• Feelings •

¡Quiero dos papás! (Parte 1).

//Edit: hubo cambios debido a algunos problemas presentados con la continuación.//

─No saldré contigo, O'hara.

Respondió sin ánimos. No estaba de humor.

─Sabes muy bien por qué hago esto, Parker.

Ya esperando esa respuesta, una irritante respuesta, de su parte, decidió cerrar la puerta de su casa. Lanzando un cansado suspiro. En su cara se demostraba el cansancio a viva piel. Con ojeras y el cabello desordenado. Volvió a suspirar, tratando de calmar su acelerado corazón y aroma. Maldijo a su lado Omega por ser tan sumiso.

Con lentitud camino hasta la sala de la casa, quedándose quieto en la entrada de la misma. Viendo con cariño a su hijo, quien tenía varios juguetes del increíble Spider-man. Cada uno de un universo y Tierra diferente.

Regalos hechos por Jessica y la sociedad arácnida.

Se quedó en su lugar viendo a su pequeño. Apreciando cada gesto adorable que hacía de felicidad. Apreciando cada palabra y risa. Todo mientras una lágrima caía por su rostro.

Miles volteó a verlo. Con disimulo, quito aquella traicionera gota cristalina.

─ ¿Quieres comer helado, Miles? ─Pregunto con diversión.

─... ─Tardo varios minutos antes de decir: ─Sí, por favor...

Arqueo su ceja. Casi nunca lo veía de esa forma tan pensativa y reservada. Dejando pasar por alto eso. Estiró sus brazos a la espera del chico, quien rápido reaccionó y se dejó cargar por su padre.

Peter empezó hacerle cosquillas, haciendo reír al pequeño de 8 años.

Caminaron entre risas hasta la cocina de aspecto hogareño. Con sumo cuidado, dejo al niño en la silla junto a la mesa.

Empezando a buscar el vaso favorito de Miles y una cuchara. Dejando eso frente al chico, empezó a buscar el helado que le gustaba a su hijo y a él. Chocolate, simple, pero único.

Sirvió hasta la mitad del vaso. E hizo lo mismo con su vaso.

─Bien, toma. ─Se sentó delante de él, comenzando a comer a duras penas ese manjar.

No tenía apetito. Ni ganas de comer.

No desde que Miguel O'hara se apareció en su vida. Ese Alfa, su Alfa, cada tanto intentaba conquistarlo a como de lugar. Aunque la palabra clave allí era "Intentaba", ya que Peter B no dejaba siquiera ilusiones de responder con la misma efectividad al otro hombre.

No caería de nuevo en las garras de un Alfa. Nunca más.

Miró a Miles.

Él era lo único bueno que tenía. A pesar de las circunstancias con que lo tuvo.

Con su mano, limpio la mejilla del pequeño. Haciendo reír al nene.

─Ya, papá. ¡Detente! ─Rio ante los pequeños pellizcos que le daba.

─Vamos, termina eso ya. ─Dejo su acto, para levantarse a dejar el vaso junto a los sucios platos del almuerzo.

Resoplo con molestia. Limpiando los platos y demás con lentitud. Pensando en todo y a la vez en nada.

Él era el sueño de sus pensamientos. Ese crío que no sabía mucho de la vida. Ese quien trataba de conquistarlo. Miguel O'hara, un joven Alfa de casi 25 años.

Desde que se conocieron, gracias a su reclutamiento para salvar el multiverso, ambos supieron que eran destinados... Pero Parker se negaba. No quería nada que ver con un Alfa. Además, ¿Él acaso quisiera a su retoño? No era común que un Alfa quisiera el hijo de otro Alfa, un hijo que no fuera suyo propio.

No quería esa vida para Miles. Terminado de acomodar todo, se secó las manos.

A darse la vuelta, encontró la cara seria de Miles. Una que pocas veces usaba. Algo raro en él.

─Papá...

─ ¿Sí? ─Preguntó con duda, no era normal en Miles esa aptitud. Casi en muchas ocasiones era un carismático y divertido niño. En especial con Gwen, una Alfa. Era muy usual verlos juntos cuando iban a la sociedad arácnida.

─Los demás niños de mi escuela tienen dos papás. ¿Por qué yo solo tengo uno? ─Soltó con tristeza. ─Estás siempre solo... O conmigo...

¿Acaso era su culpa que su papá estuviera solo? ¿Era por eso que estaba triste últimamente? ¿Le estaba quitando su felicidad propia?

─Oh, Miles... ─Con el corazón roto, se acercó a él. Abrazándolo fuertemente. ─No piense nada malo, ¿Okay? ─Fue lo primero que dijo, conocía a su hijo. Siempre se culpaba por todo. ─Es solo que tú... Eres especial y único. ¿Lo entiendes? Eres el mejor niño del mundo y... ─Su voz se cortó.

Por nada del mundo mencionaría la crueldad que sufrió por el padre de él. Y él nunca se enteraría. Así debía quedarse. Como un recuerdo.

Se trataba simplemente de un doloroso recuerdo del pasado.

Se extendieron varias lágrimas por su rostro.

─Sé que te gusta el señor que siempre viene acá. ─Los ojos de Peter se abrieron en par, absolutamente asombrado de esa mención del pequeño. No espero eso, pero recordaba que una vez llego con el aroma de Miguel entre sus ropas, ya que este lo abrazo y acorrala. Debió haber sido por eso que imaginaba aquello. ─ ¡Y yo quiero que sea mi papá! ¡Quiero que tú también seas feliz!

Se separa un poco para ver a los ojos de su hijo. La determinación desbordaba en ellos.

─Miles...

─Podríamos ser los 3. Tú, él y yo. Y podría venir a veces Gwen y Pavitr. Y sé que no te grada que esté con Hobie por ser un desorden viviente, pero es mi amigo y también puede venir... Solo quiero que seas feliz, papá.

Lo que había estado reteniendo esos días por fin salió de su interior. Estaba hecho un mar de lágrimas.

Al parecer no era el único que la estaba pasando mal en silencio. Su hijo también se preocupaba por él y por su muy pequeña familia de dos.

Si su hijo estaba de acuerdo y si Miguel quería a Miles... Entonces no había necesidad de sufrir por recuerdos del pasado, sino crear nuevos recuerdos.

Solo esperaba que Miguel aceptará a Miles.

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¡Y con esto me retiro hasta mañana! Que descansen, banda.