Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen Stacy

Capítulo 48: Él da miedo

—Bueno, eso creo. Es decir, sí me invitó a salir, pero no sé qué significa eso.

—Que está perdidamente enamorada de tí. —Se metió el sándwich a la boca y se acercó a ponerme el hielo en la cara y otra bolsa en la cabeza.

—Hablo en serio, Peter.

—Yo también. —Hizo una pausa, dejó el hielo en mi cara, y mientras la bolsita caía lentamente de mi cara, él sacó una carta de su bolsillo. —Dejaron esto.

Tomó de nuevo la bolsa con hielo y otra vez la sostuvo en mi cara.

—¿De quién? ¿Quién manda cartas en este siglo? —La tomé entre mis manos. Peter levantó los hombros, negando saber también qué podía ser.

—Yo también tengo uno.

Me lo entregó.

Ambos venían de parte de papá.

—¿Por qué papá mandaría cartas? —Abrí ambas a la vez, ambas contenían lo mismo. —Oh, ya veo porqué.

—¿Por qué?

« "Luchemos por la vida"

Está en tus venas salvar vidas, tú puedes hacer la diferencia.

La vida es el regalo más preciado que puede recibir un ser humano, Alchemax te invita a compartir un poco del elixir que nos da vida.

Lunes 4 de Noviembre.

Campus de "Brilliant Minds Academy".

Tú puedes ser parte del cambio.

Dona hoy, sé un salvador.»

—Mira, hay algo más. —Peter tomó uno de los sobres. Era otra tarjeta, negra, rodeada de una cinta del mismo color, comenzó a leer.

«Dios bendiga a todos aquellos que han acompañado a mi familia en los momentos felices y difíciles a los que nos hemos enfrentado a lo largo de los años. A todos ellos, los invito a despedir a mi querida y amada esposa, que está ahora junto a nuestro Señor.

Para compartir los recuerdos que dejó mi amada Vanessa en el alma y corazón de todos.

Como recordatorio de lo efímera que puede ser nuestra existencia, y lo agradecido que debemos ser con la vida.»

—No quiero decir que suena a una jugada sucia, pero no encuentro mejores palabras.

—Bueno, si Alchemax realiza una colecta de sangre, evitan los impuestos.

—Ahora me siento obligada a hacerlo, y odio las agujas.

—Yo también creo que es casi un chantaje. En la sala de correspondencia todos tenían el sobre. —Peter guardó todo en sus respectivos sobres de nuevo. —No quiero decir que Fisk está jugando sucio, pero sí creo que lo está haciendo. Lo aprecio, pero no esto.

—¿Irás? ¿Es mañana cierto? El funeral.

—Bueno, creo que no sería correcto faltar, ya sabes, perdió a toda su familia. ¿Irás tú? Tu papá estará ahí, sería bueno verlo, aunque no sé si puedas cubrirte esos moretones.

—No... tuve suficiente con uno. Asegúrate de darle mis pésames. ¿Crees que todos aquí hayan sido invitados?

—Si quiere asegurarse de que su donación de sangre sea un éxito, sí. Después de todo, no es la primera vez que Fisk haría algo masivo para su propio beneficio.

—¿Qué quieres decir, Peter?

—Lo de hoy, ¿no te pareció falso?

—¿Qué cosa?