Capítulo 41

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Poco a poco comencé a ser consciente de mi cuerpo y de que estaba despertando. Suspiré profundo al sentarme y mirar a mi alrededor, busqué a Ethan pero no estaba por ningún lado. Sentía confusión, crei que estaría junto a mí al despertar, pero ni siquiera estaba en el baño. Me levanté, aunque pude sentir mis piernas débiles y una leve molestia en mi zona baja, consecuencia de lo de anoche. Me puse lo primero que vi, mis shorts y la remera de Ethan. Salí a paso rápido pero estando en las escaleras me detuve en seco al oler algo delicioso.

Entré a la cocina, guiada por el aroma de mi Mate junto a la comida y lo vi con sus pantalones grises puestos, pero eso era todo. Estaba cocinando y se veía bien haciéndolo.

-Te has levantado más temprano de lo que creí -me distrae de mirar su espalda y se da la vuelta para verme.

-Aarón tenía razón... -murmuré-. Eres un cliché andante.

-¿Ah? -me mira confundido pero dejando un plato con comida en mis manos- ¿Cómo es eso?

-Pues, ¿me preparas el desayuno después de haberlo hecho la noche anterior? Sacado de libros.

-Quizás solo quise hacer un detalle por ti.

Se regresa a los utensilios pero vi la sonrisa en su rostro. Vi la comida perfectamente preparada y me fui a sentar sobre la isleta de la cocina.

-Sí, claro.

-Bueno, ¿y qué si sacó ciertas cosas de libros o películas? -responde- ¿Qué más te dijo Aarón?

-Hm... aparte de que eres un blando cuando se trata de cachorros... no recuerdo.

-¿En serio te dijo lo del perro? -se cubre el rostro con una mano haciéndome reír-. Era un niño.

-Yo creo que es tierno. Digo, no todos pueden mandar a toda una manada a buscar a un perro que ni siquiera es suyo.

Ethan niega con la cabeza y termina de preparar la comida, guarda todo y se acerca a mí con su plato. Me acompaña a comer con una sonrisa y un leve sonrojo en sus mejillas.

-En algún momento le sacaré algo a Deimos sobre ti, veremos quién se avergüenza después.

-Pues seguirás siendo tú, yo no me avergüenzo de nada de lo que he hecho -metí un bocado en mi boca orgullosa.

Casi me atraganto cuando sentí sus manos tomarme por los muslos y acercarme a él hasta pegar sus labios a su marca en mi cuello. Me tomó desprevenida.

-¿En serio? -sonríe-. Quizás y consiga sacarte algo a ti... además de gemidos.

Mi cuerpo tiembla por esto tan repentino y por las descargas que su marca transmitía a todo mi cuerpo. Lo sentí reír y apartarse para seguir comiendo. Me quedé pasmada un tiempo en lo que procesaba... Realmente se tomó muy en serio el quitarle el miedo a tocarme en cualquier momento. Me gusta.

-Eso no pasará -declaré.

-Ya lo veremos, mi luna.

Ambos sonreímos con picardía mientras terminábamos de desayunar. Ethan retira los platos y los deja en el lavabo, me bajé de la isleta y lo acompañé hasta arriba. Me quedé en la puerta de mi habitación pero no quería entrar allí... miré a Ethan, quien siguió de largo hacia la suya, aparté la mirada por un instante.

-Tomaré una ducha -avisa Ethan.

-Está bien -respondí.

-¿Quieres acompañarme? -lo miré rápidamente notando sus segundas intenciones en su mirada. Solté una leve risa por ello.

-Traeré mis cosas.

Me metí en mi habitación para buscar una toalla y ropa de cambio. Lo pensé un poco y decidí quitarme la ropa y envolverme con la toalla únicamente, me lavé los dientes y fui de regreso a su habitación. Podía escuchar el agua de la ducha, dejé mi ropa sobre la cama. Entré al baño y lo vi bajo el agua, como esta mojaba su cuerpo y bajaba por él era una gran escena. Lo vi mirarme de reojo cuando me quité la toalla y la dejé colgada junto a la suya, entré a la ducha y lo abracé por la espalda.

Él se gira para mirarme, me escanea de pies a cabeza y sonríe con deseo. Me toma por la cintura y me mete bajo el agua junto a él mientras me besa en los labios y apega nuestros cuerpos hasta sentir su pecho contra el mío. Pasa sus dedos por mi cabello y jala de este hasta que incliné mi cabeza hacia atrás y le di acceso a mi cuello. Sonreí al sentir como su miembro se endurecía contra mi vientre. Me paré en puntillas hasta colocarlo entre mis piernas y empezar a frotarnos. Ethan sujetó mis cintura y mi trasero y guió mis movimientos hasta que ninguno pudo más.

Levantó una de mis piernas y metió su miembro en mi entrada, solté un gemido al sentirlo, piel contra piel. Golpeó mi interior con fuerza hasta que me había corrido pero aún faltaba él. Lo empujé contra la pared y me aparté para agacharme, lamí su miembro en toda su longitud hasta sus testículos. Besé la punta y comencé a meterlo en mi boca, movía mi cabeza y usaba mi lengua como él me había enseñado en mi celo. Lo escuchaba gemir mientras sujetaba mi cabeza y lo hizo más fuerte al correrse en mi boca.

Esta había sido la ducha más placentera que tomé en mi vida y luego la más tierna. Ethan pasó los productos para el cabello en el mío con mucha delicadeza, y cuando talló mi cuerpo con la esponja y jabón lo hizo tan tierno que fue como recibir un masaje al mismo tiempo. Fue perfecto.

¡¿POR QUÉ APARECISTE?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora