Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen Stacy

Capítulo 8: Eww

Había pasado casi una semana desde que vi a Gwen por última vez en ese lugar, también casi una semana desde que dejé de usar mis "habilidades" de chica araña, quise pensar que así todo volvería a la normalidad, pero todo estaba hecho un lío.

La ciudad había enloquecido desde esa noche, el problema era que no se enfocaban en lo importante. ¿Quién estaba detrás de ese incidente? ¿Quién manejaba esa máquina de guerra? No parecía importarles luego de ver a alguien saltando de edificio en edificio y de ver a una extraña enmascarada sacando gente de un edificio.

Los demás no parecían notar que estaba enloqueciendo, las preguntas en mi cabeza me estaban matando, tenía tantas dudas de esa noche, y por otro lado pensaba "carajo Tara, no es tu maldito problema", a eso debía sumarle que los medios no dejaban de hablar de mí —bueno, de mí no, de la extraña enmascarada— "La chica que quiso traer a Spider-Man al mundo real", "Niña enmascarada salva a la ciudad", "Fanática de Spider-Man salva a la ciudad", y otros titulares parecidos.

—Esta ni siquiera soy yo.— apagué el teléfono luego de ver otra noticia de esas, en algunas fotos salía Gwen salvando a toda esa gente, y en otras estaba yo, mientras los reporteros me habían acorralado. "¿Cómo se cambió el traje tan rápido?" decía uno de los comentarios. "Necesito saberlo, pronto habrá una comic-con y quiero un cosplay realista" respondía otra persona.

Peter tampoco resultó de mucha ayuda, él y su estúpida adicción por los cómics. De lo único que había hablado los últimos días era sobre cuánto deseaba conocerla. Si supiera que estaba frente a ambas versiones en una misma habitación hace casi un mes.

Lo peor de todo fue haber aparecido en cámaras con la ropa nueva que me había enviado mamá, esa blusa era mi favorita, pero Peter había repetido tanto esos micro-segundos donde me acosaban que sabía que reconocería la blusa enseguida. Después de todo, solo tenía una telaraña en la cara.

Aunque debo decir que hay algo mucho peor que todo eso, mi cuerpo seguía cambiando, no podía tolerar todo esto mientras escuchaba la sangre recorrer mi cuerpo todo el maldito día, cada mínimo peligro despertaba una parte de mi cerebro que quedaba alerta, escuchaba las conversaciones de todo el mundo con claridad y me sentía una completa chismosa —aunque gracias a eso descubrí que MJ está enamorada de Peter, qué lindos.—, sin mencionar que aún no podía controlar cuando pegarme a las paredes, y cada vez que tocaba algo me quedaba pegada a eso, había pasado muchas vergüenzas los últimos días.

—¿No te gustó la cena?— Peter me sacó de mi trance de quejas.

—No mucho.— Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no recordaba lo que era, pero preferí mentir.— ¿Quieres?

Peter solamente asintió con mucho entusiasmo y me quitó la bandeja de inmediato.

Tal vez a Gwen le faltaba práctica con eso de ser una tutora o lo que sea, pero últimamente me sentía débil, sabía que en parte era mi culpa por no alimentarme bien ni poder conciliar el sueño, pero para ser honestos, mis hábitos antes no eran mejor que esto y no me sentía así.

—Iré a descansar, no me siento muy bien.— me levanté de la mesa y dejé ahí a Ned y Peter en la mesa. A veces se sentía tan deprimente que mi único amigo esté en ciencias puras, y que mi otro amigo sea amigo de mi primer amigo, confuso pero bueno. No había hecho un solo amigo en mis clases.

En cuanto llegué a la habitación me encerré en el baño, pensé en que no habría mejor oportunidad que esta para poder experimentar o como se llame esto.

—Experimentar no suena bien.— murmuré para mí misma.

Paso uno: trepar paredes.

Me apoyé sobre una de las paredes que lo único que tenía era un pequeño colgador para acomodar las toallas de baño, era la pared más libre que tenía. Levanté una pierna, acomodando mi pie en paralelo con la pared, en cuanto subí la otra no hubo manera de sostener mi peso ahí. No iba a rendirme al primer intento, tal vez al segundo. Repetí todos los pasos, intentando concentrarme tanto como podía en mantener mi peso elevado, no fallé esta vez, pero no me sentía segura de caminar en la pared todavía. Era extraño porque aquella noche con Gwen, salió casi natural, no tuve que pensarlo, mi cuerpo reaccionaba a las circunstancias, pero tenía que aprender a hacerlo a voluntad. Al menos podría aprovechar esto mientras descubro cómo expulsar el veneno o algo.