Eiden
Podría dar una lista larga de todas las maldiciones que ya le he dicho a Margaret Harper en mi mente, si no fuera porque está muerta yo mismo me hubiera encargado de que lo estuviera, no importaba que fuera la madre de Audrey. Tampoco estoy muy feliz con Teresa, ella me obligó a irme y no pude estar ahí para los dos. Para mi hijo.
Me sentía furioso, y por primera vez en años insuficiente, me daban ganas de golpear al primero que se me cruzara de frente, destruir todo a mi paso, solo quería dejar salir mi coraje hacia esas dos mujeres, pero más coraje hacia mí mismo.
Al salir de la habitación de Audrey en el hospital, seguí a William hacia su oficina junto con Dylan. A mi padrastro siempre se le veía feliz, prácticamente llevaba una vida bien sin problemas, algo que hasta los demás millonarios envidiarían. Pero al estar los tres solos en el consultorio pude notar que los problemas ya venían para él.
Prácticamente quiso saber toda la historia de hace años, quizás por curiosidad, quizás porque escuchó que mi madre estuvo involucrada o simplemente porque se trataba de mí. Al ser prácticamente mi padre, podía confiar en él, siempre he tenido su apoyo.
Después de contarle lo ocurrido ya juntando ambas versiones, apoyó ambas manos en el escritorio con la cabeza baja, nadie supo por años lo que mi madre me obligó a ocultar, a excepción de Dylan.
Antes de hablar dio un lento suspiro.
- Entonces ¿Es cierto que tu madre le dio dinero a la madre de Audrey? - Dudaba en responderle, él era un hombre gentil, correcto y sobre todo honesto; saber que su esposa le ocultó algo de esa gravedad a todos quizás no le caería bien.
- Fue lo que me dijo. . .según ella Margaret fue a buscarla y a pedirle dinero amenazándola con denunciarme por violación.
- De hecho - Intervino Dylan - Ese dinero fue utilizado para sobornar a la enfermera y a los dos oficiales de policía que habían tomado la declaración, por eso no quedó pruebas de nada y Margaret salió ilesa.
Eso me tomó por sorpresa, pero fue cuando Dylan nos explicó que entre él y Audrey habían hablado con la enfermera, y ella se los confirmó, fue un poco inesperado ver una interacción entre ellos dos solos.
- ¿Teresa lo sabía? - Preguntó William, entendí que esa pegunta era para mí. - ¿Sobre el embarazo?
- No lo sé. - Me crucé de brazos y mi mirada divagaba. Aún no podía descifrar si existía la posibilidad de que ella supiera del embarazo que tuvo Audrey en aquel entonces, y si sí, no se lo perdonaría. - La confrontaría pero no quiero verla ahora, solo quiero estar con Audrey.
- Eso ya todos lo pudimos notar ayer. - Respondió Dylan, se atrevió a dar una muy leve sonrisa de lado viéndome de reojo. - Gritó algo muy. . .¿declarativo?
Rápidamente le contesté con un golpe medio en el hombro, lo cuál no lo hizo mover mucho pero sí sacar una pequeña risa. Es muy raro de él reír enfrente de la gente, siempre conserva su estilo serio sin expresiones como si analizara todo el entorno siempre. A excepción de la familia, con nosotros se liberaba un poco de vez en cuando, solo Lia lo hace hacerlo más.
- ¿Declarativo? - Preguntó nuestro padre como si se hubiera perdido de algo.
- Preferiría no hablar de eso. - Respondí con cierto gruño, puse los ojos en blanco e iba a decir otra cosa pero Dylan me interrumpió.
- Algo como: "Es mi vida" - Alzó ambas cejas para lograr molestarme un poco más y claro que lo consiguió.
- ¡Ya no sigas! - Me moría de la pena, no era conocido por ser así, las mujeres iban detrás de mí, no yo de ellas. - Creí que estábamos hablando de algo serio.
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Alba: Una Luz de Amor (Libro #1)
Romance¿Alguna vez te han roto tan profundo hasta el alma? ¿Qué sería lo primero en tu mente si hubieran pruebas de que nada fue como creías que había sucedido? ¿Qué pasaría, si descubres que tu pasado está más presente que nunca? Amor. Dolor. Perdón. Exis...