Capítulo 15

239 33 66
                                    


Audrey

En cuanto Ian me vio, se le partió el corazón junto con el mío. En ningún momento por su mente pasó la idea de que algo ocurría dentro de mi matrimonio, sentía culpa, porque me ama y adora, y nunca se dio cuenta de ninguna pista.

Era muy raro que él llorara, y verlo hacerlo esta vez solo me hizo sentir mucha culpa. No me había percatado que al querer esconderme lastimaría a aquellos que me quieren. Ya fue suficiente, no volveré a dejar que sufran por mi, no seré una carga para nadie.

Si pudiera sacarle algo bueno a todo esto, es que al fin Lia conoció a Livette, y como era de esperarse, se llevaron muy bien. Toda la tarde jugamos juntas a todos los juegos de mesa que habían en el sitio, comimos palomitas y después todos se regresaron a sus casas excepto mi hermano y sobrina. Incluso Eiden se fue a la mansión Windsor y nos dejó todo el penthouse para nosotros.

A la mañana siguiente vino una doctora en representación del doctor Harrison ya que tenía que atender una urgencia en su hospital. Ella fue muy cuidadosa limpiando mis heridas y me dijo que no necesité suturas así que en un par de días sanarían.

Ian insistió en que me mudara con él, acepté ya que pasar más tiempo con mi familia me vendría mucho mejor, y la verdad no quería estar en el penthouse de Eiden. Por eso es que estos días me eh estado quedando durmiendo con Liv en el dormitorio de Ian y él en el dormitorio de ella.

No pienso quedarme muchos días ahí, quiero buscar un departamento para mí sola, pero debo juntar un poco más de dinero ya que todas mis pertenencias se quedaron en mi antiguo hogar, o más bien hogar de Gael.

Eiden y Lia decidieron darme la semana libre como reposo y para ver lo de mi denuncia contra Gael. Pagó una fianza para estar libre, tal y como temía; Alex me dijo que lo más seguro es que algún tercero haya intervenido por Gael. Así que no quedaba más que otra que apelar para que un juez de mayor rango llevara el caso, pero eso llevaría días.

Lo único que sí pude conseguir por ahora fue una orden de restricción, que no me ayuda mucho en Índigo ya que ambos trabajamos ahí. Solo tratare de evitarlo a toda costa, levanté la cabeza y lo denuncié pero este miedo no se va, tengo pesadillas sobre él queriendo vengarse de mis acciones, me aterra creer que podría intentar hacerlo de verdad.

Hoy es lunes, después de una semana hoy vuelvo al trabajo, las marcas en mis brazos ya desaparecieron, solo quedan los de la espalda. Eso significa que podre usar algo sin mangas hoy, y no hay algo más que me pueda alegrar hoy.

Me puse una playera corta café clara no tan ajustada, mangas cortas, combinándolos con una falda negra de tablones y unas botas. Mi forma de vestir no es similar a mis diseños, mi enfoque principal son los trajes y vestidos; pero no esos que compras para ir de fiesta o antro, si no de esos extravagantes dignos para la Met Gala, los que usarías para destacar ante todos los demás robando miradas por donde sea. Por eso me he adaptado bien a Índigo, su visión de crear moda que da suspiros es impresionante.

Pero, Gael está aquí.

Aunque este trabajo es algo excepcional no creo poder tolerar estar en el mismo edificio que él. ¿Y si me enfrenta? ¿Y si trata de atacarme en un momento a solas? Ya quise defenderme una vez y no salió bien.

-¿Estas segura de lo que harás? - Me pregunta Ian antes de que yo saliera de su departamento.

- Lo mejor será estar lo más lejos posible de Gael, así que no tengo otra opción. - Respondo.

- Esta bien. - Noto su descontento, él sabía que amaba mi trabajo pero entendía las razones por las que iba a pedirle ayuda a Lia para renunciar.

Llego a Índigo, voy rumbo a ese maldito ascensor pero veo una persona muy amigable me detiene.

Alba: Una Luz de Amor (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora