Capítulo 33. ¿Pidió un desayuno?

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Helen
Un mes después...

La alarma comienza a sonar y me quejo, acerco mi mano a la alarma y la apago para darme la vuelta, recuerdo que ya debo levantarme y resoplo suavemente, me despierto finalmente y sonrío al ver a la pelinegra dormir a mi lado, me muerdo el labio inferior mientras Saura se da la vuelta y me abraza por la cintura para pegarme más a ella, me rio por lo bajito.

- No, no te levantes - se queja Saura y me rio más -
- Debo hacerlo - susurro y niega mientras me abraza aferrada -

Saura finalmente abre los ojos y sonrío negando, paso mis dedos por su rostro y lo delineo lentamente hasta llegar a sus labios, sonreímos y le doy un casto beso. Unos minutos después finalmente me siento en la cama y me estiro lentamente, volteo a ver a Saura quien se apoya con el codo y apoya su cabeza en la mano.

- Que tengas un maravilloso día - me desea y asiento -
- Gracias mi amor - susurro y sonríe mientras aquellos ojos oscuros que tanto me derriten comienza a brillar -

Saura se sienta en la cama y segundos después se pone de pie, se acerca y me deja un casto beso, sonrío y la sigo con la mirada, me rio cuando Saura toma mi camisa de anoche y una braga, vuelve a acercarse y me deja un beso en la frente, la sigo con la mirada hasta que sale de la habitación.

Me acuesto y me estiro mientras sonrío feliz, porque sí, estoy feliz de todo lo que ha sido mi vida estas últimas semanas, estoy feliz de despertar a su lado y por muchas cosas más. Un rato después me siento de nuevo en la cama y envuelvo la sabana a mi cuerpo, me pongo de pie y camino hasta encerrarme en el baño, me acerco al lavamanos y me cepillo, para luego de unos minutos quitarme la sabana y meterme a duchar.

Veinte minutos después salgo del baño con la toalla envuelta al cuerpo, camino hasta el clóset y después de darme cuenta que mucha de su ropa se encuentra aquí, sonrío asombrada y negando a la vez. Me pongo la ropa íntima y luego combino entre mi ropa y la de ella para vestirme.

Treinta minutos después me termino de maquillar y me pongo de pie, me acerco al espejo cuerpo completo y asiento satisfecha, una falda lápiz color negra, una camisa manga larga de botones color blanca, un blazer negro y tacones a juegos. Maquillaje que hace resaltar el color de mis ojos y un labial rosa, una coleta alta y perfecta, totalmente lista.

Me doy la vuelta y me acerco a la peinadora, tomo mi perfume y me echo para luego volver a ponerlo en la peinadora. Tomo la cartera y camino hasta la puerta, salgo de la habitación y camino hasta la sala, veo la bonita mañana de la ciudad desde el ventanal y sonrío encantada, me doy la vuelta y camino hasta la cocina, me encuentro a Saura cocinando y me enamora más.

Entro a la cocina y la abrazo por las caderas, Saura se da la vuelta y le dejo un beso en la nariz para luego darle un casto beso, Saura sonríe y toma mis mejillas, me vuelve a besar y sonrío en medio del beso. Unos segundos después nos alejamos y me recargo de la barra mientras que Saura busca unas tazas.

- Su café - dice después de servirme y asiento -
- Gracias hermosa dama - digo y asiente orgullosa -

Me doy la vuelta y Helen termina de servir el desayuno, Saura rodea la barra y se sienta frente a mí, me siento y le guiño un ojo para luego tomar un trago de café, que maravilla de café. Unos minutos después comenzamos a desayunar y vamos hablando de todo un poco, sobretodo la boda de Amanda y Edward, el teléfono de la casa suena y frunzo el ceño.

- Disculpa - susurro y me pongo de pie para rodear la barra y salir de la cocina, me acerco hasta la sala y tomo el teléfono -

Llamada
- Buenos días - atiendo y volteo a ver el ventanal -
- Te espero en el Palacio - dice Gera y cuelga -
Finalizada Llamada

Causa y Efecto part II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora