Miles 42 (2/3)

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Es muy complicado hablar de dos Miles porque es confuso, así que al Miles Ozuna le voy a poner su otro nombre: Gonzalo.

~•~

—Ten, te traje un gorrito.—

Gonzalo apenas reaccionó cuando la chica le puso un gorrito de lana.

—Jeff sospechará si ve tu peinado, así que úsalo.—

Después de la cena que compartieron y que Miles durmiera en el antiguo departamento de Aaron, ____ lo fue a buscar en la mañana.

Tenía un plan... Masomenos.

—¿Sabes dónde está ahora?—Miles sonrió apenas la chica le alcanzó un vasito térmico.

—Capuchino, 3 de azúcar... Y sí, Jeff esta haciendo guardia en la avenida principal ahora. Será mejor que vayamos, hagas lo que tengas que hacer y luego... luego te vayas.—al chico lo extrañó lo último.

—¿Ya me quieres patear de tu dimensión?—

—Claro que no, me agradas. Pero es peligroso para ti permanecer mucho tiempo aquí. Por más reloj que tengas, al ser de otra dimensión terminarás desequilibrando todo.—

—¿Y por qué me lo dices recién ahora?—

—Porque lo recordé hoy en la madrugada.—Miles negó divertido—. Como sea, ya vámonos de aqui.—

~•~

—Entonces no volvió a aparecer...—

Gwen miraba como Miles se mantenía sentado al borde de aquel edificio, abrazando sus piernas.

—Quiero verla, pero estoy seguro de que me mandará al diablo.—

Un leve cosquilleo hizo que Miles se pusiera alerta, no le costó mucho ver a ____ pasar frente a aquella pastelería que solían frecuentar. Pensó en acercarse e intentar saludar. Pero entonces lo vio.

—¡es él!—

La rubia apenas reaccionó cuando Miles salió apurado hacia la calle.

~•~

—En mi dimensión, esta pastelería cerró hace como un año.—

—¿De verdad? Que triste.—

____ estaba por darle unas galletitas, cuando Spiderman tomó al chico y lo lanzó hacia un callejón cercano. La chica corrió lo más rápido que pudo, llegando cuando ambos estaban dándose unos cuantos golpes.

—¡Aléjate de él, Miles!—

—¡No soy yo, ____!—

—Ya sé que no eres tú, idiota.—

El superhéroe miró confundido como la chica se acercaba al "impostor", revisando los golpes en su cara.

—Diablos... Lo que cambia la fuerza una picadura de araña.—____ miraba preocupada a Gonzalo, quien masajeaba su mandíbula adolorido.

—¿Por qué te preocupas por él? Es un criminal, me amarró a una silla.—

La chica miró a Miles, quien notó la molestia en su cara.

—Yo también te habría amarrado a una silla...—tomó del brazo al merodeador y le indicó que se sentara en unos cajones de madera en un rincón—. Escucha, Miles. Solo vino a ver a tu papá, hará eso y luego se irá.—

—... ¿Por qué lo ayudas?—____ se mantuvo seria.

—Al parecer tengo debilidad por los Miles...—suspiró—. como sea, me hago responsable de él. Veré que se porte bien y se irá a casa.—

—¿Cómo vino en primer lugar?—

—No te preocupes, me hago cargo. Cuanto menos sepas, mejor.—

El superhéroe vio como su amiga salía con su copia.

—... ¿Por qué me molesta esto?—

~•~

____ miraba a lo lejos como Gonzalo charlaba con Jeff, quien al parecer no notó nada extraño. Además del gorrito, claro.
En cuanto lo vio abrazarlo y finalmente despedirse, se levantó de aquella silla.

—Ya, vámonos.—Gonzalo pasó a su lado, y la chica no tardó en comprender lo que le pasaba.

Apenas doblaron en la esquina, lo abrazó.

—No fue fácil verlo ¿No?—el chico no contestó, solo la abrazó más fuerte—. Me pasó igual, en la dimensión de Hobie mi papá sigue vivo... Suelo verlo a veces, pero duele mucho.—

—Es aliviador y doloroso... No sé si sea un sentimiento agradable.—

Gonzalo rompió el abrazo, sorprendiéndose al ver que la chica secaba las pequeñas lágrimas que se le habían escapado.

—Agridulce, digámosle así.—le sonrió—. ¿Listo para volver a casa?—

~•~

—... ¿Por qué no lo abres?—

____ y Gonzalo habían subido a la azotea de su edificio, donde el chico no parecía tener muchas ganas de irse.

—¿Podré verte de nuevo?—la chica se avergonzó con aquello.

—B-bueno, supongo.—sintió como su rostro se calentaba.

No... No te pongas roja.

—Te pusiste roja.—

—Si... Seguro.—rió nerviosa—. Ignora mi cara.—

Gonzalo se acercó a la chica, tomando sus mejillas. Sonrió al sentirlas calentitas.
Dejó un besito en una de ellas, bastante cerca de su boca.

—Gracias por todo, ____... vendré a visitarte pronto.—

—Ah, s-si...—

El chico finalmente abrió el portal.

—Espera, llévate el gorrito.—la chica le tiró aquel gorro color vino.

—En ese caso, también te dejaré algo...—se quitó aquella chaqueta y se la alcanzó.

—Pero éste es un regalo más grande.—

—No es un regalo, es un seguro... Volveré a visitarte y a buscarlo.—

—No sé si te la devuelva, es muy linda.—se la colocó, sonriendo al sentir un perfume particular.

—Una linda chica con una linda chaqueta... Nos vemos pronto.—

~•~

—Ya se fue.—

—Es igual a ti, pero su peinado es genial.—

Hobie y Miles miraban desde lejos la escena.

—¿Quién se cree que es?... Espera ¿Acabas de decir que mi pelo es feo?—

—____ se ve feliz con el otro Miles ¿Crees que le guste?—

—Soy yo, Hobie. Literalmente.—

—Nah, no es lo mismo.—

Miles miró a su amiga, quien parecía hacerse chiquita en aquella chaqueta que obviamente le quedaba enorme. Y entonces la vio sonreír. Sintió algo feo en el pecho.

~One Shots ~ SpiderverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora