Cuando ____ se cruzó cierta noche con Aaron Davis y le confesó lo mucho que le gustaba Miles, el hombre no dudó ni un segundo en decirle que no dejara de intentarlo.
~Pero él no me presta atención.~
~Lo hará, niña. Tú solo no pares, sigue intentando...~
~•~
Pues me cansé.
—Hasta aquí llego yo.—
Tanto Miles como Hobie y Gwen voltearon hacia aquella chica a sus espaldas.
—... ¿Qué? ¿a qué te refieres? ____...—
Miles miró como su amiga tomaba su mochila del suelo y se encaminaba a aquella escalera de incendios.
—¿Podrías solo detenerte un segundo y mirarme?—Miles caminaba por la pared, siguiendo a la chica que bajaba hábilmente por las escaleras. Llegó al suelo en un segundo.
—Que me salgo, no haré esto.—abandonó el callejón, saliendo a la acera ya bastante oscura a esas horas.
—Pero te necesitamos, ____. sin ti el plan no-
—¿"El plan"? Miles, el plan me importa una mierda.—
La chica finalmente lo enfrentó, ya algo cansada.
—No vale la pena, debo parar... Aaron estaba equivocado, tú nunca lo verás.—
—¿Ver qué?—
—¡Que te amo, Miles!—
El chico se sorprendió con aquello.
—Salté a un puto portal dimensional por ti, me tiré al vacío sin dudarlo y estoy arriesgando mi vida, LITERALMENTE. Y nisiquiera te paraste 5 segundos a preguntarme si estaba bien.—
—¿Y lo estás?—
—¡No, pedazo de idiota! Me persiguió un maldito tiranosaurio araña.—masajeó el puente de su nariz con algo de molestia—. Eso ya... Ya pasó, lo que intento decir es que me cansé.—alzó las manos rendida—. Me salgo, no me importa.—
—Pero este villano podría colapsar la dimensión de Gwen y-
—No... Me... Importa.—se quitó aquel reloj y se lo lanzó—. Ella no es nada mio... Pero lo es tooodo para ti al parecer.—
—¿Qué te pasa?—
—... Ella es para ti lo que tú eres para mi. Y me negaba a aceptarlo... Pero ya es algo tan evidente que me brinca en la cara a cada rato.—se dio la vuelta y comenzó a caminar—. Estabas dispuesto a hacer toda una carrera universitaria solo por ella... Maldición, y yo pensaba seguirte... Es más patético cada vez que lo pienso.—
Miles no sabía qué hacer. Tenía a su amiga de toda la vida confesándole su amor y él no sabía qué decirle. Nada. ____ no quería que le dijera nada.
—Vuelve, salva a la chica, gana su aprecio... Tú eres más paciente que yo, tal vez si te arrastras un poco más logres algo. Yo ya me cansé.—
—... No quiero que nuestra amistad se termine, no puedo aceptarlo.—
—Pues acéptalo, porque no quiero volver a verte.—____ se detuvo, aún de espaldas a él—. Suerte, Spiderman.—
El chico vio como su ahora ex mejor amiga desaparecía en la esquina, y entonces sintió pánico.
Ellos siempre habían estado juntos.
Miró aquel reloj que ella le había lanzado, y entonces vio la pulserita en su muñeca. Eran cuentas negras, con las iniciales de sus nombres.
—"Pulseras de la amistad"... Ahora creo que representaban otra cosa.—suspiró con cierto pesar.
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