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—. Basta deja de quejarte Georg—golpeé su hombro molesta porque se movía a cada rato y eso me terminaba desesperando.

—. Arde debieras tener piedad—suplicó con ojos de cachorro triste.

—. Eso lo vieras pensando antes de—empuñe con más fuerza el algodón lleno de alcohol sobre su ceja rota.

Maldijo en voz baja apretando su mandíbula con fuerza.

—. Lo vez que rápido y sencillo fue, gracias por tu gran cooperación —sintonize en sarcasmo ya qué no dejaba de moverse a cada instante atrasandome a curar sus heridas.

—. Que gran hermanita tengo—se abalanzó a mi cuerpo abrazándome con fuerza.

Empeze a reír sin parar cando sus negras intenciones se hicieron visibles haciendo cosquillas en todo mi abdomen.

—. Basta, bastaaa Georg—ordené muerta en risas removiendome como gusano dislocado—. Te lo ordenó como hermana mayor—quería escucharme autoritaria pero la verdad que no podía con tantas cosquillas.

—. De edad únicamente porque sigues siendo tan enana como de costumbre —se burló en mi cara porfin dejando de hacerme cosquillas.

Golpeé su pecho por su arrebato.

—. La edad es la que mantiene el poder así qué sigues siendo el menor—le saqué la lengua en modo de burla.

—. Vaya pero la más mayor—río a carcajadas ganándose una mala mirada mía.

—. Muévete Georg es mi turno —llegaba Tom empujandolo fuera de mi vista.

—. Pero si haya esta Tann—callo sus palabras al ver como ella y Gustav únicamente se besaban sin parar.—. Consiganse un puto cuarto—gritó sobresaltando a ambos qué no dudaron en enseñarle el dedo corazón y continuar con lo suyo.

—. EESOO ES SEXO A LA VISTA—Gritaba Tom llevando su ambas manos a su boca exclamando con bastante burla.

Tanny y Gustav se separaron esta vez molestos encaminandose a las escaleras volviendo a mostrar sus dedos corazones furiosos.

—. Buena esa—gritó eufórico George levantando las palmas hacia Tom donde chocaron fuertemente.

Sus carcajadas sonaban por toda la sala, mire de reojo Bill como movía su cabeza en modo reproche, genial almenos uno de los cuatro tenía madures.

—. No es gracioso—cruze mis brazos mirándolos enojada.

—. Huy no esto no es nada bueno, suerte Tom es tu turno—George palmeo los hombros de Tom huyendo déjandonos solos.

Aun con mis brazos molesto no despegue mi mirada desaprovatoria. Tom únicamente miro por todos lados buscando algo y caundo lo consiguió, jalo de mi cintura hacia su cuerpo quedando muy unidos.

Jadie de sorpresa no me esperaba ese arrebato.

—. Pero que estas haciendo —miraba por todos lados asustada con miedo que apareciera Georg. Golpe su pecho intentando safarme pero este Tom era muy fuerte.

—. A ver muéstrame esa carita de berrinchuda—tomó mi rostro sonriendo con burla.

—No empieces con tus juegos—achine mis ojos demandante.

—. Cuales, estos? —ladeo una sonrisa lambiendo su aro.

Deslizó sus manos lentamente hasta tocar mi trasero subiendo mi vestido rozando sus dedos sobre la fina tela de mi braga.

Mi respiración se agitó desesosa de querer más que sus manos.

—. No Tom, no es buena idea—susurré llena de pánico, lo conocía tan bien como para saber de sus impulsos.

First Love(Tom Y Bill Kaulitz) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora