Capítulo 11

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Ian Wayne

"S.U.P.S"

—¡Hijo! — llamó mi madre y empezó a tocar la puerta con fuerza.

—Estoy despierto — respondí somnoliento, tapándome la cabeza con la almohada pues los fuertes golpes de la puerta no eran la mejor manera para despertarme después de la borrachera de anoche.

—Hijo, debes ir al colegio hoy es tu último primer día de secundaria — explicó entrando a mi habitación — este lugar apesta — comentó, abrió las cortinas y la ventana de golpe — tomar así es malo hijo, no has visto como esta tu padre — dijo preocupada.

—Padrastro — corregí aún bajo la almohada.

—Da igual, pero quiero que te levantes, te bañes y bajes a desayunar — ordenó y solté un sonido de molestia — tienes veinte minutos, prepararé café — informó y caminó hacia la puerta dejándome con la molesta claridad del sol rodeando mi cuarto.

Me levanté pesadamente de mi cama, tomé una toalla y entre a la bañera, cuando mis músculos tocaron el agua se relajaron al instante, la cabeza me martilleaba, tenía una resaca espantosa y me dolía más cuando recordaba todo lo que bebimos anoche en casa "SUPS".

Después de ponerme lo que encontré en mi armario, bajé las escaleras y lo primero que percibí fue el exquisito olor a café, mamá me lo había servido en la mesa junto con una tostada que rápidamente hizo rugir mi estómago, gustoso me senté y empecé a comer hasta que la voz de mi madre me cortó en seco.

—Hace meses que no veo a Laisha — soltó y aquello me hizo pensar en la melena negra que hace unos años no lograba sacar de mi cabeza.

—No me había fijado — murmuré mientras masticaba.

—No he visto entrar a nadie en ese lugar — dijo ignorando mi respuesta — algunos vecinos dicen que se mudaron, otros que dejaron la casa porque debían dinero, pero me inclino más a la primera — murmuró envuelta en sus pensamientos — hijo — me llamó de manera repentina — Adeline, la hija de Laisha, se lleva contigo, deberías de escribirle o algo o averiguar si va al colegio, es tu último año aunque quizás y si se mudaron también le cambiaron de colegio — empezó a decirlo de manera con rápida como lo hacía cuando quería pedirme un favor.

—Mamá no hablo con ella desde hace años — corté sus intenciones.

—Pero podrías decirme si ella asiste hoy, quiero ser la primera en comprender todo — habló suplicante.

—Bien, pero si no pongo atención a clase por averiguar tus chismes, no me culpes — comente.

—Solo quiero que pongos atención cuando entre o cuando tomen lista, no toda la hora — explicó y comprendió a lo que me refería — ¡Ian! — gritó — ni se te ocurra pelearte con tu profesor de matemáticas, ya tuve suficiente el año pasado.

—Tú dijiste que lo averigüe — respondí, me alcé el café, deje un beso en su mejilla y salí lo más rápido que pude.

Mentiría si dijera que al salir de casa no observe su hogar, la ventana de su habitación, pero hace apenas dos años sus ojos y su bonito rostro no paraban de dibujarse en mi cabeza, mirarla era uno de mis hobbies, soñaba con acercarme a ella como cuando éramos niños, o eso dice mi madre porque en realidad no recuerdo nada. Quise acercarme a ella, pero cuando el impulso surgió la vi con aquel chico de cabello y ojos negros. Aún la miraba a lo lejos, pero cuando lo veía a él, cuando veía su cercanía me imaginaba yo ahí, imaginaba como la besaba, la imaginaba regalándome bonitas sonrisas y escuchándola gritarme a lo lejos como lo hacía con ese idiota, que después de un año no volví a ver, después de ello solo la veía con Jade y Clara, pero no era la misma, su sonrisa había cambiado, ya no reía mucho y ella empezó a ser un misterio.

A Pesar De Todo #1 [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora