Capítulo 28

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Suspiramos con alivio cuando cruzamos los límites de la manada. Todo estaba en orden y nos recibieron con sonrisas cálidas y alegres. Nos separamos de los soldados y de Aarón. Fuimos hasta la casa de Ethan, al entrar nos recibieron las chicas, Ivanne se encargó de nuestras cosas.

-Gracias Ivanne.

-Por nada. Oh, Alpha, una cosa más -ella se dirige hacia él pero yo vi a Deimos confundido-. Su hermana...

-¿Deimos?

Él salió corriendo apresurado hacia la sala, lo seguí pero lo vi acorralando a una chica contra una pared mientras ella sonreía ampliamente, mirándose a los ojos y acercándose cada vez más.

-Mía... -gruñe mi hermano.

-Mío -le corresponde ella.

Miré a Ethan con una sonrisa amplia, estaba feliz por mi hermano, pero él estaba tenso y miraba fulminante a Deimos.

-¿Qué ocurre? -pregunté.

Pero él no respondió, antes de eso, mi hermano y su Mate se separaron y voltearon a vernos. A la chica le brillaron los ojos y saltó a abrazar a Ethan. La miré sorprendida y luego a Deimos por su reacción.

-Oh Diosa, me alegra tanto volver a verte, hermano -sonríe la chica.

-A mí igual me alegra verte, Nellie.

-¿Hermanos? -murmuramos Deimos y yo a la vez.

Ambos se separan y voltean a vernos. Creo haber visto una sonrisa un poco burlesca por parte de Ethan, lo miré entrecerrando los ojos por aquello y él apartó la mirada.

-Sí, Ethan es mi hermano -responde la chica Nellie-. Tú debes ser Thalía.

Asentí, pero me sorprendió que ella me abrazara con demasiada confianza. No hice nada en contra, solo estaba sorprendida.

-Ethan me ha hablado de ti por teléfono. Bueno... no más de lo que me gustaría -le reprocha con la mirada.

-¿Ah sí? -miré a Ethan pero él no podía verme a mí, aunque sonreí por ello-. Pues espero que no te haya dicho nada malo.

-Para nada, no te preocupes -sonríe.

Deimos da un paso al frente, Nellie va junto a él y lo abraza emocionada. Yo me puse del lado de Ethan quien me mira sonriendo y poco a poco juntamos nuestras manos hasta entrelezarlas.

-Supongo que es una tregua -comenta Deimos.

-Supongo lo mismo -responde Ethan.

-Bien, tienes que contarme todo lo que ha pasado ahora que estoy aquí -dice Nellie mirando a Ethan.

-Yo lo dejaré... estoy muy cansada, iré a dormir un rato -mencioné.

-¿No quieres comer algo antes? -pregunta Ethan.

-Estoy bien, comeré cuando despierte.

Me animé a pararme en puntillas y besar su mejilla antes de irme prácticamente huyendo sonrojada. Fui escaleras arriba y llegué a mi habitación. Me cambié por algo más cómodo para estar antes de tirarme sobre la cama y tomar una siesta.

Después de ese viaje para ver mi manada y a mis padres me sentía más aliviada, dolida... sí, también, pero al menos ahora sé lo que sucedió. Estaba mejor sabiendo que Deimos se había tomado el tiempo de enterrar a todos los que pudo. Fue un lindo gesto de su parte.

Sentía como si sonriera en sueños, un sueño tan relajante y agradable como nunca antes luego del ataque a la manada. Pero todo se desvanece al instante en el que empecé a escuchar un estruendo en la realidad. Me senté de golpe y traté de entender lo que estaba pasando, apenas escuchaba desde aquí pero podía distinguir gritos de enfado. Era Deimos.
Me levanté de la cama y salí de la habitación, caminé a paso rápido, acercándome cada vez más a los gritos, bajé las escaleras y vi a mi hermano tratando de golpear a Ethan, más de lo que ahora estaba, mientras Nellie lo intentaba calmar.

¡¿POR QUÉ APARECISTE?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora