Capítulo 67: Conspiración

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No creo que las personas ahí, o las cámaras pudieran captar realmente la tensión incómoda que se formó en ese mismo instante. Ni él ni yo sabíamos que le seguía a esto. ¿Golpear al Alcalde? No es que necesite meditar demasiado como para saber que eso no termina bien para mí. Cassandra fue la única presente que pudo notar lo que pasaba, estando tan cerca de nosotros. La única que se atrevió a intervenir también.

Quitó la mano de su padre casi de un golpe y se acomodó entre nosotros para que los periodistas tomaran un par de fotografías más. Desde esta distancia podía ver el sudor de nerviosismo que cubría la cara del Alcalde, aunque intentaba sonreír para las cámaras.

Punto para mí, no tengo que sonreír bajo la máscara.

No quise quedarme por más tiempo junto a ellos. No me sentía a salvo de nuevo. ¿Qué seguía? ¿Cassandra me quitaría la máscara de un tirón para apropiarse de la gran noticia? ¿O acaso la decena de camionetas de Alchemax intentarían apresarme para encerrarme en un laboratorio? No es que me apetezca averiguar ninguna posibilidad.

Quiero irme. Necesito hacerlo.

Los nervios me ganaron una vez más. ¿Debía despedirme, no? Soy la supuesta heroína de este lugar, no puedo solo huir. Además ¡están grabándome!

No pude hablar estando con Cassandra al lado, me generaba pánico que reconociera mi voz, no es que hablemos demasiado, pero ya tiene bastantes motivos para sospechar.

Tomé su mano y con un apretón y una sacudida un poco tosca me despedí de ella únicamente para salir corriendo de ahí. ¿O volando? Lo que sea que hagan las arañas.

Me detuve un momento en un callejón desolado para meditar lo que acababa de pasar. El reconocimiento fue una trampa, o algo así. O solamente pensó que podría aprovechar el momento, no lo sé. Ojalá pudiera leer mentes, eso sería mucho más útil que lo que sea que hago.

Seguí mi camino porque aún tenía algo que hacer por hoy. Entré de la misma manera que salí de la cafetería y corrí para estar lista. Tan pronto como terminé de atarme el delantal a la cintura entró Joseph con la frente sudorosa.

—¿Dónde demonios te metiste? —Gritó agitado.

—¿Yo? —Me señalé a mi misma. Qué pregunta más tonta acabo de hacer.

Cerré el casillero de un golpe seco porque la máscara estaba ahí dentro.

—¿Sabes lo horrible que está este lugar? Es un caos total. —Se tiró al suelo para respirar, un poco dramático si me preguntan. Nunca suele hablar conmigo y tengo vagos recuerdos de haberle dirigido alguna que otra palabra la noche de Halloween. —Todo el mundo enloqueció porque pensaron que "revelarían la identidad" de esa chica. —Marcó las comillas con sus dedos y dijo esa frase en un tono de burla.

—¿Revelar su identidad? ¿Noticias?

—¿Vives bajo una piedra? Hicieron una campaña enorme en internet para encontrar la manera de revelar su identidad. Qué estupidez. ¿Cuándo has visto un superhéroe revelando su identidad? Bueno... ya sabes a lo que me refiero.

No es que abunden muchos como yo, con poderes extraños y cosas así.

—Claro, entiendo. ¿Charlie preguntó por mí? —Recogí mi cabello en una coleta de caballo para que no se me cayera en la cara mientras limpiaba mesas. O sobre el café de alguien.

Iugh.

Él se levantó del piso finalmente, parecía que recuperó el aliento ya.

—¿Honestamente? No sabe ni dónde está parado, ya reembolsó dos pedidos por haber hecho un mal cobro y esas cosas. —Se ajustó el delantal listo para salir al ataque de nuevo, pero algo lo detuvo. — ¿Dónde estuviste?

Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora