Capítulo 16

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Adeline Miller

¿No Te Aburres De La Rutina?

Hoy es un día increíble, la noche anterior dormí de maravilla, en definitiva, visitar a Arthur ha sido como tomar terapia para mí. Mi concentración en clases estaba de maravilla, mis clases favoritas seguían presentes y las clases que odiaba seguían ahí, pero hoy las soportaba.

—Adeline Miller — escuché mi nombre y al instante alcé mi brazo.

—Presente — solté al instante.

—Señorita Miller, necesito justificación de la falta de ayer — comentó y espero una respuesta de mi parte.

—Sí, me olvidé de pedírsela ayer al médico, pero le aseguro que la siguiente clase la tendré — me disculpe de inmediato y al profesor le pareció suficiente, no recordaba que dibujo técnico tenía ayer a las ultimas horas y hoy antes de receso.

—Muy bien, señorita — y con aquella extraña aprobación continuó con la lista.

—A veces dibujo técnico es taaan aburrido — explicó Samira cansada, pero con una pizca de burla, le encantaba burlarse de los profesores, decía que la licenciada de estudios sociales hablaba muy lento y la imitaba, que el profesor de matemáticas la regresaba a ver como lo hacía una bibliotecaria enojada detrás de sus lentes y lo imitaba poniéndose el lápiz horizontal frente a su nariz, a la altura de sus ojos como si fuese el marco de los lentes. Hoy al salir de la clase imitó la caminata lenta del profesor de dibujo, lenta, pero a su vez torpe puesto que su objetivo es encontrar personas torpes como yo, que se le caen la regla o se les mueve la regla T para darles un sermón.

—Dibujo técnico nunca será mi fuerte — hoy como siempre me lleve un regaño del maestro, pero esta vez fue porque no colocaba bien las escuadras.

Empezó a bombardearme con instrucciones de ángulos y que los coloque según los ángulos que me diga, los primeros pude acertar, sin embargo, después todo empezó a complicarse y me mareó tantas medidas que fallé en las demás y recibí un sermón, que para mí horror fue el más largo de todos.

—Definitivamente no es para nada tu mayor virtud, acertaste en dos de las cien preguntas que te hizo en su evaluación de ángulos sorpresa — dijo imitando mis manos temblorosas en medio de cada indicación.

—¡Acerté en tres! — me defendí — y cuando empezó a decirlo más rápido me mareé — expresé dejando claras mis emociones de frustración.

—Definitivamente ese profesor es perfeccionista — suspiró con cansancio — al menos dibujo técnico si me sale bien porque de lo contrario estaría igual o más perdida.

Caminamos hacia el jardín conversando de temas de clases hasta que el universitario que vuelve loca a Samira apareció frente a nosotras.

—Hola — saludó con tranquilidad.

—Hola — respondimos ambas, solo que cierta chica enamorada se le quedó viendo.

—Creo que iré a buscar algo en la biblioteca — susurré, pero ambos estaban envueltos en un juego de miradas.

Normalmente los estudiantes de la universidad ingresan al jardín del colegio porque compartimos hasta cierto punto algunos espacios, mientras terminan la remodelación del bar y zonas de descanso en universidad.

Me alejé buscando alguna canción para escuchar, mientras me preparaba para afrontar la horrenda fila del bar, sin embargo, cuando iba de camino al lugar me encontré a una chica de tez bronceada y cabello castaño, sentada en un rincón en el suelo, abrazando sus piernas lloraba silenciosamente, me intenté acercar, pero antes de realizar mi acción escuché a lo lejos una voz masculina que me detuvo.

A Pesar De Todo #1 [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora