Capítulo 14

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Narrador Omnisciente

"Libera El Peso De Tu Dolor"

Una tormentosa noche de lluvia, despertó a la chica y no de la mejor manera, pues esta como muchas otras la hizo recordar dolores pasados, hasta ocasiones que antes eran nublosas para su memoria, de cierta forma hay partes del accidente que todavía no son claras.

Descansa un poco, todavía falta una hora para llegar — sugirió su progenitora al ver que Adeline se esforzaba para no quedarse dormida.

El viaje estuvo increíble — comentó tratando de dejar su sueño de lado pues ver a su madre tan cansada y manejando, la hacía sentir impotente porque al ella no saber manejar, no podía contribuir en nada.

Las vistas fueron hermosas — expresó mirando hacia el frente.

Y la comida estuvo deliciosa — dijo Line recordando los restaurantes a los que asistieron en su pequeño recorrido de ocho días por ciudades cercanas.

Nuestro primer viaje en mucho tiempo — susurró con una sonrisa. Definitivamente no habían viajado en mucho tiempo, la última vez fue cuando se mudaron, hace doce años, después del divorcio. Line apenas había cumplido cinco años y estaba triste por todo lo sucedido. La madre se sentía culpable al seguir en un lugar lleno de horribles recuerdos con su abusivo marido, entonces en un momento de valentía soltó el ancla que las detenía y se fue, en busca de un lugar mejor para reescribir su futuro y el de su única hija. Al llegar a aquel pueblo, la mujer fue bien recibida al buscar trabajo como enfermera.

Mamá recuerda cuando nos confundieron con otras personas y casi nos llevan a la hermosa suite presidencial — comentó entre risas.

Este viaje será muy recordado — dijo la madre, igual entre risas — cuando tenga nietos pienso contarles cuando cierta señorita confundió el cuarto de limpieza con un baño — soltó mirando de reojo la reacción de su hija.

En mi defensa, ese lugar era demasiado extraño.

Esa oscura madrugada, los recuerdos de la conversación antes del accidente la enloquecían, llevándola al fondo del abismo, su habitación la ahogaba, sus sollozos la obligaban a respirar entrecortado, sus lágrimas alimentaban de heridas su corazón roto haciendo que este doliera más y por consecuencia que su pecho pese. Apenas han pasado un par de meses, que se han convertido en un verdadero infierno, mientras ella se hundía en el dolor, su mente solo pensó en buscar el medicamento para controlar la crisis, sin embargo, al hallar el frasco vacío, tomó desesperada su celular y dinero, salió apurada de la casa y como pudo condujo en su moto, estaba un tanto , lejos, pero el aire que ingresaba entre partes de su casco calmó un poco la crisis y la pudo sobrellevar hasta conseguir las pastillas.

Adeline llegó a la esquina en donde la única farmacia que vendía aquel medicamento se hallaba clausurada, como hace tres semanas, sin embargo, sabía que dentro del callejón, el vendedor distribuía los productos a sus fieles clientes y se escondía cuando la policía rondaba.

—Hola — susurró, entrando con su moto a la profundidad del oscuro callejón.

—Señorita, Mark no se encuentra, pero sé lo que busca y si lleva hoy dos frascos, el segundo se lo dejo a mitad de precio — negocio un hombre de cabello negro, un poco avejentado y delgado por la mala vida. Justo en el momento en el que Line iba a aceptar la oferta, Mark apareció.

—No intentes que compre algo que ni siquiera tiene la etiqueta para saber los componentes de la medicación, ni su fecha de expiración — expresó Mark, dejando que Line se reprendiera mentalmente por casi cometer un error por su falta de conciencia.

A Pesar De Todo #1 [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora