Capítulo 5

33.7K 2.3K 97
                                    

"¡¿Por qué apareciste?!"

Esas palabras me perseguirán para el resto de mis días, a donde quiera que vaya, ahora no podré borrarlas de mi cabeza ni aunque quisiera. Me duele. Duele tanto recordar ese momento de desilusión en cuanto su mirada conectó con la mía, cuando me vio con furia y molestia.

Además del dolor de perder a mi familia y mi manada se mezcla con el rechazo de mi Mate y es imposible no llorar todas las noches o sentirme desolada todo el tiempo. Mi cuerpo sana, pero mi corazón sigue roto. No importa que hiciera, no importa qué tanto me esfuerce para pensar en otra cosa, no puedo olvidar el dolor que simplemente no desaparece.

Me levanté de nuevo para ir a la ventana y mirar la luna que era mi único consuelo. No tenía nada más que ella y su luz brillante que me bañaba con calidez. Era como si la Diosa Luna me mirara y me acariciaba con sus brazos maternales para consolarme y susurrarme que todo estará bien. Quizás no sea cierto, pero quería creer que sí.

-Vamos, ¡camina!

Me giré rápidamente cuando alguien cae frente a mi celda. Lo observé bien, era un vampiro. Voltea desde el suelo y muestra sus colmillos a los guardias que lo empujaban. Ellos lo golpearon para que bajara la cabeza y volviera a levantarse. Se lo llevaron para encerrarlo en una celda un poco lejos de la mía. Me acerqué a los barrotes para mirar, pero me sobresalté cuando mi Mate apareció, caminando frente a mi celda, sin dirigirme siquiera una mirada.

Lo observé en silencio, vi cuando se acercó a la celda del vampiro y se paró en frente para mirarlo.

-Podemos hacer esto por las buenas o por las malas... Es tú elección, vampiro. Si me dices lo que quiero saber, tu muerte será rápida e indolora. Si te niegas... será todo lo contrario. ¿Entiendes?

Su voz aún más fría y monótona me heló la sangre. Se sentía peor que cuando me hablaba a mí. El vampiro jadeaba por las heridas y el cansancio de luchar contra los guardias. Escupió a los pies de Ethan como respuesta.

-Vete a la mierda, lobo.

Ethan solo se queda mirándolo antes de darse vuelta, dando a entender que se irá y lo dejará allí.

-Te daré esta noche, elige bien. Mañana por la mañana me darás tu respuesta y eso definirá tu destino.

-¡Nunca traicionaré a mi rey! ¡Jamás te diré nada! ¡Tú y tu maldita especie pueden arder en el infierno, todos!

Ethan lo ignora y vuelve a pasar frente a mi celda, pero sorpresivamente se detiene. Me mira sin decir nada, me observa de pies a cabeza hasta conectar nuestras miradas. Mi cuerpo se sintió como si una corriente eléctrica lo atravesara por completo, me ericé pero él no pareció interesado. Apartó la mirada y se alejó de nuevo y sin pronunciar palabra.

Los guardias van tras de él y nos quedamos solo el vampiro y yo en este lugar. Seguía mirando hacia la salida hasta que escuché un silbido del otro lado.

-Eh, bonita, mira acá ¿quieres, preciosa? -se ríe el vampiro.

-¿No nos estabas maldiciendo a todos nosotros hace un momento? -lo miré asqueada.

El vampiro estaba en el suelo, adolorido, pero aún sonreía mientras recostaba su espalda contra los barrotes de su celda.

-Aparte de linda, muestras las garras, me gusta... Tu sangre huele exquisita.

Rodé los ojos y me alejé de los barrotes. Me acosté de nuevo en la cama y miré al techo sin poder dormir por el momento. El vampiro seguía silbando como si llamara a un perro, se reía y burlaba de mí para llamar mi atención pero yo lo ignoré. Me giré hasta estar acostada de lado, mirando hacia la pared e hice oídos sordos ante sus comentarios.

Luego de mucho tiempo él pareció cansado, dejó de hablarme y solo nos quedamos en silencio. Pude dormir horas después gracias a la tranquilidad, pero ahora no podía dejar de pensar en ese contacto de miradas que tuve con mi Mate. A pesar de odiarme, su mirada era tan intensa que no podía evitar que tuviera efecto en mí.

Soñé de nuevo con la misma pesadilla a la que ya me había acostumbrado pero a pesar de eso seguía sintiendo terror. La muerte de mi familia, el odio de mi Mate. Volví a despertar de un sobresalto a la mañana siguiente, justo a tiempo cuando los chicos aparecieron con mi desayuno.

-Hola -saludan ellos mientras entraban.

-Hola... -respondí sentándome en la cama y suspirando.

-¿Dura noche? -cuestiona Zack dejando la comida a mi lado.

-Como todas. La cama es incómoda -mencioné.

-Hm... creo que eso podemos arreglarlo. Quizás el Alpha acepte a al menos darte una mejor cama.

Agarré la comida y empecé a comer un poco aliviada porque realmente tenía hambre.

-Eh, ¿y para mí no hay desayuno? -escuchamos del vampiro en la otra celda-. Esa muchacha se ve bien deliciosa.

Se ríe mientras que los chicos gruñen y yo lo ignoraba.

-¿Por qué no lo encerraron abajo? -cuestiona Zack molesto- ¿Te molestó toda la noche?

-Desde que llegó, pero no queda de otra más que ignorarlo.

Ambos permanecen en silencio en lo que yo comía. El vampiro seguía y seguía molestando hasta que la puerta del calabozo se abrió y aparecieron unos guardias para llevárselo. Su sonrisa se borró al instante y yo miré la escena intrigada.

-Es hora.

-Ya hablarás.

Los guardias entran a la celda hasta agarrar al vampiro y sujetarlo mientras esté forcejeaba.

-No hablaré. No les diré nada.

-Eso ya lo veremos. Camina.

Lo empujan para que lo haga. Él me mira de reojo pero se va, lo llevaron a otro pasillo y no fuera de aquí. Todo quedó en silencio cuando se escuchó una puerta pesada cerrarse. Zack y Aarón cerraron los ojos y bajaron la cabeza mientras tanto. Pareciera que les molestaba algo. No entendía qué hasta que escuché gritos que helaron mi sangre.

Los gritos se hicieron más fuertes cada vez y más aterradores. Abrí los ojos a más no poder y sentí un revoltijo en el estómago. Mi apetito se cerró al instante, ya no quería ni ver la comida. Los gritos no se detenían, hasta empezó a suplicar que lo mataran de una vez para que dejara de sufrir. Zack y Aarón finalmente reaccionaron.

-Lo siento, tenemos que irnos -dijeron.

-¿Vas a seguir comiendo? -pregunta Zack.

Negué con la cabeza y le entregué el plato con comida. Él me mira como si se disculpara antes de irse junto a Aarón. Me dejaron sola, escuchando los gritos de dolor del vampiro. Me caía mal ese tipo pero a la vez sentía pena por él. Quería vomitar.

¡¿POR QUÉ APARECISTE?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora