Capítulo 9

33.4K 2.1K 29
                                    

Narra Thalía

Había pasado una semana aproximadamente desde la tortura de aquel vampiro, y aun así sentía tanto asco por ello. Recordarlo... me causaban náuseas. El olor a sangre fue tan fuerte que daba dolor de cabeza. Aarón siempre viene, me cuenta todo lo que sucede allá afuera y el cómo Zack había encontrado a su Mate y que es por esa razón que no pudo venir mucho en estos días, o si venía no se quedaba por mucho tiempo.

Levanté la cabeza al escuchar pasos diferentes acercándose a la celda, era una chica, cabello rubio y ojos celestes. Muy hermosa, pero me veía con horror y preocupación.

-¿Estás bien? -se agacha hasta estar a mi altura porque estaba en el suelo-. Eres Thalía, ¿No?

-¿Quién eres tú? -pregunté con la voz un poco raspada por no haber hablado en varias horas.

-Soy Lorraine. Mi Mate es el Beta, Zack. Él... Él me contó que estabas aquí.

-¿Cómo te dejaron venir? -cuestioné.

-Bueno... al llegar aquí aprendí que ser la Mate del Beta tiene sus ventajas -sonríe levemente.

No pude evitarlo y dejé escapar ya sonrisa igual, ya que sí me había causado gracia. Imagínate que ella, siendo Mate del Beta tiene ventajas, y yo, que soy la Mate del Alpha no tengo ninguna.

-No es justo.

Parpadeé un par de veces al reaccionar por su repentina opinión. Ella me ve y observa el lugar a nuestro alrededor por un momento antes de suspirar con pesar.

-No es justo que estés aquí.

-Quizás, pero no hay nada que se pueda hacer -respondí, aunque ella negó.

-Quiero ayudarte. Tendrías que ser libre, no estar aquí.

-Aprecio tus intenciones pero no quiero causarte problemas. Si el Alpha se entera...

-¿A quién le importa si se entera? -levanta un poco la voz, se veía más molesta por mí que yo misma-. No debes de estar aquí.

Permanecí en silencio ante su sentencia. No me esperaba que a alguien le importara tanto hasta tal punto de querer ayudarme sin importar las consecuencias. No sabía si era realmente valiente y amable, o estúpida e ingenua.

-Aunque pienses eso, no creo que haya alguna forma de ayudarme.

Ella aprieta las manos sobre sus rodillas y parece querer decir más de lo que podía. Bajó la cabeza y suspiró profundo por un tiempo corto.

-Siempre hay una forma, no todo está perdido en los peores momentos. Debes intentar.

Su voz parecía cortarse, ¿quería llorar? Me acerqué a los barrotes con intriga y vi el brillo en sus ojos a causa de las lágrimas.

-¿Por qué? -pregunté llamando su atención- ¿Por qué reaccionar así por alguien a quien no conoces y solo sientes lástima?

-No siento solo lástima-responde-. Créeme que no... Quiero ayudarte porque esto, porque estar aquí... no se lo deseo a nadie.

Abrí los ojos un poco más por la sorpresa. Ella se limpia el rostro mientras yo analizaba sus palabras. No pregunté, no creía que fuera de mi incumbencia con esta desconocida. Ella se levanta y la vi sacar algo de su bolsillo. Esta vez sí abrí los ojos de par en par cuando vi las llaves en su mano.

¡¿POR QUÉ APARECISTE?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora