Capítulo 19

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Eiden

-Dylan Harrison ¿A donde demonios te fuiste?- Pregunté al teléfono. Yo seguía en Índigo, ya era muy tarde.

- Tenía que atender un asunto - Respondió Dylan al otro lado.

- Necesito que vuelvas.

- Es tarde Eiden, no creo poder volver hoy. ¿De qué se trata?

- Nathan consiguió las pruebas, estoy cuestionándome si confrontar a Gael ahora.

Mi hermano por fin había conseguido y juntado las pruebas necesarias para incriminar a Gael Spencer por sus constantes desviaciones de dinero. Al fin podía mandar a la rata inmunda tras las rejas, al fin podía sacarlo de Índigo y de la vida de Audrey.

- Aunque quisieras confrontarlo ahora lo más seguro es que ya no esté en Índigo a estas horas, tendrás de hacerlo mañana. - Me dijo Dylan.- Y deberías prepararte, lo más seguro es que Teresa también quiera intervenir.

Eso era lo que más me tenía pensativo, mi madre me ordenó encargarme de la situación y tenía que mantenerla al tanto. Pero conociéndola armaría un drama si se entera que Audrey trabaja aquí, y mucho peor, que es esposa de Gael. Estaría más tranquilo a no ser porque ella llegó hoy de su viaje de negocios, ojalá se hubiera quedado unos días más en Francia.

- ¿No podría William ayudarnos con distraerla?- Pregunté.

-Eiden, él es su esposo, pero ni él podría distraerla del trabajo.

- Carajo. Te veo mañana entonces- Respondí antes de colgar.

Mañana sí que será un largo día.

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Al día siguiente al llegar a mi oficina Nathan ya me estaba esperando. Habíamos estado esperando mucho por este momento, le daría un cierre a un problema que causaba estrés para mi madre y para todos nosotros. Al fin demostraría que con los Windsor, nadie juega.

Gael fue llamado a mi oficina en cuanto llegó a Índigo, el suspenso ya abundaba antes de que entrara por esa puerta.

- Estemos alerta, no sabemos cómo pueda reaccionar. - Les dije a Nathan y a Dylan, ambos asintieron.

En cuanto él pasó por esa puerta, traté de contenerme y no aventarme encima de él para darle la paliza que se merecía. Me limité a solo apretar la mandíbula y mis puños, me mantuve sentado mientras Nathan y Dylan permanecían a parados a cada lado de mi escritorio.

- Bien, déjame ser claro contigo Spencer, no me agradas.- Le dije como si eso fuera un secreto. -Pero siempre he dicho que lo personal se mantiene aparte de lo profesional.- Asentí hacía Nathan para que sacara las copias de los registros de salidas de dinero sin concepto.- Te daré una sola oportunidad para que te salves.

Se quedó pasmado al ver los registros, su mirada empezaba a temblar pero hacía el esfuerzo por disimularlo.

-Desconozco a qué te refieras Eiden.- Contestó.

- No te hagas el inocente. ¡Y para ti soy Windsor!- Azoté el escritorio, saqué más papeles y unas fotografías de él retirando el dinero en un cajero en las afueras de la ciudad.- ¡Este eres tú! - Lo señalé.

- ¡No!¡No es cierto!- Se levanta pero Dylan lo sentó de nuevo bruscamente con una sola mano en su hombro.- ¡Están mintiendo!

- Las cuentas externas están a tu nombre - Le dice Nathan y ríe- Hasta para robar hay que tener cabeza.

- ¡Malditos! - Gritó y después se dirigió a mí - ¡Tú solo haces esto para joderme la vida! ¿Es por Audrey verdad?

- Te juro que si se tratara de ella, ya estuvieras muerto.- Dije acercándome más a él con ganas de noquearlo al suelo.

Alba: Una Luz de Amor (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora