lo tanto Francisco Espinoza va a tener visitas supervisadas, luego les mandaré los días y horas, ya que ambos quisieron llegar hasta estas estancias, hoy 17 de Julio, están legalmente divorciados - sube el mazo y lo golpea para finalmente ponerse de pie e irse -
- ¡Ganamos! - grita mi clienta y me abraza con fuerza -
- Que tengas una linda vida y seas muy feliz - respondo y nos alejamos -
- Gracias abogada, pasaré por sus honorarios - dice y asiento -
- Hasta luego - me despido y me doy la vuelta para salir finalmente de ese lugar -

Al salir del palacio bajo las escaleras rápidamente y camino hasta la camioneta, me subo y dejo el maletín al lado para ponerme el cinturón de seguridad y encender la camioneta, comienzo a manejar y en el camino enciendo la radio, suena una canción muy movida y le subo un poco el volumen para seguir mi camino hasta el bufete.

- Hola - saludo en recepción -
- ¿Cómo te fue Carlota? - pregunta Cristina y me acerco hasta ella -
- Ganamos - susurro feliz y aplaude -
- Nunca dudé que así sería - responde y sonrío -
- Gracias - digo y le guiño un ojo -
- Tu mamá llamó, que vayas más tarde - dijo y asiento -
- Gracias Cristina - finalizo y sigo mi camino hasta la oficina -

Entro a la oficina y suspiro agotada, pensar que es apenas mediodía, el teléfono de la oficina comienza a sonar y camino hasta el sofá donde dejo mis cosas, me acerco hasta el escritorio y lo rodeo para finalmente sentarme, tomo el teléfono para hablar con quien me imagino, mi madre.

Llamada
- Hola mamá - saludo amablemente -
- Hija conseguí el lugar para la boda - dice emocionada y asiento -
- Mándame toda la información - le digo -
- Vengan más tarde y aquí hablamos - suspiro y asiento -
- Te aviso - respondo y me despido para colgar -
Finalizada Llamada

Causa y Efecto part II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora