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Desperté con los brazos de Bill aferrados sobre mi cintura, sonreí al verlo durmiendo plácidamente con su rostro tan sereno, observe sus labios entre abiertos, sus pestañas eran tan largas y encorvadas, deslize las yemas de mis dedos trazando su perfecta nariz respingada y que podía decir sobre su cabello estaba todo hecho un relajo con mechas platinadas sobre su rostro,me hizo reír con gracia. Pero aún así mantenia intacta su belleza única.

—. Bill despierta —susurré despacio, bajando las yemas de mis dedos el pequeño lunar bajo sus labios, se veía tan apetecible qué repartí un beso cálido sobre el.

Abrió sus ojos lentamente dejándome ver su hermosa sonrisa llena de una hilera perfecta de dientes, tallo sus ojos tiernamente acoplandose a la luz que se colaba sobre la ventana.

—. Esto sí es despertar entusiasmado a lado de mi chica — acaricio mi cabello seguido de mi rostro volteando a verme con sus ojos avellanas tan brillosos.

Sonrei ante su alago tocando su rostro suavemente.

—. Hora de levantarnos —me levanté de la cama seguida de Bill quien me jalo de la cintura, dedicandome esas sonrisas que me hacían derretir, recorrió mi cuerpo hasta que su dulce sonrisa se desvanecio cambiando su mirada por una preocupada tomo mis brazos con delicadeza inspeccionando cada parte de ellas.

—Madd que te paso aqui—señaló las marcas que ya se habían vuelto moradas a lado de los rasguños del día de ayer —. Y no digas que fue del altercado, parecen hechas con demasiada fuerza — miraba las marcas en mis brazos, transando cada gran longitud que abarcaban. Su mirada subió a mis ojos preocupado esperando una respuesta de mi.

—. Lo puedo explicar pero no ahorita, quiero hablarlo con todos —evité su mirada separandome de su agarre tratando de ocultar mis brazos.

—. Esta bien pero no tardes mucho, me preocupas demasiado y se que esas marcas no son normales, necesito saber que estas bien y poder ayudarte—tomó mis mejillas dando un beso sobre mi frente.

—. No hay nada que preocuparte ya ha pasado—traté de tranquilizarlo pero no lo había conseguido continuaba mirándome con sus ojos llenos de angustia.

No dijo nada más al respecto, deposito un casto beso sobre mis labios dándome su apoyo.

—. No tardes—suplicó y salió por la puerta vigilando que no hubiera nadie serca.

Era de las cualidades que me gustaban de Bill me daba mi espacio sin obligarme a nada, sabía escucharme y entenderme aun así lleno de mucha angustia qué lo mantenían demasiado preocupado.

Ente al baño haciendo mi necesidades, limpie mi rostro mientras cepillaba mis dientes, me detuve por un momento a observar las marcas moradas, en verdad eran grandes, mis brazos parecían mayugados se podía notar con claridad que eran hechas con mucha fuerza, ya no dolían pero al recordar las que las hizo me daba coraje.
Pero saben que más me daba rabia que la forma de sus ambos manos obtuvieran la forma sobre mis brazos. Coloque una bufanda donde deje que los lazos largos cayeran sobre mis brazos tratando de disimular los moretones.

Respire profundo tomando fuerza bajando las escaleras donde me encontré con Tanny quien venía apenas bajando como yo.

—. Que sucede te encuentras bien—camino apresurada hacia mi tocando mi frente tantas veces frunciendo su ceño alterada—. No resfriado no es, tu temperatura está muy bien—chilló de felicidad.

—. No es nada créeme que estoy perfectamente bien—avise para calmar sus nervios visibles—. Ven aquí debo hablar con todos—tomé su brazo guiándolo hacia la sala.

—. Por cierto antes de que se me olvide toma lo dejaste en el auto ayer despues de tremen....—calle sus palabras, me daba vergüenza que haya sido escuchada por ella y Gustav pero no dejaba de verme pervertidamente—. No ha dejado de sonar deberías revisar, el sonido ha estado muy insistente— tomé el télefono guardandolo sobre mis bolsillos, tenia algo más importante que hacer que revisar mi teléfono.

First Love(Tom Y Bill Kaulitz) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora