Capítulo 63: ¿Inmortal?

1K 168 31
                                    

—¿Todo bi...en? —Hobie entró por los gritos de pánico de las dos.

Ambas dejamos de gritar y quité mi mano de mi cara en cuanto noté que prácticamente había desaparecido incluso de la sombra. Como si la hubiera perdido.

Sacudí la mano varias veces de manera ansiosa hasta que regresara a tener piel de nuevo y comprobar si de verdad perdí la mano.

—¡Tara! —Gritó Gwen mientras me apuntaba a la cara. Lanzó una red hasta atrapar a Hobie por la muñeca que aún no sabía muy bien qué hacer.

—Qué pasó. Qué tengo. ¿Me falta un ojo? —Comencé a tocarme la cara con desesperación, giré hasta verme en el espejo una vez, para notar que mi mano seguía existiendo. Algo es algo. —¿Qué tengo?

Pregunté una vez más.

—Sí. ¿Qué tiene?

—Qué no tiene, es la verdadera pregunta. —Gwen se acomodó detrás mío para ver mi reflejo también, y señaló mi ceja, donde ya no había ninguna herida. Ya no tenía la ceja partida. Eso y que otros pequeños raspones que tenía por ahí también habían sanado en ese lapso de tiempo. —¿Qué las viudas negras no comen a algunos machos para nutrientes para sus huevos o algo así?

—Es canibalismo sexual. —Aclaró Hobie. —No creo que aplique en este caso. ¿Comiste alguna araña?

—¿Qué?

—No, no aplica en este caso. —Se respondió a sí mismo.

—¿Entonces acabo de curarme a mí misma? ¿Con mi propio cuerpo? —Decirlo hizo que un escalofrío recorriera mi espalda. —¿Por qué ser una variante de ustedes tiene que ser tan asqueroso?

—¡Oye! —Se quejó Gwen.

—De todas maneras deberías tener cuidado con ella. —Hobie me apuntaba a mí mientras se dirigía a su amiga. —El canibalismo sexual no es un chiste. —Esta vez se giró a hablar conmigo. —No vayas a comerte a mi baterista.

Gwen se atoró con su propia saliva.

—No me estás ayudando. —Reproché. Ignorando lo que quiso decir.

—No intentaba ayudar, solo vine por curiosidad. —Intentaba no reírse pero no lo lograba por completo. —Puede ser una mutación de tu araña. ¿Que tu amigo Mil...? —Le bastó mirar un segundo a Gwen para no terminar el nombre. —¿Qué tu amigo no hacía cosas extrañas?

—¿Además de ofrecer cortes de peinado gratis? —Supuse de quién se trataba.

—Tampoco es que haya indagado demasiado en sus poderes cuando lo conocí.

—¿Entonces a ustedes dos no les pasan cosas así?

—A Hobie... —Pero él le cubrió la boca evitando que Gwen siguiera hablando.

—Pero no estamos hablando de mí. —Pasó hasta mi lado, estiró los brazos de tal manera que al inclinarse hacia mí, su brazo quedó sobre mis hombros, recargando todo su peso en mí.

—¡Haz lo que hiciste de nuevo, pero con tu pierna! —Fue como si a Gwen se le hubiera prendido el foco.

—¿Podemos salir de aquí al menos? —Su cuarto de baño es bastante pequeño para que tres personas estemos aquí dentro, además que el olor a tinte aún lo tengo fresco en mi memoria, y comienza a marearme.

Pasamos hasta lo que debía suponerse que es su sala. Me senté en el sillón y comencé a levantar el botapie del pantalón que llevaba puesto.

—¿Y ahora qué? —Los miré a los dos.

Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora