First Love(Tom Y Bill Kaulitz)

4

A través de la puerta me abrió un chico de cabello negro como la noche con leves mechas platinadas que le combinaban, tenía sombras oscuras sobre sus ojos, tenía una pequeña perforación sobre su ceja, un aro que le quedaba muy bien, su atuendo era totalmente oscuro, y por último sus uñas pintadas del mismo color, llenas de extravagantes anillos, quedo mudo al solo verme, estaba muy cambiado a la última vez que lo llegué ver de lejos.

— Vengo a ver a Georg— inicie la conversación.

—. De parte de quien— su vista me recorría de arriba hacia abajo sin apartar su mirada de mis ojos como si buscará algo en mi.

—. Lo lamento pero esto es algo entre Georg y yo ,le podrías decir que tiene visitas de favor.

No quería decirle quien era, no quería arruinar el secreto de mi hermano al ocultarme.

—. Lo siento pero no está, además como llegaste hasta acá, tenemos prohibida la entrada.— dirigi mi vista al chico que se posiciono a lado del pelinegro evitando que pasara, era un poco más bajo que el y el color dorado de su cabello me hacía recordar al de Georg.

No les hize caso y entre a la fuerza pasando sobre los dos, buscando con la mirada indicios de Georg, pero solo vi un chicos más.

Uno de rastas, era tan alto pero no a comparación del pelinegro, admito que tenía un buen rostro, parte de sus rastas eran ocultas por una gorra y una bandana sobre su cabeza, sus rastas eran entre rubio y castaño una mezcla de ambos, en sus labios había una pequeña perforación, un aro negro con el que no paraba de juguetear mientras me miraba sin pudor.

Hizo un comentario sobre mi cuerpo, solo voltie los ojos ,enserió que son como dicen en las noticias, unos chiquillos calenturientos o es de las pocas cosas que sabia sobre la banda, la verdad no estaba enterada de nada más que de Georg, no me di la tarea de investigar al resto.

Iba contestar el comentario del chico rastas sobre mi cuerpo pero el golpe de una puerta cerrada con mucha fuerza me detuvo, claro ese chico rubio estába mintiendo ahí estaba Georg frente mis ojos.

—. Ya te dije Tom que tus enrredos no pueden estar aquí, esto es privado — Georg grito molesto en dirección al chico rastas

—. Esta vez no es mía lo juro—alzó sus brazos luciendo inocente —. Pero si gustas puedes ser una —me miro guiñando un ojo de forma jugetonamente

Y de nuevo ahí estaba ese chico calenturiento, me lanzó una mirada lascivia, era muy coqueto o talvez era su naturalidad porque se le daba muy bien, perdí mi mirada en el rubio diciéndole no que no estaba, el solo me miraba apenado.

—. Lo siento pero no puedes estar aquí — no lo deje terminar.

Camine hacia Georg y le laze un golpe leve en su cabeza como estaba de espaldas lo tome por sorpresa, se volteo enojado de quien provenía pero al sólo verme su rostro quedó petrificado, quedo sin habla no sabía cómo reaccionar.

—. La próxima vez que me dejes con la palabra en la boca por teléfono te ira peor Georg — lo señale con mi dedo muy enfadada.

—. Mira en verdad no puedes estar aquí, Georg tendrás que decirle que se retire ya dile de una vez que solo fue para un noche no la sigas ilusionando — ese rubio me miraba con pena.

—. No tan rápido guapa estoy disponible para ti—camino tan rápido a mi pocision, de nuevo esa sonrisa coqueta en ese chico con rastas, quedo tanto cerca de mi que se atrevió colocar sus manos sobre mi cintura, eran tan alto que solo podia verlo levantando mi cabeza.

En un instante Georg lo quito de mi lanzandolo con fuerza al lado contrario de la habitación.

—. No te acerques a ella, es prohibida para ambos — George apuntó al peligro y el de rastas.