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-. No, nos vas a presentar - en todo el rato que estuve pude volver a escuchar la voz del pelinegro,

-. Se que nunca les dije que tengo una hermana, no vivimos mucho tiempo juntos pero aun así la quiero demasiado, agradezco nos haberles dicho porque conozco sus alimañas- su vista no despegaba de los gemelos -. Pero la conozco tan bien como para saber que no les hará caso, ella prefiere una vida lejos de los escándalos por la imagen que cuida sobre ella a diferencia de nosotros, por lo tanto no quiero que la metan en escándalos fuertes no saben lo mucho que la perjudicarían, siendo una de las mejores empresarias reconocidas por donde sea.

Esta vez su tono no era de enojo era serio con cada una de sus palabras, me conocía tan bien para saber que prácticamente huía de los reporteros, ambos gemelos me miraban sin creer lo que decía Georg sobre mi.

-. Mad el es Tom - señaló al chico de rastas, su mirada era muy coqueta, su rostro era fácil de descifrar no se que tantos pensamientos obscenos invadían su cabeza porque no dejaba de mirarme muy provocativamente, su rastas hacían juego con una banda sobre el y unas muñequeras del mismo color, su ropa era demasiada holgada para su cuerpo, pero había que admitir que se le vía demasiado bien, su rostro en verdad era perfecto, demasiado guapo, sus ojos tan llenos de brillo cada vez que chocabamos miradas.

Se acercó hacia mí dejando una mano sobre mi cintura y otra sobre mí espalda atrallendome hacia el pegando por completo nuestros cuerpos, sentí un escalofrío por todo mi columna, jamás había tenido tanto contacto físico con un persona, sus manos me habían mandado una corriente eléctrica.

-. El gusto es mío de conocerte -susurro tan bajo que solo yo escuché, su voz sono totalmente ronca y provocativa, su tacto me ponía bastante nerviosa.

Georg lo miró molesto por su acción, quitando su cuerpo y sus manos sobre mi.

-. El siguiente es Bill- el pelinegro me miraba en silencio, sabía las intenciones de Tom porque lo miraba enojado después que despego su mirada de mi.

Bill era más que diferente, empezando por su cabello negro, sus ojos bien difuminados en sombras oscuras su ropa era ajustada a diferencia de Tom, me gustaba su estilo, lo notaba como un chico que hacía las cosas sin importar las críticas de los demás, cosa que me hacía mucha falta aprender a mi, me abstenia a realizar ciertas cosas por miedo a que me criticaran, sus ojos eran como dos lagunas vacías pero con mucho brillo se las daba muy bien para esconder sus pensamientos, era demasiado guapo, sus facciones tan irreales.

Ambos eran tan altos pero Bill lo era mucho más, a lado de ellos yo me veía muy pequeña, no parecía la grande aquí.

Se acercó dandome un abrazo cálido tan suave, en el veía mucho cuidado al tocarme, era tan dulce tan tranquilo lo que Tom era provocativo e insinuoso.

-. Un gusto conocerte, espero nos llevemos muy bien
Su vos era tan suave.

Por impulso le di un leve beso en su mejilla, era tan dulce Bill que lo merecía, me gustaba la forma tan delicada que me trataba, se sorprendió pero en su rostro se dibujo una gran sonrisa.

-. Hey para mí no hubo beso, no se vale- de nuevo Tom hablaba enojado quejándose mientras Bill lo miraba burlándose de él.

-. Tu tocaste de más así que no empiezes - el sabía que me refería a mi cintura así que solo se resigno.

-. Por último Gustav- era el más tímido supongo, desde que estoy aquí se acercó hablarme únicamente para sacarme por la puerta, pero me erradia más a aires de una persona tranquila, lo cual eso buscaba, alejarme de todo lo divertido porque eso solo dejaba malas experiencias.

-. Ahora viéndolos juntos, me es difícil entender que son hermanos, no se parecen demasiado, tu saliste bonita y el pues... Ahí las lleva - Gustav se burlaba de Georg que solo lo miraba enojado.

First Love(Tom Y Bill Kaulitz) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora