Capítulo 26: Preparativos

1.7K 261 42
                                    

—Ghostler... ¿Tara? —Ay no puede ser. ¿Por qué a mí? — ¿Está presente la señorita Ghostler?

Casi podía verlo intentando buscarme por el salón, si tan solo no tuviera la cara hundida entre mis brazos, me dormí en clase.

El profesor Bustier daba la materia más importante y a su vez la más aburrida. Amo historia del arte, pero odio su clase. De todas formas, si va a preguntarme algo frente a la clase y dejarme en ridículo porque no le estaba prestando atención, que sea ahora.

—Aquí, lo siento.— levanté la mano para que me viera. Con el antebrazo que tenía libre me limpié la cara, por suerte no babeé.

—Ah, ahí está. —Guió su mirada a una lista que sostenía entre los brazos.— Bueno, es parte del grupo de la decoración, por favor diríjase a la piscina principal en la parte trasera de la escuela.

¿Quién es decoración y por qué no suena a una vanguardia artística? ¿Es una de esas bromas que le hacen a la gente distraída? Como cuando alguien se queda dormido en una multitud y comienzan a aplaudir todos para confundirlo cuando despierte.

—¿Tiene alguna pregunta?— arqueó una ceja, tenía una mirada tan dura y seria que algo me decía que no estaba bromeando conmigo. —Los demás ya deberían estar ahí.

—Vamos Tara, ven conmigo.— una chica que estaba sentada a mi lado me tomó del brazo e hizo que me levantara de la silla.

¿De qué me perdí? Si cuando me dormí habíamos empezado a hablar de la Bauhaus.

Tomé mi cuaderno de apuntes con el brazo libre, a la rápida, mientras era arrastrada hacia la salida.

Antes de cerrar la puerta del salón noté que apenas quedaba un grupo de cinco personas ahí dentro. ¿Pasé tanto tiempo dormida? Se sintieron como cinco minutos de gloria.

—Por lo que sé, todo el grupo de física ya está en la piscina, seguramente los demás llegarán pronto. —dijo la chica a mi lado, quien ya me había soltado y caminaba varios pasos delante mío. —Sí... ¿Sí me recuerdas verdad?— la voz de ella se me hizo conocida, pero no lo suficientemente relevante como para recordar algo que la incluyera en mis recuerdos. —Nunca hablamos pero ya sabes... —nunca fui lo suficientemente buena ocultando mis muecas y gestos, sabía que tenía un gesto confundido, y ella lo notó.— ¿Compartimos todas nuestras clases?

No era una pregunta realmente, estaba más bien... juzgándome indirectamente.

Por como lo veo, tengo dos opciones:

¡Claro que te recuerdo!

Es una respuesta cortés, es una mentira, claramente. Mi más grande problema con esa respuesta es que yo no sé mentir bien, aunque es una respuesta educada, si me descubre deja de serlo.

No tengo la más mínima idea de quién eres, deja de hablarme por favor.

Mi favorita, solo que bueno... quitaría la última parte, odio hablar con gente que no conozco pero a veces hay que ser más... amables.

—Soy Samantha.

"Ah claro, Samantha" Aún así no te conozco.

No... un momento, yo sí que escuché ese nombre... hace unos días, en la lavandería.

—¿La amiga de Cassandra?

—No soy exactamente su amiga, comparto habitación con ella desde hace dos años.— por eso reconocí su voz, más o menos. — ¿La conoces cierto? Me habló un poco de tí, creo que te odia un poco.

Oh... ¿Gracias?

No iba a responder eso.

Con cada paso que nos acercaba a la piscina, se escuchaba mucha gente.

Spider-Woman: Across Our Hearts ৷ Gwen StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora