* Despertar: la pereza mañanera era cosa de Miles Morales, así que sin importar la dimensión, despertar era tarea complicada. Por alguna razón, si durante la noche llegabas a alejarte aunque sea un poco, él lo notaría. Asi que se despertaría y volvería a buscar tu cercanía.
—Miles... Miles... Déjame levantarme.—
—No... Quédate.—
Sonreíste al sentir como el chico reafirmaba su agarre sobre tu cintura, donde sus manos subían lentamente por tu espalda.
—Pero tenemos que ir con Rio, prometimos ayudarla.—
—... Bueno.—
El chico dejó un besito en tu pecho, finalmente liberándote.
—Pero déjame... Un rato más.—
Negaste divertida mientras finalmente te levantabas.
* Desayuno: a pesar de que siempre te levantabas primero, él no tardaba en acompañarte. Los momentos justos después de levantarse era peculiarmente cariñoso. No se despegaba para nada.
—... ¿Disculpa?—
Sentiste como el chico te abrazaba por la espalda, descansando el mentón en tu hombro.
—¿Latte?—sintió el aroma de la bebida.
—Sí~, siéntate y te sirvo.—
—¿Me das un beso de buenos días primero?—sonreíste antes de girar un poco la cabeza y besar su mejilla—. Pero bésame bien~
Miles tomó tu rostro y te dio un beso como corresponde.
Tarde libre: Solían salir a caminar o a visitar a Rio en sus días libres. Como te gustaba mucho la fotografía, solías frenar cada cinco minutos a tomar fotos de todo.
—¿No es otoño la mejor estación?—
Sacabas fotos a las copas de los árboles, a las hojas en el suelo o a cualquier cosa que llamara tu atención.
—No, la mejor es primavera. 27 de septiembre, para ser específicos.—
—Alguien recuerda nuestro aniversario.—
Volteaste a mirar al chico, quien miraba su reflejo en las vidrieras de una tienda. No tardaste en acercarte a él, dispuesta a sacar una foto de su reflejo.
Apuntaste hacia la vidriera y apenas sentiste que Miles dejaba un besito en tu cabeza, tomaste la foto.—Hazme una copia de esa, de seguro salió linda.—
*Tras terminar de cenar, ambos se dirigieron al antiguo cuarto de Miles, sentándose en la ventana tal y como solían hacer años atrás*
—Ya no cabemos...—
Reíste bajito al sentir que entraban casi a presión en el marco.
—¿Recuerdas... El día que te pedí que seas mi novia?—Miles miraba algo pensativo el cielo—. Estábamos aquí, en mi cuarto. Tú estabas enojada conmigo porque descubriste lo de Prowler... Y decías que me odiabas, que no me querías ver más.—
—Estaba muy enojada, sí. Casi moriste ese día.—
—Tú llorabas y me gritabas... Y yo solo podía pensar en lo hermosa que eras.—finalmente te miró, se veía igual de serio que siempre, pero sabías que estaba algo conmovido—. Y solo me salió pedirte que seas mi novia.—
—Lo recuerdo, sí... Me dijiste la cosa más linda que me han dicho en mi vida.—sonreíste tomando su mano—. "Quiero que seas ese lugar al que puedo regresar... Quiero que seas mi hogar".—
Miles dejó un besito en tu coronilla apenas recostaste la cabeza en su hombro.
—Y después de todos estos años, lo sigues siendo, corazón.—
Acostarse: *tenían siempre el mismo paso a paso cuando se preparaban para dormir, y lo cumplían a rajatabla.*
—¿Pusiste la alarma?—
—Sí, amor.—te acostaste en la cama, haciendo las sábanas a un lado—. Ven aquí.—
El chico sonrió antes de acostarse junto a la chica, aferrándose a su cintura.
—¿Cerraste bien las puertas?—
—Sí, señor merodeador. Nadie se colará en casa.—dejaste besitos en su frente mientras tomabas las mantas y cubrías ambos cuerpos—. Ya, duérmete.—
—... Pero no tengo mucho sueño.—
—... Miles...—dijiste su nombre a modo de reproche, pues sentías como su mano subía hasta uno de tus pechos.
—Pero tocarlos me relaja~
—por dios...—
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~One Shots ~ Spiderverse
FanfictionOne shots, historias cortas y demás variedad de contenido enfocado en los diferentes personajes de las películas del Spiderverso.