Embarazo (parte 2).

4.2K 452 54
                                    

Un mes y medio desde que ese Omega no le volvió a hablar. Un mes y medio desde que sus encuentros solo son miradas distancia. Un mes y medio desde que escucho sus lindos gemidos.

Los sonidos que salían de su boca al estar excitado era un regalo de Los Dioses. Su piel un manjar. Su rostro lleno de placer era una delicia. Su mirada atrevida y desbordada de lujuria. Todo de era una ambrosía.

De solo pensarlo, le provocaba fuertes reacciones a su cuerpo.

Quería marcarlo, pero no podía.

No podía porque su olfato jugaba en contra. No quería marcar a un Omega que no le perteneciera. No quería marcar al Omega de otro sujeto. No quería marcar y encariñarse con alguien que no sería suyo por completo...

No podía de nuevo hacer eso. No quería sufrir de nuevo con eso... Porque ya ha pasado por eso y dolía inmensamente.

Porque por medio de sus aromas sabían si eran pareja. Y él no tenía esa capacidad que todo Alfa tiene. Una deshonra para los de su casta.

─Admítelo, te sientes atraído. ─Declaro con ternura Jessica.

Lyla, a su lado, asistió a lo dicho por su amiga y compañera de trabajo. Al escuchar todo la historia por parte del Alfa de nombre Miguel hacía Peter B Parker, sabían que había encontrado a su Omega destinado.

Era fácil de deducir.

─Me niego. Sabes perfectamente que no puedo.

Pero difícil de digerir.

─ ¡Oh, vamos! Quieres tenerlo para ti solo, sin saber el porqué. Te atrae, sin saber la razón. Quieres estar a su lado, sentir su calor, llenarlo de cachorros y ser el único en tocarlo. ─Vocalizo Lyla enternecida y divertida ante la cara que le dio O'Hara.

Una cara amarga al escuchar la palabra "Cachorros". No. Miguel no podía tener hijos.

Con rapidez, tomo su tableta y sus dedos tocaron la pantalla con velocidad. Tanto O'hara como Drew la ignoraron, casi siempre era así. No había caso en recriminarle su comportamiento.

─Sabes que tiene razón, Miguel. ─Apoyo Jess.

O'hara solo se dispuso a concentrarse en el papeleo, formar documentos y revisar formularios. Prefiriendo de antemano solo ocupar su mente en esos objetos tan sencillos, en vez del amor.

Ese sentimiento tan hilarante y quisquilloso.

¿En serio era necesario saber el aroma de tu compañero? Sí.

Necesitaba saber si era suyo. Si era solo suyo y de nadie más. Compartir no estaba en su relación con el Omega.

Desde que supo de su condición catastrófica, su falta de olfato, creció con un sentimiento arraigado en su interior. Profundo desagrado hacia el mismo. Por eso se convirtió en genetista, quería encontrar la manera de modificar aquello. Con el tiempo, dejo todo eso de lado y se convirtió en un oficinista. Cansado de no conseguir respuestas concretas. Cansado de perder su tiempo. Cansado de ser alguien anormal a los de su casta. Cansado de los Omegas y sus aromas que no podía sentir.

Cansado de todos los Omegas que solo lo usaban para su celo.

─No te va a gustar lo que te voy a decir.... ─La voz algo nerviosa de Lyla le advirtió de que algo malo se avecinaba. ─Pero te prometo que me lo agradecerás en el futuro. Esta es la única forma, Miguel.

─ ¿Qué hiciste, Lyla?

Jessica, sabiamente, se alejó de ambos. Decidiendo no entrometerse y evitar ese suceso. Prefería simplemente mirar a lo lejos, cómoda y entretenida.

• Feelings •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora