~One Shots ~ Spiderverse

Miles 42: final alterno B

Largas semanas habían pasado desde que ____ decidió cortar lazos con Miles. Y no solo no se había aparecido por casa de sus padres, sino que tampoco había aparecido por la ciudad como Merodeador. Raro.

Los golpes a bancos y familias independientes se habían detenido, y en su lugar llegaron las extrañas "luchas de pandillas".

—Es en serio, arañita. Algo raro está pasando en la ciudad.—

La heroína miraba con curiosidad a aquel policía, quien a su vez miraba aquel edificio en llamas.

—La facción de Kingpin y la del Merodeador... Están enfrentados.—

Imposible. Trabajaban juntos.

—... ¿Crees que hubo algún desacuerdo entre ambos?—el policía se encogió de hombros.

—Sea lo que sea, nos esta ayudando. La gente de Kingpin esta cayendo uno tras otro.—

¿Qué estás haciendo, Miles?

~•~

—El señor no perdonará esto, idiota.—

Miles tomó del cuello a aquel matón, elevándolo a escasos centímetros del suelo.

—... ¿Perdonar? ¿Qué es? ¿Jesús o algo así?—

El ladrón miró por sobre el hombro de Miles, y por esa simple fracción de segundo, Prowler dudó. Un segundo matón apareció y alzó su arma contra él.

Mierda...

Una ráfaga de telarañas redujo al matón del arma, pegándolo en un segundo contra la pared. El otro se llevó una telaraña en la cara y terminó contra el suelo también.

—... Me salvaste.—Miles miró a la heroína que cargaba al segundo matón y lo pegaba contra el otro.

—Vine por estos idiotas, no por ti.—se encargó de reforzar las columnas apenas fracturadas para evitar derrumbes—. La próxima cuida tu espalda.—

—¿Es lo único que dirás?... ¿Cómo has estado?—

—... ¿Por qué te revelas contra Kingpin ahora?—____ seguía en su tarea de asegurar el lugar—. ¿Te cansaste de lamer sus enormes botas?—

—... Él quería limpiarte.—entonces la mujer lo miró—. De una vez y para siempre.—

—Siempre dice eso.—

—Pero esta vez iba en serio, muy en serio... Supo que trabajabas en-

—¿Tú se lo dijiste?—

—Jamas haría eso... Los maté a todos, todos los que estuviesen mínimamente cerca de saber tu identidad.—dio unos pasos hacia ella—. Y luego Kingpin se enteró... Y te imaginarás el resto.—

—¿Debo agradecer que me protejas?—

—No, tú no me debes nada.—finalmente se quitó la máscara—. Yo te debo mucho a ti, en realidad.—

____ finalmente volteó hacia él.

—... Ya te dije que entre nosotros no hay nada, y lo que crees que me debes, solo olvídalo.—lejanas sirenas comenzaron a escucharse—. Lárgate.—

—¿No habías dicho que la próxima vez que nos veamos me ibas a detener?—

—... Lo dejaré pasar esta vez, solo porque detuviste a esos dos.—

¿Cómo podría entregarlo? Si estaba casi segura de que hasta se pondría las esposas solo.

____ caminó hasta la pared, y cuando puso el primer pie sobre el muro, sintió que Miles tomaba su brazo.