Capítulo 19

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Podía sentir mi cuerpo tumbado en la cama, los ojos cerrados y mi respiración calmada; sin embargo, toda tranquilidad en mí se desvanece en un instante, podía sentir la presencia de alguien. Quería levantarme y saber quién era pero aún no estaba lo suficientemente consciente como para hacerlo. Necesitaba de algo que me ayudara a despertar, y ese algo fue una mano cubriendo mi boca de forma repentina.

-¡Hm! -abrí los ojos de golpe pero me quedé quieta.

-No grites, soy yo -Ethan coloca un dedo sobre sus labios para indicarme que me callara a la par que me suelta.

-¿Ethan? -comenté sorprendida- ¿Qué... Qué sucede? ¿Qué haces aquí?

-Por ahora guarda silencio -mira a todos lados y me intenta tomar de la mano pero por acto reflejo me sobresalté.

Pareció recordar que no podía tocarme, solo que esta vez... antes de que se apartara, tomé su mano. Mi cuerpo recibe una fuerte sensación electrizante y placentera con nuestro contacto, por su reacción supuse que sintió lo mismo. Me mira sorprendido por pocos segundos pero lo deja de lado para hacerme levantar de la cama y llevarme hasta la puerta. Se asoma por esta y mira por el pasillo, me observa e indica con la cabeza que lo siga. Por supuesto que lo hice.

Caminamos a paso rápido y en silencio, él estaba tan tenso y atento a los alrededores que pensaba en que si emitía un mísero ruido lo desconcentraría. Quería volver a insistir en preguntar lo que estaba ocurriendo pero se detuvo en seco, colocó su brazo en frente de mi cuerpo para mantenerme atrás de él y nos quedamos en completo silencio.

-Ethan, ¿qué suce...?

-Atrás.

Al instante me empuja hacia un lado y sujeta la muñeca de un cazador que sostenía una daga de plata, había aparecido de la nada. Solté un jadeo de la sorpresa, Ethan lo aprieta hasta que se escuchaba su hueso partirse, el cazador grita de dolor pero Ethan lo toma por la cabeza y lo golpea tan fuerte contra la pared... era impresionante la fuerza de un Alpha y su capacidad de reacción.

-¿De dónde...? -no me da ni tiempo a preguntar cuando Ethan me jala.

-Vámonos.

Me lleva escaleras abajo casi a tropezones, pero al estar en el último escalón alguien dispara hacia nosotros. Ethan me hace retroceder a la par que él pero igualmente se lleva una rozadura en el brazo, gruñe y golpea al cazador que había disparado, contra el suelo hasta provocar que el mármol de este se rompiera. Pisa su cuello rompiendolo inmediatamente, aparté la mirada asqueada y espantada. Odiaba ver estas escenas.

-¡Huh! -sentí un gran peso que me derribó contra el suelo pero al mismo tiempo algo quemaba en mi cuello.

Un cazador enreda una cuerda de plata por mi cuello de modo que quemaba de forma horrible, apretando tan fuerte que sentía como si fuera a cortarme el cuello con esto, pero antes de que eso suceda, Ethan lo toma por el cabello y lo lanza lejos hasta quebrar el ventanal. Respiré bruscamente en busca de aire, empecé a toser y Ethan me sujeta para levantarme. Me toqué el cuello, pero dolía.

-Debo llevarte al refugio, ahora.

En ese instante escuchamos como algo empezaba afuera. Ethan me saca de la casa mientras yo terminaba de toser, presenciamos como los cazadores comenzaban a atacar a la manada y todos corrían de un lado al otro. Algunos huyendo, otros ayudando a la huida y otros yendo a pelear. Vi a los guardias de la casa de Ethan muertos en la entrada, fue así como consiguieron entrar aquellos dos.

-Por aquí -Ethan vuelve a jalarme.

Pero no podía moverme.
Veía la escena y sentía algo familiar en esto. Los cazadores atacaban a todos con desenfreno y despiadados, los lobos respondían de igual forma.

-Thalía.

Ethan intenta llamar mi atención pero un cazador enreda una cuerda de plata en su muñeca libre y lo jala, apartándolo de mí. Al soltar nuestras manos sentí como todo caía sobre mí como un balde de agua helada, retrocedí y tropecé con mis propios pies hasta caer al suelo mientras veía a Ethan rompiendo la cuerda y sujetando del cuello al cazador, pero pronto vinieron más a ayudar al enemigo. Él no tuvo más remedio que transformarse y pelear con verdadera habilidad. Miré a todos lados sintiendo mi respiración más agitada.

Me agaché para refugiarme entre mis brazos con cada disparo que escuchaba. Cada grito y llanto... me hicieron recordar a mi manada y ya no supe si estaba con Ethan o había vuelto a la mía, donde mis padres habían muerto. Cubrí mi rostro entre mis manos mientras sollozaba tratando de detener todo a mi alrededor, quería que todo parase. Quiero que nada de esto sea real...

Algo me empuja hasta hacerme caer por completo en el suelo, y de repente siento algo frío contra mi frente. Abrí los ojos de par en par cuando vi a un cazador sujetando su arma contra mi cabeza.

-N..No, por favor... -murmuré sollozando.

El cazador sonríe de lado pero Ethan muerde su hombro y lo lanza lejos, colocándose él sobre mi cuerpo. Suelta un rugido gutural y potente, miré al cazador pero Ethan ya corrió hasta él y mordió su cuello hasta separarlo de su cuerpo. Regresa conmigo, noté las recientes heridas en su cuerpo, eran pocas y leves, nada importante o al menos a él no parecían importarle. Me ve temblando y sollozando, parecía no entender por mi reacción nuevamente, pero entendía que no podría reaccionar de otra forma así que estaba paralizada. No podía correr.

-No puedo... -solté apretando mi mano en la tierra-. T..Tengo miedo...

A pesar de admitirlo sentía que no le importaba, que se enojaría por ser una carga para él. Quería levantarme y alejarme de aquí para no molestar pero realmente no podía. Mis piernas no respondían a mis órdenes.

Ethan deja escapar un leve gruñido para llamar mi atención, lo miré a los ojos pero él se acercó hasta mí por completo y apoyó su cabeza en mi hombro, o mejor dicho... me abrazó con aquel gesto. Abrí los ojos de par en par ante este acto tan repentino.

-No debes de tener miedo... Estoy contigo. Nadie va a tocarte mientras yo siga aquí.

¿Era posible sorprenderme más? Yo creo que no...
Su respiración calmada me hizo sentir mejor, podía escuchar hasta sus latidos acelerados. Sin darme cuenta me dejé llevar por sus palabras y lo abracé, rodeé su cuello con ambos brazos aunque no llegara a terminar de rodearlo y sollocé un poco más. Él acaricia mi espalda con su cabeza levemente, pero entonces me anima a subir a su lomo y me hace sujetarme.

Justo a tiempo, cuando los cazadores nos rodearon, Ethan saltó sobre ellos y los esquivó junto a sus balas. Se alejó de ellos, en realidad, nos alejó de todos. Miré hacia atrás, como la manada seguía luchando, pero Ethan corre tan rápido que los perdí de vista en un segundo. Y en donde la lucha no ocurría, disminuyó el paso, llegamos hasta unos guardias que custodiaban una puerta contra un muro de tierra: el refugio.

Me bajé del lomo de Ethan cuando él se inclinó justamente para que lo hiciera. Entonces se volvió a su forma humana.

-Entra, mantente a salvo -dice como si me ordenara.

-S..Sí... -murmuré pero lo vi preocupada-. Ten cuidado, por favor...

Noté cuando abrió los ojos de par en par por pocos segundos, casi no disimula su sorpresa. Suspira profundo y acerca su mano hasta mi rostro. Esta vez dejé que lo hiciera, tenía curiosidad de lo que haría. Aparta mi cabello e inspecciona mi cuello.

-Ve a que te curen eso.

Asentí en respuesta. Ethan se aleja de mí pero no aparta su mirada, al menos no de inmediato. Finalmente se vuelve s transformar y se va corriendo de regreso a la batalla. Solté un suspiro pesado y angustiado, ¿realmente estará bien?

¡¿POR QUÉ APARECISTE?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora