Capítulo 5: Chica nueva

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 Podía creer que estaba loca, pero en todo el recorrido que hice a mi familia, sentía que esa chica rubia me seguía, descaradamente.

Si llevo a mi familia a mi habitación, será muy obvio que ella nos siga hasta acá, y a mí me parece una idea excelente.

—¿Peter vendrá? El horario de visita va a terminar y no lo hemos visto hasta ahora.— preguntó mamá.

—Bueno...— había un detalle muy pequeño que no le conté a mi familia. Al abrir la puerta estaban tía May y tío Ben junto a Peter.— ¡Aquí está!

Mi mamá se quedó mirándome mal por un segundo y luego fue a abrazar a May y Ben.

—No sabía que... existían los cuartos mixtos.— Mamá definitivamente no sonaba feliz, y tampoco sabía disimularlo. Oh mira, algo que tengo en común con ella.

—Carmen, claro que sí. De hecho Peter pasó los últimos cinco meses del año pasado convenciendo a Ned de que se mude de cuarto para poder estar con Tara.— May se acercó a mí para abrazarme también, a diferencia de mamá, sus abrazos no me rompían todos los huesos, lo apreciaba.

Quiero hablar contigo luego.— Cuando hablaba en español no siempre era una buena señal.

Antes de cerrar la habitación para hablar entre todos, pude ver unos mechones rubios ocultarse tras uno de los pilares. No había dudas, me estaba siguiendo, o a alguien de mi familia, qué chica más rara.

Debo admitir que el que hubieran dos baños separados calmó a mi mamá, a papá no parecía importarle, y Carlos estaba ocupado hablando con Peter sobre sus cómics.

—Oye, te falta el primero de todos.— Carlos señaló el estante de Peter.

Trágame tierra.

—¿Qué? No, es imposible, estaba ahí. Tal vez Ned entró a llevárselo.— Respiré mejor cuando culpó a Ned.— ¿Lo viste entrar Tara?

—¿Ah? ¿Yo? No recuerdo, no mientras estuve aquí.

—Hablaré con él luego.

Mientras, sus tíos y mis padres charlaban muy a gusto de cosas que poco me importaban. De hecho, era la única aquí que no estaba hablando con nadie, por eso mismo fui la única que pareció notar que había una persona trepando las paredes del edificio del otro extremo del campus.

—¿Vieron eso?— solo Peter se giró a ver donde yo veía, los demás estaban demasiado inmersos en sus propias conversaciones.

—¿Qué cosa?

Pero cuando volteé a ver de nuevo, no había nadie.

—No fue nada, iré a... ¡Ya vuelvo!— Quise salir corriendo antes de olvidar el camino que esa persona tomó.

—Oh no señorita, tengo que hablar contigo.— Mamá me frenó.

"Estimados padres de familia, el horario de visita ha terminado, les rogamos a todos retirarse de las instalaciones en los próximos cinco minutos."

—Vaya qué exigentes.— Papá se burló.

—Lo siento mamá, tienen que irse, no quisiera meterme en problemas por eso.— Quise zafarme de esa situación incómoda que sería hablar con mamá sobre cosas que realmente no pasaron, ni pasarán.

—Ven Carmen, vámonos.— May pasó por mi lado, enganchandose del brazo y llevándola. Volteó únicamente para guiñar un ojo.

—De la que te salvó.— Peter se puso a mi lado.

—De la que me salvó.

—¿Pero sabes de qué no vas a salvarte? ¿Dónde está mi cómic?

—¡Adiós!

Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora