Capítulo 18

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Bebí de mi recién comprada malteada mientras caminaba por el centro comercial de la manada, seguida de Ivanne. Ambas sosteniendo bolsas llenas de cosas nuevas que me gustaron mucho a decir verdad. Ivanne me recomendaba lugares, me hablaba de todo lo que tendría que saber estando aquí. Incluso me contaba historias sobre algunas personas interesantes.

-Creo que eso es todo -mencioné-. Ya no quiero seguir recorriendo, me siento cansada.

-Entiendo, Luna. Pediré que traigan el auto -dice ella sacando su celular.

Ambas fuimos hasta la entrada principal del centro comercial, donde nos pasó a buscar un guardia que nos ayudó con las compras. Nos subimos y puso en marcha el auto con dirección a la casa de Ethan. Miré por la ventana para distraerme, me concentré en los lobos que vivían felices y libres en su propia manada. Me hizo pensar en la mía, los extrañaba... otra vez.
Solté un suspiro pesado e intenté apartar esos recuerdos y pensamientos relacionados con mi familia. Volví la vista a las personas pero ya habíamos llegado de regreso a la casa. Bajamos del auto, Ivanne y el guardia se ofrecieron a llevar todas las cosas pero yo insistí en ayudar. Finalmente solo me dejaron llevar dos bolsas de las pequeñas.

-Alpha, buenas tardes -escuché a Ivanne.

Me giré y me encontré con Ethan mirando las bolsas en nuestras manos, me mira directamente a mí por un tiempo pero termina volviendo la mirada a Ivanne.

-¿Qué han comprado?

-Cosas para la señorita, ¿sabía usted que hace unos dibujos muy hermosos? -Ivanne me sonríe y yo sentí mis mejillas ardiendo.

Quería evitar mirar a Ethan pero mi curiosidad por su reacción me ganaba, por lo que terminé mirándolo de reojo y notando que él mantuvo su vista en mí, una mirada curiosa y fija.

-No lo sabía -responde simple.

Quedamos en silencio, uno bastante incómodo a decir verdad. Ivanne es quien nos salva de este silencio al romperlo.

-Bueno Alpha, iremos a dejar las nuevas cosas de la señorita. ¿Necesita algo?

-Por el momento no, Ivanne. Gracias. Estaré en mi habitación.

Ivanne asiente antes de hacer una reverencia. Se gira y me señala que camine escaleras arriba, eso hice, pero estando en la mitad de las escaleras miré por encima de mi hombro y noté a Ethan aún mirándome fijamente. ¿En qué será en lo que está pensando?
Pero cuando suspiró y dio media vuelta para irse, sentí como mi pie fallaba un escalón y perdía el equilibrio.

-¡Luna! -Ivanne intentó sujetar mi mano a la par que trataba de atrapar el barandal de las escaleras pero ambas fallamos.

Cerré los ojos esperando el doloroso impacto pero lo único que sentí fue un par de brazos que me sujetaron a tiempo. Al mirar me encontré con la profunda mirada de Ethan frente a mí.

-¿Siempre eres tan torpe? -pregunta pero parecía querer reír en lugar de ofenderme.

-L..Lo siento -murmuré apenada por el incidente.

Bajé la mirada pero observé los lugares donde su piel tenía contacto con mi cuerpo. Era extraño... esta vez lo sentía diferente, no quería apartarme.

-Oh Dios, señorita, ¿se encuentra bien? ¿No se ha lastimado? -Ivanne baja las escaleras apresurada.

-No, estoy bien -respondí.

Ethan se endereza, ya que se había arrodillado en las escaleras para atraparme, manteniéndome aún en sus brazos. Sube las escaleras y cuando estuvimos en el pasillo fue cuando me dejó en el suelo y se apartó de mí.

-Gracias... -susurré bajando la mirada de nuevo.

-Estoy cansado, no causes más problemas ¿quieres? -pasa junto a mí metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón pero se detiene luego de pocos pasos-. Ivanne, asegúrate de que no se haya lastimado.

-Por supuesto Alpha, ahora lo haré.

Miraba a Ethan con confusión, mientras que él solo me daba la espalda y a pesar de la respuesta de Ivanne, no volteó y siguió caminando hasta entrar en su habitación. Solté un suspiro muy profundo pero Ivanne toca mi hombro.

-Vamos, señorita -asentí en respuesta empezando a caminar- ¿No le duele nada?

-No por el momento...

Cruzamos frente a la habitación de Ethan y no pude evitar quedarme pensando mientras la miraba.

-¿Por qué es así? -pregunté en voz alta.

-¿Qué quiere decir? -cuestiona Ivanne.

-Digo... él me odia, pero... parece preocuparse... -volví la mirada al suelo-. O eso aparenta, no estoy segura.

-No. Tiene razón -respondió ella sonriendo.

Llegamos a la habitación y ella cierra la puerta mientras yo me sentaba en la cama, apoyando mi cabeza en mi mano con el codo en mi rodilla. Ivanne se sienta a mi lado y posa su mano en mi rodilla.

-El Alpha no la odia, Luna... él solo está asustado.

-¿Cómo? ¿Él asustado? -negué sin poder creerlo.

-Ya no es un secreto, usted sabe lo que pasó con la señorita Emma. Y sé que entiende a nuestro Alpha... ¿o me equivoco? -no respondí y solo aparté la mirada-. Nuestro Alpha tiene miedo a sentirse vulnerable, ha sufrido mucho desde la infidelidad de su antigua pareja, odiaba verse así y es por eso que cuida mucho sus sentimientos.

Seguí en silencio. Aún no creía que fuera suficiente como para aceptar sus excusas. Lo único que él quiere de mí es su fuerza, ahora que estamos juntos nos necesitamos para no ser débiles y morir con el tiempo.

-Luna... -sentí la mano de Ivanne sujetar delicadamente mi rostro para hacerme verla a los ojos-. Tiene razón en decir que nuestro Alpha se preocupa por usted, porque lo hace. A pesar de luchar en contra de sus emociones es imposible no empezar a sentir algo por usted, su Mate.

-Pero si está intentando no hacerlo... eso quiere decir que no quiere sentir algo por mí, ¿para qué tratar de conseguir lo contrario?

-Nadie la está obligando a intentarlo, es usted quien quiere conseguir el amor de nuestro Alpha.

Me sonrojé al instante y cubrí mi rostro con mis manos, Ivanne suelta una leve y dulce risa que respuesta su sentimiento de ternura hacia mi reacción.

-N..No creo eso -respondí.

-Yo sí. Pero no tiene nada de malo, es normal -dijo ella suspirando-. Estoy segura que algún día lo conseguirá, solo... no debe de rendirse. Pero... ¿quién son yo para decirle que hacer? Tampoco es mi intención presionarla y mucho menos obligarla a hacer algo que en realidad no quiere. Si de verdad quiere irse de aquí, yo la ayudaré.

-¿Cómo? -pregunté volviendo a mirarla.

-De cualquier forma. Pero si es lo que usted desea...

Dejé de hablar y preferí pensar. Ivanne se levanta y se endereza frente a mí para hacer una reverencia.

-Debo irme, si necesita algo solo hágamelo saber.

Asentí sin más. Ivanne se va pero cuando abrió la puerta me llegó levemente el aroma de Ethan, pero desapareció al instante. Ivanne se despide y cierra la puerta al salir, dejándome sola de nuevo. Suspiré profundo, no sabía que más pensar pero era lo mejor, ya no quería seguir pensando en nada más.

Aunque fue inevitable...
Fue inevitable recordar su profunda mirada y lo segura que me sentí cuando caí a sus brazos como en esas novelas románticas. Me sentí en una, fue extraño. Siempre había visto películas y leído libros de ese tipo, pero nunca creí experimentar algo así y mucho menos luego de saber mi situación actual con mi Mate... No me lo esperaba para nada.

¡¿POR QUÉ APARECISTE?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora