Prólogo

6.9K 405 52
                                    

Esta historia puede contener contenido explícito de violencia, escenas sexuales, vocabulario inapropiado y otros parecidos.

La historia es total y completamente de mí autoría, algunos acontecimientos y personajes no existen en el MCU, cómics ni otros. Espero su comprensión.

----------------------------------------------------

Este era un día especial, o quizá un día previo al día especial, no estoy del todo segura, pero sé que este paso es el inicio a algo más grande.

Hace 2 meses apliqué a la preparatoria para Mentes Brillantes, un internado muy exclusivo, para eso, "mentes brillantes", un examen de admisión muy complicado, largo y estresante, pero me admitieron que es lo importante.

Sí, es un honor que mentes brillantes me consideren a mí una mente brillante, y ahora siento que dije muchas veces "mentes brillantes", pararé ahora.

—¿Empacaste todo?

—¡Ay por Dios! ¡Mamá! ¿No puedes tocar la puerta de vez en cuando?— Terminé de empacar los últimos libros de mi estantería en la única caja que quedaba abierta.

—Naciste de mí, desnuda, te bañé y cambié los pañales desde que naciste, te vi desnuda toda la vida, eso no debería preocuparte mija. Eso no debería preocuparte, deberías preocuparte por no haber empacado antes.

—Está bien, entendí.— tomé la cinta de embalaje y cerré la caja de cartón.

—Tu papá nos espera abajo, apresúrate en bajar todo.

Pero en ese instante entró papá por la puerta, sin tocar antes de pasar, tampoco. Tal vez ahora en el internado tendría un poco más de privacidad que aquí.

—¿Puedo llevarme estas?— preguntó mientras se acercaba a unas cajas sobre mi cama. Asentí en respuesta, estaba ocupada guardando las cosas en mi bolso de mano.

—Ya tengo todo listo, podemos irnos.— avisé a mamá, quien seguía espiando cómo y qué cosas guardaba.

—¡Ay mi niña!— mamá se acercó a mí y en el momento en el que estaba lista para recibir un abrazo de su parte, apretó mis cachetes con fuerza, estrujándolos con tanta fuerza que probablemente ella veía una versión deforme de mi cara. — Estás creciendo tan rápido, te voy a extrañar tanto, me vas a hacer tanta falta.

—Yo también te extrañaré mamá.— Intenté vocalizar bien cada palabra, pero con la fuerza que ejercía sobre mi cara, no podía hacerlo.— Pero me estás lastimando.

—Oh, lo siento, ven, bajemos de una vez. Te ayudaré con estas cosas.— Levantó dos maletas llenas de ropa, yo ni siquiera pude moverlas luego de llenarlas, pero ella las levantó como si no pesaran nada, tanto que dudé si realmente había guardado mi ropa ahí.—Dile a Carlos que te ayude con lo que queda y vámonos, que perderás el viaje.

Mi mamá y su loca costumbre de llegar tres horas antes al puerto transportador.

Carlos entró a mi habitación en ese mismo instante, casi chocando con mamá. Tampoco tocó la puerta, pero bueno, ellos nunca lo hacen. Sin decir nada, se hizo con las cajas que quedaban, se quedó y me examinó de arriba a abajo.

—¿Estás segura que puedes cargar tu bolso o también te ayudo con eso?

—Eres muy gracioso.— Lo adelanté, empujándolo.

—¿En ese internado tuyo tienen gimnasios? Te hace falta ejercicio, eres mi hermana y me preocupo por tí, algún día te romperás en dos por levantar tus libros.— Comenzó a burlarse de mí a carcajadas.

—Carlos, déjame en paz, vas muy lento pero alardeas mucho.

—¡Oye! dije que me preocupaba por tí.— Seguía riéndose.

Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora