Bueno, pregunté y les gustó la idea, así que se las dejo. Dedicado a las personas que le dieron visto bueno en mi tablero xd.
Lo divido en dos porque iba a quedar larguito.
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En todos los universos, Gwen Stacy se enamora de Spiderman... y en todos esos universos, eso nunca termina bien.
Eso era una especie de canon no oficial que la spidergente sabía por experiencia, pues la chica de ojos azules era un factor común en cada universo. Pero Miles Morales no conocía a la Gwen de su universo. Conoció a la equivocada, y por eso cambió el canon -no oficial-
Aún así, sus destinos estaban conectados, y fue por eso que cierta tarde de verano, mientras acompañaba a sus primos pequeños al centro comercial, conoció a la joven.
—¿Tenía que ser justo ahora?—
Miles bostezó, pues dormir bien era algo que no estaba haciendo últimamente.
—La tienda abre a las 4, hoy llega una nueva tanda de cartas y suelen agotarse.—el pequeño Lucas lo miró emocionado—. ____ suele guardarnos algunas, pero solo por un tiempo o su jefe la reta.—
—Y no queremos que la reten... De nuevo.—esta vez fue Mateo el que habló—. Además ya es tarde ¿Cuánto quieres dormir?—
Miles siguió caminando a paso tranquilo junto al par de pequeños, entrando finalmente al centro comercial de la ciudad. Encontrar la tienda de hobbys y chucherías no les costó demasiado, los muñecos y pósters coloridos marcaban el lugar. La leve somnolencia que Miles tenía se disipó al ver a la chica detrás del mostrador.
—¿Cómo están hoy mis entrenadores favoritos?—
—¡____!—
El par de pequeños se acercó emocionado al mostrador, siendo recibidos por una muchacha sonriente.
—¿vienen por los nuevos sobres?—la chica sacó dos paquetes brillantes de debajo del mostrador—. Estos son lindos, traen nuevos diseños.—
La atención de la chica se desvió por un segundo al joven detrás de los niños, y no pudo evitar sentir un extraño borboteo en su corazoncito.
Era lindo.
—¿Vienes con ellos? O puedo ayudarte con otra cosa.—
—Ellos eligen y yo pago.—soltó aún sorprendido por la apariencia de la chica.
Era igual a gwen...
Excepto el cabello. Traía un gorrito de lana cubriendo su cabello, el cual estaba teñido con tonos azulados, amarrado en dos coletas flojas.
—¿Ya abriste algunos sobres, ____?—
—Algunos, sí...—____ apartó su mirada de Miles, enfocándola en el pequeño Mateo—. Ya saben, si les toca un Sylveon, me lo cambian.—
