Capítulo 10: Un viaje un tanto extraño

2.1K 286 48
                                    

—¿Y si este es el momento?

Pregunté algo temerosa de la respuesta. ¿Qué tenía planeado para este momento?

—Estaba esperando que dijeras eso. Sólo hay una condición.

—Me da miedo preguntar.

—Mantén la mente abierta.— Presionó unas cuantas cosas en ese reloj que usaba siempre.

—¿Literal o figuradamente?

—No seas tonta. Ven.— me extendió la mano, detrás de ella un hexágono de luz iba creciendo, tornaba entre amarillos y rojos, se movía constantemente. Hace un mes no me hubiera imaginado esta escena en mi vida, pero aquí estaba.— No te asustes, es un portal. Yo te cuidaré.

Finalmente acepté tomar su mano, ambas ingresamos en el portal.

Estaba cayendo, pero Gwen aún sostenía mi mano.

Llegamos a una especie de garaje, lleno de grafitti en todas las paredes.

—Tú Tierra es la 20 9999, estamos en la Tierra-138. Es la de un conocido.

—¿Un conocido?— Exactamente en el momento en el que terminé de gesticular la pregunta entró otro... otro Spider-Man. ¿Nos multiplicamos literalmente cómo arañas? Preguntaría luego.

Esta persona entró rompiendo una de las ventanas de dónde los encontrábamos, pero no parecía un accidente, incluso cayó al piso con mucha gracia, podía decir que era casi planeado. Tenía un traje muy parecido al de Gwen, y en general a cualquiera de Spider-Man, llevaba unas púas metálicas en la cabeza, podía decirse que eso lo diferenciaba bastante, además de ese chaleco de... No estaba segura, parecía que fluctuaba entre materiales, pero también estaba adornado de tachuelas metálicas y otros elementos que adornaban su conjunto, eso más una guitarra eléctrica que traía en la espalda.

Era consciente de que pasé mucho tiempo analizando a esta persona, pero esa persona no parecía prestarme mucha atención, era difícil saberlo con esa máscara puesta de todas formas.

—No espera. ¿Soy la Tierra cuánto? No, no me digas.— De todas formas no voy a recordarlo.— ¿Sabes algo? Regresaré a casa. Me equivoqué, no tengo dudas, te veo luego, creo.— giré tan rápido como pude para poder encontrar el portal por el que acabábamos de ingresar. Había un problema, ya no estaba, en su lugar estaba otra pared llena de graffitis.—¿Gwen?

Sabía que ella entendió el terror y la desesperación en mi voz porque de inmediato se acercó a mí para tranquilizarme.

—Hey, hey. Tranquila, puedo abrirlo de nuevo. Pero no aún.

—¿Qué? ¿Cómo que no? Tienes que dejar de usar el secuestro como método de enseñanza porque ¡no sirve!

—¿Hola? ¿Alguien en casa? Digo, es mi casa, pero puedo regresar luego.— El otro, otro Spider-Man en la habitación habló, provocándome una taquicardia porque su presencia hasta ahora había sido tan nula que acababa de recordar que estaba ahí.

—Un momento Hobie.— Gwen lo calló de inmediato.— Escucha, sólo demos una vuelta, déjame mostrarte a otros como nosotras.

—¿Otros? ¿Hay más?

—Pensé haberte dicho que el multiverso es infinito, los que son como nosotros... también. Si luego de conocer a Hobie no te convenzo de seguir, entonces te llevo a casa.

—Parece que le estás dando opciones, pero a la vez no.— el enmascarado volvió a hacerse notar.— Si quieres irte, puedo llevarte, no es la única con uno de estos. Es más ¿quieres uno? Siempre quise hacer uno.— levantó su muñeca mostrándome el mismo reloj que Gwen llevaba.

Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora