Capítulo 45: Cambio de Estrategia

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—Doctora Olivia Octavius.

—Soy yo. —respondí, no a su presentación. A ser amiga de Peter.

—Sí, ya veo. ¿Tú decoraste para la fiesta?

Oh no.

«Además a todos pareció gustarle como quedó todo, y su decisión de no tener una temática parece haberle devuelto la vida a esta fiesta. Incluso la doctora Octavius quedó sorprendida por los materiales nuevos que incorporó a la decoración. Muy buen trabajo.»

No hace falta recordar las sospechas de Gwen sobre Alchemax, ni mucho menos recordar que la doctora Octavius trabaja para ellos. ¿Sabe algo?

—Yo me encargué de organizar a quienes lo hicieron. —No era del todo mentira, así que creo que soné lo bastante convencible.

—Es una pena que no hayas sido tú quien hizo todo el trabajo. Tal vez entendí mal a la directora cuando no paraba de hablar de tu capacidad de trabajar bajo presión. —Suspiró. —Como dije, una pena. Si ves a Peter, dile que el señor Fisk renunció, me pidió que le avisara en persona, pero no se supone que esté rondando estos pasillos. —Había comenzado a caminar, cuando se quedó quieta de nuevo. —¿La fiesta estaba aburrida?

—¿Ah?

—Te fuiste muy temprano, con esa chica. Podría jurar que te vi desaparecer. —Me lanzó una sonrisa, una falsa. —No importa.

Siguió caminando.

Extraño.

Podría haberle preguntado si sabía donde quedaba la habitación de Cassandra, aunque lo más probable es que no tenga idea. Ni siquiera debe conocer su nombre. De todas formas me había dejado un mal sabor de boca nuestra corta conversación.

Giré a ver por un momento hacia donde iba, pero lo que me llamó la atención fue la joroba que tenía bajo la bata. Era lo mismo que había visto hace unos días en la cafetería, solo que esta vez, oculto.

Podría devolver esto luego, por ahora, debería regresar.

El pánico dejó mi cuerpo en cuanto llegué a la habitación. El sonido de la ducha todavía se escuchaba así que Peter iba a demorarse un rato más.

Dejé la bolsita de seda dentro de mi clóset, ahí estaría libre de cualquier cosa que pueda pasarle, y también yo estaré libre de las preguntas de Peter.

En cuanto volteé la mirada, en mi habitación estaba Gwen. Se tomaba muy en serio lo de "Ghost-Spider".

—¿Qué haces aquí? —Ella tenía una cara de terror. Estaba más asustada por mi presencia, que yo por la suya.

—Aquí vivo.

—Claro, claro. — comenzó a peinarse el cabello con los dedos, con nerviosismo. — Creo que olvidé algo aquí ayer. Pensé en venir mientras tú estabas en clases y Peter durmiendo.

Ya estaba arrastrándose por el piso, buscando bajo ambas camas.

—¿Puedo pasar al baño?

Me aparté para darle espacio. Tardé un par de segundos en sobre cómo darle la noticia de... todo.

—¿Qué pasó? Te fuiste porque tenías clases. ¿No?

Ni siquiera me estaba mirando, seguía inspeccionando cada milímetro del baño.

En parte, hizo mi trabajo mucho más fácil. De igual manera, no existe una manera correcta para decirlo.

—Ahí estaba hasta que nos mandaron a nuestras habitaciones. —me había apoyado contra el umbral de la puerta. —Fisk... perdió a su esposa.

Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora