La calidez del lugar producía un acogedor ambiente para los clientes. Asimismo, el aroma dulce impregnado en el local salía al exterior, atrayendo a más personas.
El suave y característico sonido de la puerta siendo abierta, indicaba la llegada de nuevas personas.
Con el típico traje y su pulcritud, atrajo consigo miradas para nada disimuladas.
Un hombre de negocios; alguien poderoso y cotizado, además de joven, el dueño de la mayor empresa existente, estaba allí. En ese humilde y pequeño local no muy popular y poco conocido. Miguel O'hara camino sin prestar atención a ese hecho, era una total pérdida de tiempo aclarar eso.
Siendo ya una costumbre, se sentó apartado de los demás. Dejando un aura de privacidad, mas no tan alejado y oculto.
¿Acaso, él no era un humano como ellos?
Era algo normal ir a locales y cafeterías, incluso para alguien como el CEO Alfa de Alchemax.
Pacientemente, espero. No obstante, solo bastaron pocos segundos para finalizar ese corto periodo de espera.
─ ¡Migs! ─musito con gran ánimo, un aroma suave impregna su nariz.
El de tez morena, inconscientemente, sonrió ante esa tonta sonrisa tintada en el rostro del mesero. Era simplemente contagiosa y atrayente. Al igual que su satisfactorio aroma.
─Parker. ─saludo con cordialidad.
─Te dije que me llamarás Peter, no es justo que yo te llame "Migs" y tú no me coloques las cosas más fáciles, como llamarme por mi nombre. ─señalo con recelo, rodando sus achocolatados ojos.
─La vida no es fácil. ─soltó, mirando con detenimiento la carta con las comidas.
El castaño mayor lo miro de mala forma.
Solo fingía, un total mentiroso.
Ya sabía que iba a pedir, cada que iba siempre pedía lo mismo. Un café oscuro sin mucha azúcar. Entonces, ¿Por qué dejarlo en espera?
─Mi señor, ¿Ya decidió? ─dijo, en acto de venganza. Sabiendo de ante mano que odiaba que lo tratara así.
─Café oscuro sin nada de azúcar.
Tan tajante como siempre, Parker sonrió de lado sin anotar nada en su pequeña libreta.
─Creo que ya tengo algo por el estilo junto conmigo, una gran coincidencia. ─tomo entre sus manos la tasa de café, colocándolo con delicadeza sobre la mesa enfrente del cliente. ─ ¿Algo más?
Después de tanto tiempo frecuentando esa cafetería, en busca de liberarse del repetitivo ciclo, ambos adultos habían congeniado amenamente a pesar de las diferencias jerárquicas y económicas. Sobre todo por la aptitud tan despreocupada y libre de malicia del castaño mayor.
Era muy peculiar su cero codicia para con él. Nunca le pidió nada y tampoco aceptaba sus numerosas propinas. Incluso sus feromonas no funcionaban con él.
Miguel lo miro atentamente. Sus oscuros ojos fueron atrapados por los achocolatados del contrario, los cuales poseían un brillo fascinante.
─No.
Más bien, era él el egoísta avaricioso.
El castaño solo sonrió antes de irse, ya había perdido tiempo de su trabajo y su jefe se molestaría si se daba cuenta de eso. O'hara solo lo siguió con la mirada, disfrutando del café y de la vista.
Quería llevarlo de ese lugar, junto con él.
Darle todo lo que deseara y más de eso para que permanezca a su lado.
Su celular vibró, indicándole la llegada de un mensaje. A veces, su asistente personal preguntaba por qué desaparecía siempre de la oficina a la misma hora y esa vez no era la excepción.
Sin ganas, respondió a medias que ya iría.
Tenía demasiado dinero para comprar lo que sea, pero no podía comprar ese preciado tiempo con ese Omega. Y tampoco quería comprarlo como si fuese un objeto, los deseos y la libertad de ese castaño iban por encima de los suyos propios.
Su celular volvió a vibrar con insistencia, era otra vez su asistente. Pidiéndole sin pena alguna que le llevará un café capuchino con una tarta de fresas de camino a la empresa. Molesto, no respondió.
─Peter. ─llamo cuando lo vio pasar cerca.
─ ¿Dijiste mi nombre? ─se detuvo en seco, mirándolo sin poder creerlo.
─Quiero algo para llevar. ─ignoro, tomando sus pertenencias y terminando su café.
Aturdido, agarró su libreta y bolígrafo. Era la primera vez que pedía algo para llevar.
─Claro... ¿Sí?
Se apresuró en decirle lo que necesitaba, viendo los graciosos movimientos del Parker ante la nueva situación inesperada.
─Que sea rápido, necesito irme ya. ─aclaro, revisando su celular. En poco tendría una junta.
El Omega fue a paso rápido.
Miguel sonrió ante eso, era fácil de predecir las acciones del castaño. Era adorable, un adulto adorable y tierno.
No había manera, ni razón, de negarlo. Estaba enamorado.
Todo de él le encantaba, desde su forma de tratarlo hasta el aura pura que emanaba. Cada pequeña cosa de él le encantaba, incluso sus pocos defectos. Todo le parecía perfecto en ese castaño.
Verlo llegar con su pedido poco después lo tomo por sorpresa, eso fue rápido.
─Perdón por el retraso. ─se disculpó, con la cara roja del apuro y la vergüenza. Moviendo con su mano desocupada las castañas hebras de su rostro.
El Alfa no respondió, más concentrado en sus pensamientos y esa maravillosa escena ante sus ojos.
Agarró entre sus manos la bolsa donde se encontraba su pedido, ya uno de sus guardaespaldas había pagado. Atesoro un poco más esa vista, antes de comenzar a caminar a la salida.
─Parker... ─dijo mientras caminaba.
─ ¿Sí? ─respondió con duda.
Ese día era tan difícil de entenderlo, según el castaño.
─La próxima vez llevaré otro pedido, me gustaría que lo tuvieras a tiempo.
─Yo me encargo, Migs. ─declaro. Contento por ser bueno en su trabajo.
─Bien, hasta luego.
La campana que indicaba la salida del moreno hizo que volviera a respirar con tranquilidad.
¿Por qué late así el corazón solo por eso? Se preguntaba el castaño mientras se agarraba la parte del pecho.
─Es tan raro... pero me gusta...
Sonriendo, volvió a trabajar.
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• Feelings •
Hayran KurguOne-shots y Drabbles de esta hermosa pareja. ·•·•·•·•·•·•·•·•·•·•· ₪ Cada lectura es individual. ₪ Contiene Omegaverse y otros temas que trataré. ₪ Actualizaciones cada cierto tiempo. ₪ No pago terapia emocional si leen algo sad, banda. ₪ Disfruten...