Eiden
-Estoy embarazada.
Elena cortó de inmediato mi atención hacia los documentos que leía en mi escritorio. Estábamos en mi oficina a solas, la había estado evitando estas últimas tres semanas. Desde aquella noche no le había dirigido la palabra. Ahora estaba aquí acompañada de Teresa, al parecer le dio la noticia antes a ella que a mí.
Le mentí a Audrey, le dije que había decidido pasar esa noche en casa de Alex para tranquilizar mi enojo. Ella, tan dulce y amable, me creyó. Hasta me pidió disculpas por la discusión que habíamos tenido. Al abrazarme, sentía un ardor en mi pecho debido a la gran culpa que me invadía.
Por un tiempo no habían llegado las consecuencias de mis actos, pero ha llegado la hora.
-¿Qué dijiste? -Esto no podía ir peor.
-¿Estas sordo? Estoy embarazada y es tuyo -traía consigo un folder y me lo cedió.
Lo abrí y leí el documento del ginecólogo que decía "Positivo" a la prueba de embarazo. También tenía anexado la fotografía del primer ultrasonido con 2-3 semanas de gestación. Cada palabra en esos papeles hacían temblar el futuro que tenía con Audrey. Mi madre permanecía callada, no había expresión en su rostro.
-Necesitaré una prueba de paternidad.
-Lo supuse, crees que soy una cualquiera -se hizo la ofendida-. A pesar de que fuiste tú quien me llevó a la cama esa noche, te deshaces de las consecuencias de tus actos.
-¡No recuerdo nada!
-Eso no es mi culpa si no tuya por alcohólico -puso los ojos en blanco-. No lo volveré a repetir, es tuyo.
-Quiero estar seguro solamente -aguantaba mis ganas de explotar.
-Yo no vi que le pidieras una prueba de paternidad a la estúpida costurera de quinta que tienes aquí.
-¡Basta Elena! -Le grité furiosamente.
Ella dio un paso atrás, indignada como era costumbre suya. Cambió su expresión y de nuevo mostró ese carácter que acabó con lo que algún día tuvimos. Lo que hizo que perdiera todo sentido de cordialidad hacia ella.
-No importa Eiden -se cruzó de brazos-. De todos modos lo abortaré.
Quedé atónito. ¿Cómo sería capaz?
-No estarás hablando enserio...
-¡Claro que sí! Si dudas de mi palabra ¿Qué me queda por hacer?
No lo podía creer, amenazaba la vida de un bebé por mí. Respecto a las semanas de gestación que tiene, era muy probable que fuera mío, demasiado probable. No podía permitirme perder otro hijo, ahora tengo la oportunidad de impedirlo. Miré a Teresa buscando ayuda y después de mucho tiempo, intervino por mí.
-Querida -se acercó a Elena y la abrazó por un lado-. Son demasiadas emociones, le podría hacer daño al bebé. Déjame hablar con mi hijo y te alcanzaré despues. Te aseguro que no será necesario un aborto.
Inconforme, Elena salió de mi oficina. Teresa tomó el folder con los documentos de la prueba, analizándolos a detalle, su silencio empezó a generar suspenso.
-Me sorprendes Eiden, dos mujeres embarazadas.
-No sé qué pasó, yo... -me interrumpió.
-No es momento para lamentos. Eres un Windsor -soltó los papeles de golpe y me fulminó con la mirada-. Ahora escúchame, la solución es simple. Esperaremos hasta que el bebé tenga las semanas suficientes para realizarle una prueba de paternidad.
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Alba: Una Luz de Amor (Libro #1)
Romansa¿Alguna vez te han roto tan profundo hasta el alma? ¿Qué sería lo primero en tu mente si hubieran pruebas de que nada fue como creías que había sucedido? ¿Qué pasaría, si descubres que tu pasado está más presente que nunca? Amor. Dolor. Perdón. Exis...