Capítulo 43

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Eiden

-Estoy embarazada.

Elena cortó de inmediato mi atención hacia los documentos que leía en mi escritorio. Estábamos en mi oficina a solas, la había estado evitando estas últimas tres semanas. Desde aquella noche no le había dirigido la palabra. Ahora estaba aquí acompañada de Teresa, al parecer le dio la noticia antes a ella que a mí.

Le mentí a Audrey, le dije que había decidido pasar esa noche en casa de Alex para tranquilizar mi enojo. Ella, tan dulce y amable, me creyó. Hasta me pidió disculpas por la discusión que habíamos tenido. Al abrazarme, sentía un ardor en mi pecho debido a la gran culpa que me invadía.

Por un tiempo no habían llegado las consecuencias de mis actos, pero ha llegado la hora.

-¿Qué dijiste? -Esto no podía ir peor.

-¿Estas sordo? Estoy embarazada y es tuyo -traía consigo un folder y me lo cedió.

Lo abrí y leí el documento del ginecólogo que decía "Positivo" a la prueba de embarazo. También tenía anexado la fotografía del primer ultrasonido con 2-3 semanas de gestación. Cada palabra en esos papeles hacían temblar el futuro que tenía con Audrey. Mi madre permanecía callada, no había expresión en su rostro.

-Necesitaré una prueba de paternidad.

-Lo supuse, crees que soy una cualquiera -se hizo la ofendida-. A pesar de que fuiste tú quien me llevó a la cama esa noche, te deshaces de las consecuencias de tus actos.

-¡No recuerdo nada!

-Eso no es mi culpa si no tuya por alcohólico -puso los ojos en blanco-. No lo volveré a repetir, es tuyo.

-Quiero estar seguro solamente -aguantaba mis ganas de explotar.

-Yo no vi que le pidieras una prueba de paternidad a la estúpida costurera de quinta que tienes aquí.

-¡Basta Elena! -Le grité furiosamente.

Ella dio un paso atrás, indignada como era costumbre suya. Cambió su expresión y de nuevo mostró ese carácter que acabó con lo que algún día tuvimos. Lo que hizo que perdiera todo sentido de cordialidad hacia ella.

-No importa Eiden -se cruzó de brazos-. De todos modos lo abortaré.

Quedé atónito. ¿Cómo sería capaz?

-No estarás hablando enserio...

-¡Claro que sí! Si dudas de mi palabra ¿Qué me queda por hacer?

No lo podía creer, amenazaba la vida de un bebé por mí. Respecto a las semanas de gestación que tiene, era muy probable que fuera mío, demasiado probable. No podía permitirme perder otro hijo, ahora tengo la oportunidad de impedirlo. Miré a Teresa buscando ayuda y después de mucho tiempo, intervino por mí.

-Querida -se acercó a Elena y la abrazó por un lado-. Son demasiadas emociones, le podría hacer daño al bebé. Déjame hablar con mi hijo y te alcanzaré despues. Te aseguro que no será necesario un aborto.

Inconforme, Elena salió de mi oficina. Teresa tomó el folder con los documentos de la prueba, analizándolos a detalle, su silencio empezó a generar suspenso.

-Me sorprendes Eiden, dos mujeres embarazadas.

-No sé qué pasó, yo... -me interrumpió.

-No es momento para lamentos. Eres un Windsor -soltó los papeles de golpe y me fulminó con la mirada-. Ahora escúchame, la solución es simple. Esperaremos hasta que el bebé tenga las semanas suficientes para realizarle una prueba de paternidad.

Alba: Una Luz de Amor (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora